La evolución de los mercados, los hábitos de consumo y demandas de las personas, así como la competencia, han obligado a las marcas a convertir sus
empaques en más que simples protecciones.
Los empaques activos, como también se les conoce, están relacionados a bienes como alimentos y bebidas, medicamentos, artículos para el hogar, etcétera. Esta inteligencia radica en:
- Mantener la integridad de los alimentos y evitar su descomposición mediante indicadores visuales
- Responder a los cambios del producto e informar de su condición.
- Confirmar la autenticidad del producto para evitar robos y/o falsificaciones.
Larry Lambert, Gerente Senior de Programas de Marketing en Latinoamérica de Manhattan Associates, explicó que es interesante cómo han evolucionado las marcas en este aspecto y los empaques activos incorporan materiales que alargan la vida de los alimentos.
“A nivel logística, permiten hacer un seguimiento del producto, entrega y almacenamiento, ya que se puede indicar la temperatura y comprobar su estado de frescura y madurez”, detalló Lambert.
Comentó que adicional a la funcionalidad del cualquier envase, las empresas deben plantearse que su ventaja competitiva radica en ofrecer a los consumidores un producto que integre diseño, eficiencia en la cadena de suministro y sea amigable con el medio ambiente.
Lambert comentó que hay que considerar también los costos de compra y/o producción, así como de distribución: “Un buen empaque asegura que el producto llegue intacto al consumidor final, por lo que se debe tener en cuenta cuáles son las condiciones de transporte, optimización del espacio, el clima, cómo será almacenado para de esta forma, decidir el mejor material que se no contraponga a la integridad del producto que contiene”.
Los productores buscan interacción entre las personas y sus artículos; es por esta razón que integran tecnología en las etiquetas, como códigos QR, para que las personas tengan un acercamiento mucho más directo al producto; mientras que las marcas obtienen datos y conocen más sobre sus consumidores.
Este tipo de innovación representa la posibilidad de una nueva forma de consumo. Cada vez será más habitual encontrarnos empaques hechos a base de materiales que simplifiquen aspectos del producto y, al mismo tiempo, garanticen la calidad de su contenido. La conservación sin aditivos a los artículos de consumo será uno de los retos que las empresas buscarán lograr y así tener un valor adicionado frente a los rivales.
Fuente: Manhattan Associates