Adicionaron harina de algas a las tortillas y mejoraron el aporte nutricional por su alto contenido de fibra soluble, calcio y carotenoides.Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) elaboraron una tortilla adicionada con harina de algas Ulva clathrata, para desarrollar productos nutritivos que mejoren la alimentación y favorezcan la salud de los mexicanos
Esa tortilla mejora el aporte nutricional por su alto contenido de fibra soluble, calcio y carotenoides, entre otros nutrientes, y en ella trabaja un equipo de especialistas encabezados por el investigador del Centro de Desarrollo de Productos Bióticos (Ceprobi) del IPN, Adrián Guillermo Quintero.
Mediante el proyecto Diseño de un alimento funcional adicionado con Ulva clathrata, se ha elaborado una tostada altamente nutritiva.
Integrar fibra de ese tipo a la alimentación es fundamental para ayudar a mejorar la digestión, suavizar el bolo alimenticio y evitar el estreñimiento, además de que podría coadyuvar en la reducción de los niveles de colesterol y glucosa en sangre, consideró Quintero Gutiérrez.
En un comunicado, el científico señaló que por su composición nutrimental, ese alimento puede formar parte de la dieta de personas con sobrepeso u obesidad y contribuir a mejorar el control de peso corporal, la glucemia y las concentraciones de triglicéridos en sangre.
En cuanto a su consumo por personas sanas, dijo que favorece una alimentación más saludable al otorgar más aporte de fibra, calcio y antioxidantes a su dieta diaria.
El especialista explicó que a partir de una técnica biotecnológica patentada en 1995 por el doctor Benjamín Moll y la doctora Jill Deikman, de la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos, es posible cultivar el alga marina Ulva clathrata con bajos costos y rendimientos muy altos.
Precisó que la técnica permite producir Ulva de calidad óptima en tierras no arables e irrigadas con agua de mar, toda vez que en México existen 2 mil 500 kilómetros de tierras desérticas en estados como Baja California Norte y Sur, Sonora y Sinaloa, las cuales podrían adoptar esa técnica y satisfacer la necesidad nacional y mundial de alimentos funcionales.
El investigador explicó que la Ulva clathrata tiene una composición nutrimental excepcional, ya que su contenido de proteína va del 18 al 30 por ciento, de hidratos de carbono de 34 a 45 por ciento y de fibra soluble 25 por ciento.
Además, tiene un aporte bajo de grasas y un contenido importante de nutrimentos inorgánicos como hierro, calcio, magnesio, manganeso, zinc, potasio, yodo, cobre, sodio y vitaminas B12, B6, C, E, carotenoides, principalmente betacaroteno y luteína, además de niacina y ácido fólico.
Quintero Gutiérrez destacó que el alga de este tipo es muy apreciada en países como Japón, y dado su potencial funcional y las elevadas prevalencias de sobrepeso y obesidad en México, su uso representa una importante fuente en el diseño de alimentos funcionales que estarían en condiciones de tener bajo costo y consumo masivo, como la tortilla de maíz.
Fuente: El Financiero