Un reciente estudio arrojó que el envase a prueba de grasa, en el que se sirven hamburguesas y papas fritas en cadenas de comida rápida en Estados Unidos, puede contener productos químicos fluorados.
Investigadores de Estados Unidos realizaron un nuevo estudio en
envoltorios y envases de comida rápida. La prueba arrojó que el envase a prueba de grasa en el que se sirven hamburguesas y papas fritas puede contener productos químicos fluorados potencialmente nocivos que pueden filtrarse en los alimentos.
En el análisis, sobre la prevalencia de productos químicos altamente fluorados en envases de comida rápida en Estados Unidos, se estudiaron más de 400 muestras de 27 cadenas de comida.
Se analizó en las muestras, consistentes en envoltorios de papel, cartón y recipientes de bebidas, la presencia de una clase de productos químicos llamados sustancias poliinsaturadas y perfluoroalquiladas (PFAS), también conocidas como compuestos perfluorados (PFC).
Estos productos químicos son utilizados en productos antiadherentes, resistentes a las manchas e impermeables, incluyendo alfombras, utensilios de cocina, ropa que se utiliza al aire libre, así como envases de alimentos.
Laurel Schaider, autora de la investigación y química ambientalista en el Silent Spring Institute, en Denver Colorado, dijo que estos productos químicos se han relacionado con numerosos problemas de salud, por lo que es preocupante que las personas estén potencialmente expuestas a ellos en los alimentos.
Los expertos indican que la exposición a algunos PFAS se ha asociado con cáncer, enfermedad tiroidea, inmunosupresión, bajo peso al nacer y disminución de la fertilidad.
Los niños están especialmente en riesgo de efectos sobre la salud debido a que sus cuerpos en desarrollo son más vulnerables a los productos químicos tóxicos, declaró Schaider.
Los investigadores aplicaron una técnica novedosa utilizando espectroscopia de emisión de rayos gamma inducida por partículas (PIGE) para analizar las muestras de flúor, un marcador de PFAS, como se detalla en un artículo sobre el trabajo que se publica en Environmental Science & Technology Letters.
El estudio detalla que el equipo de investigadores descubrió que casi la mitad de los envoltorios de papel (papel con el que se envuelve la hamburguesa y bolsas de productos de pastelería) y el 20% de las muestras de cartón (cajas de las papas fritas y pizza) contenían flúor.
Los envases de alimentos Tex-Mex y las envolturas de postres y panes, en particular, presentaban más probabilidades de contener flúor en comparación con otras categorías de envases.
Tras una revisión por parte de la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos, en 2011 varios de los principales fabricantes estadounidenses aceptaron voluntariamente dejar de usar compuestos C8 en los envases debida al riesgo para la salud.
Aunque los principales fabricantes acordaron eliminar los PFAS de la cadena larga en los productos de consumo, otros países todavía los producen, y muchas compañías los han reemplazado por compuestos PFAS de cadena más corta, algunos de los cuales se detectaron en el estudio.
Por su parte, Arlene Blum, coautora del estudio y fundadora del Green Science Policy Institute, comentó que los compuestos de reemplazo son igualmente persistentes y no se han demostrado que sean seguros para la salud humana: Por ello, necesitamos reducir el uso de toda la clase de compuestos altamente fluorados. La buena noticia es que hay alternativas no fluoradas disponibles.
Los estudios han demostrado que los PFAS de productos de consumo se acumulan en los vertederos y pueden llegar a las aguas subterráneas, lo que puede afectar el suministro de agua potable. En la actualidad, se permite el uso de PFAS en envases de alimentos biodegradables, pudiendo afectar a los niveles en el suelo y las plantas de cultivo.
Fuente: EUROPA PRESS