A pesar de que el plástico es la opción principal para muchas marcas, existen alternativas que ofrecen resultados impresionantes, desde los bioplásticos de origen vegetal y las pulpas de fibra hasta el vidrio o el aluminio. Ver más allá de la norma puede ayudar al medio ambiente y ampliar el atractivo de su producto que aparece en los estantes.
Aluminio: revolucionando el mercado
Los envases de aluminio aparecieron por primera vez en el mercado en 1948 y vieron un período de crecimiento en popularidad a lo largo de los años 50 y 60 cuando las cenas televisivas comenzaron a revolucionar el mercado de alimentos.
Según la Federación de Aluminio, la mayor parte del aluminio utilizado en el envasado se presenta en forma de productos laminados, que se utilizan para envases flexibles como láminas finas o como envases rígidos, como latas de bebidas y bandejas.
La fuerza, la flexibilidad y la capacidad de soportar calor y frío extremos son algunos de los beneficios clave para elegir aluminio sobre otras opciones de embalaje.
Las bandejas de aluminio, por ejemplo, se pueden moldear en casi cualquier forma o tamaño. Esto crea oportunidades para desarrollar envases visualmente atractivos que son capaces de soportar el almacenamiento y la cocción incluso de formas incómodas o inusuales. También significa que el empaque puede adaptarse para satisfacer las necesidades de cualquier equipo de proceso de fabricación, como transportadores o brazos robóticos.
El aluminio pude resistir temperaturas de hasta 400 grados centígrados y congelarse a temperaturas tan bajas como menos 400 grados. En todos estos extremos, lo rigidez de la estructura no se ve comprometida, por lo que es un material ideal para muchos productos.
Envasado de pulpa: fibra de primera clase
Otra alternativa que puede producir un aspecto de gama alta, a la vez que respeta el medio ambiente, es el envasado de pulpa de fibra. Se fabrica utilizando materiales 100% preconsumidos como el cartón, y se utiliza a menudo para envasar productos alimenticios de primera calidad.
El envasado de pulpa de fibra es popular en los mercados nórdicos donde las cultura ambiental y verde están bien desarrolladas. Sin embargo, a medida que más clientes, especialmente en Europa, adoptan estilos de vida saludables y ambientalmente conscientes, muchos están dispuestos a pagar precios superiores por las opciones de envases sostenibles.
La pulpa de fibra es ideal para la comida preparada o para el mercado listo para cocinar, ya que el material es frío al tacto cuando se saca del horno o del microondas. También se pueden formar en bandejas que tienen compartimentos sellados, lo que significa que no hay contaminación cruzada entre los componentes de las comidas.
Fuentes confiables: es hora de cambiar
Es el momento de proporcionar a los consumidores opciones de envasado sostenible y ecológicas. Con los informes de GLI Recycling que afirman que cada hogar produce una tonelada de desechados cada año, una cifra que aumenta en un 3% año tras año, significa qué en 25 años, la cantidad de desechos producidos se habrá duplicado.
Mientras que los consumidores indudablemente comenzarán a buscar alternativas de empaque ecológicas en el supermercado el problema de los residuos de plásticos continuará si los fabricantes siguen usándolo para empaquetar sus productos.
Cuando se considera que algunos desechos tienen un uso limitado y finalmente terminan en vertederos durante cientos de años o llegan los océanos, las marcas deben apropiarse de los materiales de embalaje reciclables, y hay muchas opciones.
*Miguel Campos es Gerente de Ventas de Exportación de Advanta.