En México se producen cerca de 800,000 millones de toneladas de pet al año, las cuales podrían ser aprovechadas por la industria para producir nuevos envases, fibras textiles, muebles, autopartes o carcasas para celular, sin embargo actualmente sólo se aprovecha menos de 10%.
La falta de incentivos e infraestructura referentes al reciclaje de plásticos no ha favorecido al pet en México, mucho del cuál (cerca de 500,000 millones de toneladas) se exporta a China donde se reprocesa y se aprovecha para producir nuevos productos, según reportó Jorge Martínez, presidente de la Asociación Mexicana del Envase y Embalaje (Amee).
Martínez aseguró que los problemas empiezan desde la recolección, ya que mientras el kilo de latas de aluminio se vende hasta en 12 pesos, el de pet se paga en 4.50 pesos, y hasta hace poco estaba en 0.50 pesos, lo cual desincentiva el reciclaje del plástico.
Por otro lado, el director de la Amee comentó que en México sólo hay cuatro plantas de reciclaje, lo cual resulta insuficiente para reprocesar todo el pet que se genera diariamente.
La planta Industria Mexicana de Reciclaje (IMER), por ejemplo, está ubicada en Toluca y en ella se procesa casi 40% de las 55,000 toneladas de pet que, según datos de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac), se recicla en México anualmente.
Aproximadamente 65% del pet que se procesa en esta planta se reutiliza para nuevos empaques, mientras que el 35% restante lo conforman subproductos como las tapas y etiquetas que, ya separados, se remiten a nuevas cadenas de producción donde se utilizan para la elaboración de objetos como cubetas, bandejas, cepillos, flejes, tarimas.
Coca Cola es una de las compañías refresqueras en México que elabora sus envases con hasta 35% de pet reciclado, lo cual le ha permitido reducir en 45,000 toneladas su consumo de pet en los últimos cinco años.
Elvira Aguilar, responsable del área de asuntos regulatorios y comercialización de productos de Coca Cola México explicó que la resina reciclada destinada para la elaboración de envases, a diferencia de la que se usa para la manufactura de fibras textiles o muebles, debe pasar por estrictos controles de calidad que demuestren su inocuidad, para lo cual la compañía se remite a legislaciones internacionales.
Fuente: Manufactura