Los ataques al Internet de las Cosas (IoT) crecerán cerca del 600%, se estima que se desarrollan 120 millones de nuevas variantes de malware. Por esta razón, se prevé que en 2022 la inversión en seguridad, para hardware, software y servicios, supere los 133 millones de dólares.Para 2020, el IoT contará con 30 mil millones de dispositivos conectados y el 46% de las conexiones Internet serán máquina a máquina. El camino de la digitalización no tiene vuelta atrás.
El mundo concuerda en que no estar conectado presenta riesgos aún mayores, ya que los dispositivos inteligentes pueden alertar de anomalías y proporcionar información en tiempo real que acelera la detección, la respuesta y la recuperación ante los problemas que puedan ocurrir.
Los atacantes no quieren infiltrarse solo en una empresa, sino que quieren manipular todo su ecosistema completo. Ante este escenario, las industrias, y entre ellas la de la alimentación y bebidas, deben enfrentar el riesgo operacional que suponen las ciberamenazas y adoptar un enfoque holístico, que proteja todo su negocio, incluidos la cadena de suministro, los partners y los clientes.
La ciberseguridad es una actividad continua y proactiva, no una tarea puntual y, además, para ser efectiva, debe implicar una transformación en las personas y en los procesos, además en la tecnología.
Este modelo contempla diferentes pasos:
1. La identificación de los ciber riesgos con un registro que incluya todos los activos de alto valor de la compañía. Para mitigar los fallos de seguridad durante esta fase deben tenerse en cuenta tanto los procesos como los empleados y la tecnología.
2. La protección, que supone la implementación de capacidades de Ciberseguridad desde el Diseño y candados digitales que mitiguen el riesgo. Para conseguirlo es vital establecer un proceso de Desarrollo del Ciclo de Vida Seguro, adherirse a los estándares del sector y a las regulaciones gubernamentales sobre ciberseguridad, así como certificar los niveles de ciberseguridad de los productos a través de organizaciones externas cualificadas.
3. En las fases de detección y respuesta, la convergencia de analíticas y de Inteligencia Artificial con la comprensión de expertos en la materia será fundamental para detectar amenazas reales y responder rápidamente, siguiendo planes y protocolos testados para minimizar el impacto.
En este mundo digital, ninguna empresa es una fortaleza. Todas las entidades están expuestas a la amenaza de ciberataques en esta era de convergencia IT/OT, y las compañías del sector de la Alimentación y las Bebidas no son ninguna excepción
Concebir la ciberseguridad como un aspecto empresarial y con un enfoque holístico permitirá mejorar la producción e impulsar la innovación digital.
Fuente: Interempresas