La vitamina D juega un papel importante en el organismo de los seres humanos ya que participa, por ejemplo, en la acumulación de calcio en los huesos, en el desarrollo del sistema nervioso y en la protección contra ciertas infecciones, sin embargo, la deficiencia de vitamina D constituye un problema de salud pública en México.
Diversos estudios han vinculado la carencia de esta vitamina con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como cáncer, diabetes y problemas del corazón, esta última considerada la principal causa de muerte en el país.
Carmen Paloma Muñoz Aguirre, doctora en epidemiología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que la deficiencia de la vitamina D (menos de 50 nmol/l) se ha identificado como un problema de salud pública mundial: aproximadamente mil millones de personas en el mundo son deficientes de esta vitamina, mientras que en México 30 por ciento de los adultos presenta deficiencia, siendo la población obesa la más afectada.
La investigadora destacó que desde hace algunos años existe un interés por evaluar el papel de esta vitamina en la prevención de diferentes enfermedades, además de las complicaciones óseas, ya que sabemos que los receptores de la vitamina D tienen una amplia distribución en diversos tejidos y órganos de nuestro cuerpo, entonces se comenzó a estudiar el papel de esta vitamina en desenlaces en salud como diabetes y obesidad, nosotros hemos estudiado la enfermedad cardiovascular.
Con estos antecedentes y como parte de su tesis doctoral, Paloma Muñoz Aguirre desarrolló un trabajo de investigación que tuvo como fin evaluar la asociación entre la ingesta dietética de vitamina D y el riesgo de enfermedad cardiovascular en población adulta mexicana. La investigación, que forma parte del Estudio de Cohorte de los Trabajadores de la Salud, incluyó información de seis mil 294 sujetos de 20 a 70 años residentes de las áreas urbanas del centro de México, a quienes se les practicaron cuestionarios y tomaron muestras de sangre para su análisis.
Mediante un cuestionario autoaplicado obtuvimos información demográfica, historia médica y consumo de medicamentos. Para evaluar la dieta, se utilizó un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos que fue previamente validado en población mexicana, explicó Muñoz.
La recomendación de consumo de vitamina D, es de 600 unidades internacionales. De manera natural, los seres humanos sintetizan vitamina D mediante la exposición al sol: los rayos invisibles UV-B pasan a través de las capas superiores del tejido cutáneo y mediante fotólisis se convierten en vitamina D3, pero también puede obtenerse a través de la ingesta de alimentos enriquecidos (lácteos, huevo, pescado) y suplementos.
Al comparar los resultados del estudio, se observó que los participantes delgados con un consumo deficiente de vitamina D presentaron mayor riesgo cardiovascular, en comparación con los participantes con obesidad que consumían mayor cantidad de esta vitamina.
Nuestros resultados sugieren que un mayor consumo de vitamina D está asociado con menor riesgo de enfermedad cardiovascular en población adulta mexicana del centro del país. Sin embargo, son necesarios más estudios en seguimiento que confirmen nuestros resultados, señaló Paloma Muñoz.
Por este trabajo de investigación, publicado en la revista especializada PlosOne, la doctora Paloma Muñoz fue acreedora al Premio de Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz, galardón que busca fomentar la innovación y la investigación médica que se realiza en instituciones de salud públicas o privadas del país.