El 20% de los habitantes de la Tierra se bene?cia del 80% de los recursos del planeta1, solo este dato ya muestra la insostenibilidad del sistema de consumo en el que estamos inmersos, sin tener en cuenta las evidencias de los impactos ambientales y sociales ocurridos en las últimas décadas.
Cada vez más los consumidores son conscientes de este hecho y por lo tanto de la responsabilidad individual y colectiva que tienen a la hora de adquirir productos. El precio, está dejando de ser el principal criterio de compra a favor de otros, como son los criterios ambientales y sociales bajo los que está diseñado y producido un producto o servicio.
Las empresas conocedoras de esta situación en el mercado, lanzan fuertes campañas de marketing verde junto a sus productos, siendo esta información cuestionable, en muchas ocasiones. Este hecho está recogido bajo el término de greenwashing o lavado verde. El greenwashing hace referencia a la comunicación que una empresa mantiene con sus clientes bajo una línea de ventajas ambientales de sus productos, cuando en realidad no aportan ningún beneficio significativo en términos ambientales.
Un estudio realizado por la consultora canadiense TerraChoice2, puso en evidencia que el número de productos con claims ambientales se había incrementado un 73% del año 2009 al 2010. De los productos identificados, cerca de 95%, mostraban lo que se conoce como los “pecados” del greenwashing. Algunos de estos “pecados” hacen referencia a la comunicación de aspectos ambientales irrelevantes o inexistentes del producto, la falta de pruebas que permitan verificar la afirmación ambiental realizada o el uso de etiquetas falsas.
Sin embargo, las empresas que realmente diseñan y producen sus productos bajo criterios ambientales disponen de diferentes herramientas que les permiten comunicar sus ventajas ambientales y el valor añadido que esto supone para el producto, de una manera clara y transparente hacia los consumidores. Estas herramientas son las denominadas ecoetiquetas o etiquetas ambientales.
Actualmente existen tres sistemas de ecoetiquetado, regulados por las siguientes normas:
- UNE-EN ISO 14024. Etiquetas ecológicas y declaraciones medioambientales. Etiquetado ecológico Tipo I. Principios generales y procedimientos.
- UNE-EN ISO 14021. Etiquetas ecológicas y declaraciones medioambientales. Autodeclaraciones ambientales (Etiquetado ecológico Tipo II)
- UNE-EN ISO 14025. Etiquetas y declaraciones ambientales. Declaraciones ambientales tipo III. Principios y procedimientos.
Esta regulación estimula la demanda de productos con menores cargas ambientales ofreciendo información ambiental relevante, que satisface las necesidades de información fiable por parte de los consumidores. Entre todas ellas, quedan normalizadas las autodeclaraciones ambientales, cuya metodología se recomienda seguir en el proceso de elaboración de este tipo de ecoetiquetado (etiquetado Tipo II), con el objetivo de combatir la publicidad engañosa de los productos.
Las mejoras ambientales que se comunican a través de estos sistemas, en muchas ocasiones pueden alcanzarse a través de un desarrollo del producto bajo la metodología de ecodiseño. El Ecodiseño o Diseño Ecológico se define como la “integración de los aspectos medio-ambientales en el diseño del producto con el fin de mejorar su comportamiento medioambiental a lo largo de todo su Ciclo de Vida3”.
Los productos ecodiseñados son innovadores, con un mejor comportamiento ambiental, pudiendo presentar una calidad igual o superior a su equivalente en el mercado. Por ello, el uso del Ecodiseño es cada vez más importante para las empresas, ofreciendo claras ventajas como la mejora del posicionamiento ante competidores, reducción de costes o la mejora de la imagen de la empresa y el producto.
En concreto en el diseño de envases y embalajes, los materiales plásticos se presentan como una opción a destacar tanto por sus características técnicas y su facilidad de diseño y transformación, como por aportar importantes ventajas ambientales como por ejemplo, la posibilidad de introducir material reciclado, reducción de peso o posibilidad de reciclado al final de la vida útil del producto.
AIMPLAS ha desarrollado una serie de guías que pretende dar luz sobre aspectos de Ecodiseño en materiales plásticos, ayudando al crecimiento del sector del plástico y haciéndolo más competitivo. Hasta el momento, las guías publicadas en esta serie son:
- Guía de Ecodiseño para el sector del plástico. (ISBN: 978-84-6137765-7)
- Guía de Ecodiseño para el sector del plástico: Envase y Embalaje. (ISBN: 978-84-614-5982-7)
- Guía de Ecodiseño para el sector del plástico: Eléctrico-Electrónico. (ISBN: 978-84-614-5788-5)
- Guía de Ecodiseño para el sector del plástico: Mobiliario Urbano. (ISBN: 978-84-615-5086-9)
Esta información ayuda a las empresas que deseen diseñar sus productos bajos criterios ambientales y realizar una correcta comunicación ambiental de sus productos.
Referencias
Fundación IPADE, CECU, Guía de Consumo Responsable y Medio Ambiente (en línea, fecha de consulta 03/08/2012). Disponible en http://www.cecu.es/campanas/medio%20ambiente/ConsSost_web.pdf
2 TerraChoice. Greenwashing Report 2010 (en línea, fecha de consulta 27/07/2012). Disponible en http://sinsofgreenwashing.org/findings/greenwashing-report-2010/
3 Eva Verdejo, Gemma Botica “Guía de Ecodiseño para el sector del plástico: Envase y Embalaje” AIMPLAS 2010. ISBN: 978-84-614-5982-7