El tiempo destinado a la comida secundaria (snacking) se duplicó de 15 minutos por día en 2006 a casi 30 minutos en 2008; mientras que el tiempo de consumo de bebidas secundarias se elevó casi en un 90%, de 45 a 85 minutos.
El snacking, especialmente el consumo de bebidas fuera de las comidas regulares, continúa incrementándose entre los americanos, sumando más del 25% de las calorías consumidas por día, de acuerdo a una investigación presentada en el IFT Annual Meeting & Food Expo 2011.
"Entre 1977 y 2006, el snacking en la dieta de los americanos creció, constituyéndose en un completo evento alimentario, o en una cuarta comida, promediando las 580 calorías por día", dijo Richard D. Mattes, Ph.D., profesor de Alimentos y Nutrición en Purdue University.
La suma de los alimentos y bebidas secundarios, consumidos mientras se realiza otra actividad, se ha incrementado. Entre 2006 y 2008, el tiempo que se pasaba comiendo comidas primarias (desayuno, almuerzo y cena) era de casi 70 minutos. Sin embargo, el tiempo destinado a la comida secundaria se duplicó de 15 minutos por día en 2006 a casi 30 minutos en 2008; mientras que el tiempo de consumo de bebidas secundarias se elevó casi en un 90%, de 45 a 85 minutos.
Mientras que el snacking se ha incrementado de forma general, "ha habido un aumento significativo en la suma de calorías consumidas a través de las bebidas", explicó Mattes. Hoy, las bebidas suman el 50% de las calorías consumidas a través del snacking.
De todas maneras, y en general, el snacking no está relacionado con un aumento del peso. De hecho, para algunos grupos etarios, como niños jóvenes y adultos mayores, los alimentos consumidos fuera de las comidas son importantes fuentes de nutrientes y energía, de acuerdo a G. Harvey Anderson, Ph.D., Departamento de Ciencias Nutricionales de la Universidad de Toronto.
"Una definición definitiva de lo que constituye un `snack´, así como más información sobre lo que motiva a los individuos al `snacking´, son dos elementos muy necesarios para una mejor evaluación", expresó Nancy Auestad, Ph.D., del Dairy Research Institute. Mientras no haya una definición de lo que es un snack, los consumidores lo `autodefinen´ y es así que la línea entre snacks y comidas se vuelve borrosa.
El Snacking puede ser parte de una dieta balanceada y saludable, explicó Auestad. "Snacks de buen sabor que provean fibras, vitamina D, calcio y potasio pueden ayudar a los consumidores a alcanzar las ingestas diarias recomendadas".