La incineración, los aditivos para acelerar la biodegradación o plásticos oxo biodegradables, así como las resinas plásticas biobasadas y biodegradables forman parte de los procesos, costos y materiales sustentables que hoy se disputan un lugar a la hora de reciclar.
Prácticamente, vivimos inundados de empaques de plástico y no se ve en un futuro cercano un cambio importante al respecto. ¿Por qué?, la respuesta es simple: los envases de plástico son más eficientes para proteger lo que contienen, son más eficientes para transportar lo que contienen y, en términos generales son más baratos y es más fácil producirlos comparados con otras alternativas. Los empaques de plástico son la mejor opción para la industria del empaque. Sin embargo, desde hace varios años se ha venido manejando la idea de que éstos producen mucho mayor daño de lo que muestran sus beneficios.
El vidrio y los metales son mucho más fáciles de recuperar y por ende de reciclar. En el caso del plástico las cosas son muy distintas. Aquí, la separación del plástico es prácticamente manual y por ello, mucho más cara y poco eficiente. Ante esta disyuntiva, ¿qué se puede hacer? Por un lado, no se pueden sustituir los empaques de plástico por alguno de vidrio, metal o cartón viendo las ventajas mencionadas. Ni qué decir si comparamos la huella de carbono o de agua de los procesos para producir plásticos contra los procesos para producir vidrio, metal o cartón (para producir un kilo de plástico se requiere aproximadamente menos de un litro de agua, para producir un kilo de papel se requieren entre 180 y 250 litros de agua).
Tres propuestas amigables
Definitivamente, producir plástico es mucho más amigable con el medio ambiente que sus contrapartes. Así que entonces ¿Qué podemos hacer?
• Incineración. La capacidad calorífica de los plásticos es altísima. Prácticamente lo que estamos haciendo al desecharlos sin incinerarlos es desaprovechar esta fuente encapsulada de energía. La opción obvia consiste en concentrar estos materiales, incinerarlos y recuperar este calor para aprovecharlo para producir electricidad. Sin embargo, la inversión requerida para esto es muy alta.
• Aditivos para acelerar la biodegradación o plásticos oxo biodegradables. El concepto de esta propuesta es agregar durante el proceso de producción de la resina plástica sustancias que faciliten su biodegradación bajo condiciones adecuadas. Aunque este proceso puede dar resultados, lo cierto es que hay muchas dudas y polémicas al respecto.
• Resinas plásticas biobasadas y biodegradables. Esta es la opción que consideramos la mejor para responder al reto del problema de los empaques plásticos. Básicamente esta opción ataca dos problemas fundamentales y de raíz. Por un lado, lo que se propone es reemplazar lo más que se pueda el uso del petróleo como materia prima, sustituyéndolo por material de origen vegetal.
*Consulte la versión completa de este artículo en la edición impresa septiembre-octubre de nuestra Revista Énfasis Packaging Latinoamérica.