Según un estudio realizado por la consultora OH! Panel, más del 60% de los argentinos destaca al sabor como el elemento principal por el que consumen esta bebida.
La cerveza no solo es la bebida popular por excelencia. La cerveza es parte de nuestra economía y está presente en todas las regiones productivas de la Argentina, generando más de 114.000 empleos y uno de los niveles de productividad más altos de la industria alimenticia.
Pero, ¿por qué la consumimos tanto en Argentina? A partir de un estudio realizado por OH! Panel a hombres y mujeres de todo el país, se llegó a la conclusión que el 62% de los argentinos considera que el sabor de la cerveza es lo mejor de esta bebida.
Sin dudas, esto está dado por la perfecta combinación de los cuatro ingredientes que la componen: cebada, lúpulo, agua y levadura. No hay que dejar de lado al quinto ingrediente cervecero, los cereales tales como el trigo o el maíz.
Para que sea rica, es necesario que exista un balance adecuado entre los perfiles de la cebada malteada y el lúpulo, generando así refrescancia y tomabilidad. Además, el sabor va a variar dependiendo de los diferentes cereales que se utilicen. Así, por ejemplo, la malta puede ser caramelizada para aportar sabor a chocolate o a café, el trigo le da al producto final más cuerpo y estabilidad y el maíz da como resultado una cerveza de sabor dulce y suave.
Es importante destacar que cada cerveza es concebida en diferentes zonas y momentos, es por eso que llevan ese peso histórico en su creación que se mantiene año tras año, siempre y cuando se respeten los controles de calidad adecuados.
Hay otros factores determinantes del sabor de la cerveza, como por ejemplo la temperatura. Es esencial que esta bebida se consuma entre 5° y 7° grados, ya que si se toma muy fría no se siente el aroma de la misma.
Otro punto clave que determina el sabor, es el vaso donde se toma esta bebida, ya que su forma puede cambiar la concentración de aromas y sabores. Un vaso con boca cerrada, concentra más aromas y mantiene más la espuma. Por el contrario, uno con boca más abierta, diluye más los aromas ya que se mezcla con el aire. Ejemplos de esto serían, para la lager un vaso largo liso y para cervezas robustas sería una pinta inglesa con una boca generosa.
El sabor es tan importante en la cerveza que, además el 72% de los argentinos consideran que añadir esta bebida en la preparación de platos alimenticios brinda nuevos y mejores sabores, como puede ser un pollo a la cerveza o una torta de chocolate con cerveza negra.