El etiquetado inteligente

Además de cumplir con características fundamentales (describir el uso o consumo del producto que contiene; informar de manera gráfica o textual si el contenido puede causar riesgo e informar sobre datos como precio, cantidad, fechas de caducidad, etc.), desde el punto de vista comercial las nuevas tecnologías de información han permitido desarrollar sistemas de etiquetado inteligente. Con la finalidad de ofrecer a los consumidores o usuarios de los productos, una experiencia de compra que promueva la lealtad hacia las marcas.

Podemos encontrar sistemas de etiquetado inteligente a través de las soluciones como las siguientes.

Un código QR (código de respuesta rápida), puede ser considerado como la evolución del código de barras. Es un sistema para almacenar información en una matriz de puntos o en un código de barras bidimensional. La matriz se lee en el dispositivo móvil por un lector específico (lector de QR) y de forma inmediata nos lleva a una aplicación en internet y pudiendo ser un mapa de localización, un correo electrónico, una página web o bien, un perfil en una red social.

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Los códigos QR fueron creados en 1994 por Denso Wave, subsidiaria japonesa en el Grupo Toyota. Actualmente, el uso de esta tecnología es del dominio público y no existe restricción alguna para su uso.

El sistema de etiquetado QR, presenta tres cuadrados en las esquinas que permiten detectar la posición del código al lector. El objetivo principal consiste en que el código permita que su contenido sea leído a alta velocidad. Los códigos QR poco a poco comienzan a tomar una popularidad importante en la comercialización y promoción de productos.

Este sistema de etiquetado inteligente, mediante la identificación por radio frecuencia, consta de etiquetas con un chip para almacenamiento de datos, lectores y un software para procesar los datos almacenados. Estas etiquetas se pueden aplicar a los envases o embalajes. Además, de poder incorporarse en contenedores más duraderos.

Esta tecnología ya cuenta con varios años en el mercado. Sin embargo, el tema de altos costos e infraestructura especializada no ha permitido aplicarse a productos individuales.

La ventaja de este etiquetado inteligente es que, a diferencia de la captura de datos basada en códigos de barras, el sistema RFID puede leer la información de la etiqueta sin que exista ninguna línea de visión ni una orientación determinada. Esto significa que dichos sistemas se pueden automatizar en su mayor parte, reduciendo la necesidad de escanear manualmente los productos o mercancías en una tarima.

Se define como una tecnología donde se puede visualizar en tiempo real y a través de la pantalla de un dispositivo móvil, elementos reales junto con elementos virtuales. Estas etiquetas son impresas principalmente con tecnología digital, donde el elemento real sería la etiqueta del producto y el elemento virtual podría ser un video, un elemento en 3D o una imagen estática. 

La realidad aumentada brinda una muy buena oportunidad para entretener y conectarse socialmente con los consumidores. Poco a poco se ha ido convirtiendo en una herramienta que permite hacer cosas diferentes para atraer la atención de los consumidores, desde contar historias relacionadas con el producto mediante personajes conocidos o no conocidos, hasta facilitar el acceso a redes sociales del producto o la marca.

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Cualquier imagen es válida para colocar contenido de realidad aumentada sobre ella. Anteriormente, se utilizaban elementos predefinidos, conocidos como "markers", con apariencias similares a las de un código QR. En la actualidad, gracias a las nuevas tecnologías para la clasificación de imágenes, la realidad aumentada es mucho más natural, pudiendo utilizarse cualquier elemento del entorno, como el logo de una empresa, una tarjeta de visita, la carta de un restaurante, o el mapa turístico de una ciudad, por citar algunos ejemplos.

* Director General de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE).