Distintos representantes del sector de la salud, gobierno y la industria, se reunieron en un simposio organizado por CEPEA y UCA para profundizar sobre el contexto internacional y las distintas visiones acerca del rotulado frontal de alimentos y su aplicación en Argentina.Ante un auditorio de 400 profesionales de salud, nutrición y alimentos, representantes de gobierno y de la agroindustria, se realizó el primer simposio sobre la Situación del etiquetado frontal de alimentos en Argentina. La iniciativa, a cargo del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), en conjunto con la Pontificia Universidad Católica Argentina, abrió un espacio para conocer las distintas miradas sobre el Etiquetado Nutricional en la Parte Frontal del Envase (ENPFE), el contexto en América Latina y la posible aplicación de una regulación de etiquetado frontal en Argentina.
El encuentro incluyó tres paneles, en los que expusieron distintos expertos en la temática y referentes de otros países que ya aplican etiquetados como Chile y Francia; y un último panel de preguntas y comentarios abierto a un conjunto de especialistas y público general. Para el secretario de Comercio Interior, Ignacio Werner, existen distintas posiciones que necesariamente deben conciliarse; queremos que el resultado sea producto del consenso y llegar a una conclusión que sea favorable, para darle al consumidor las herramientas para que pueda tomar las mejores decisiones, y que eso pueda ir en línea con un objetivo noble que es el de la lucha contra la obesidad. El funcionario ponderó que la reunión se realizara en el ámbito de una Universidad y manifestó las expectativas del gobierno en cuanto a que las conclusiones y recomendaciones de la misma resultaran un aporte a las reuniones interministeriales que se están llevando a cabo.
El primer panel contó con la participación de Irina Kovalskys, pediatra y especialista en nutrición (UCA e ILSI); Sergio Britos, nutricionista, profesor investigador (UBA, UNER y UCA) y director de CEPEA; Victoria Tiscornia, investigadora del área de políticas de alimentación saludable de FIC Argentina; y Cecilia Moreno, coordinadora del Área de Nutrición y Educación Alimentaria de la secretaria de Gobierno de Agroindustria.
En el mismo se abordó cuáles son las características de consumo de la población argentina, cuáles son los alimentos o categorías que conforman la dieta local y qué impacto se espera de la aplicación del etiquetado frontal. Es importante que los consumidores tengan interés en el tema, que estén sensibilizados en relación con el uso de los distintos modelos de etiquetados, estudiar cuál es el que genera mayor preferencia, que perciban su utilidad; que comprendan correctamente la información para que finalmente lo utilicen sostuvo Sergio Britos en relación a los diferentes factores que intervienen a la hora de evaluar la efectividad de un modelo de etiquetado frontal.
El uso del etiquetado, entonces, podrá traducirse en efectos que podrán ser directos, en relación a la compra de productos, indirectos, coyunturales o perdurables y sostenibles en el tiempo, de forma tal que los hábitos alimentarios, los patrones de compra y la calidad de dieta mejoren en el tiempo, agregó.
El segundo panel profundizó acerca de la visión internacional sobre modelos de etiquetado frontal en ejecución, como el modelo chileno de octógonos negros y el francés de escala de 5 colores o NutriScore. En modalidad remota desde Francia participó Pilar Galán, del Instituto Nacional Francés de Investigación Agrícola (INRA) y parte del equipo de investigación de Epidemiología Nutricional; y Samuel Durán Agüero, académico e investigador de la Universidad San Sebastián, de Chile.
En relación con el sistema francés de NutriScore, Pilar Galán señaló su doble objetivo, por un lado, el de ayudar a los consumidores, en particular a las poblaciones más vulnerables, a seleccionar los alimentos de mejor calidad nutricional; y, por otro, promover al mismo tiempo que productores y transformadores mejoren la calidad nutricional de los alimentos que ponen a disposición de los consumidores mediante la reformulación de los productos existentes o de innovaciones alimentarias.
En tanto Samuel Durán Agüero afirmó que el sistema de octógonos, tras su segundo año de aplicación en Chile aún no ha demostrado cambios en la disminución de la obesidad y el sobrepeso de la población chilena. Sí mencionó como un logro hasta el momento la reformulación producida por la industria alimentaria para tener menos sellos negros en sus etiquetas.
Finalmente, el tercer panel de exposiciones estuvo enfocado en la visión de la industria, el comercio y los aspectos regulatorios, y contó con las voces de Mercedes Nimo, Directora Nacional de Alimentos y Bebidas de la Secretaria de Gobierno de Agroindustria; Verónica Risso Patrón, coordinadora del Programa Nacional de Alimentación Saludable y Prevención de Obesidad, dependiente de la Secretaría de Gobierno de Salud; y Nora Engo, consultora en Investigación, Desarrollo y Asuntos Regulatorios, y parte del Departamento de Normativa de COPAL.
Entendemos que las políticas de estado deben generarse en un espacio de diálogo, generando un trabajo intersectorial donde podamos comprender al otro y ponernos en su lugar, sostuvo Mercedes Nimo, y añadió: el rotulado frontal de alimentos es solo un instrumento más para lograr el objetivo de reducir la obesidad. Los cambios culturales llevan tiempo y son transformaciones muy profundas. Queremos construir una Argentina pensando y entendiendo al otro, aseguró Nimo.
La representante de COPAL presentó la propuesta de la industria, basada en el sistema conocido como Guías Diarias o GDA de colores, en tanto Verónica Risso Patrón reafirmó la posición del área de Salud por los modelos de advertencia, aunque coincidió que el etiquetado frontal es solo una más de otras varias estrategias en relación con el freno a la epidemia de obesidad. Comentó que hacia diciembre estarían los primeros resultados de un estudio sobre preferencia de la población por distintos modelos de etiquetado frontal.
Luego de los paneles centrales, tuvo lugar la participación de un Panel Reactivo conformado por 25 especialistas reconocidos que se desempeñan en Colegios profesionales de nutricionistas como los de Santa Fe y Buenos Aires, la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas (AADyND), Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), Asociación de Escuelas de Nutrición de la Argentina (ASEUNRA), carreras o Escuelas de Nutrición de ocho universidades del país, Barómetro de la Deuda Social de la UCA, Facultades de Agronomía y Farmacia y Bioquímica de la UBA, INTI, CESNI, ILSI, CIPPEC, Fundación Directorio Legislativo, Comisión de Salud del HCDN y la Asociación de Consumidores ADELCO.
Varios especialistas opusieron reparos a la propuesta de perfiles nutricionales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y al señalamiento de los alimentos ultraprocesados como foco para la decisión de elección del modelo de etiquetado. Se discutió el concepto de porción o 100 gramos como unidad de medida y la representante de ADELCO se refirió a la necesidad de considerar la situación de los consumidores de menores ingresos en relación con los modelos de etiquetado.
En el cierre del Simposio, Sergio Britos manifestó que éste fue el primer encuentro de esta naturaleza que trata específicamente el tema de etiquetado frontal; que es evidente que son necesarios más estudios y análisis antes de tomar una decisión sobre un modelo en particular y que el mismo debe considerar las características propias del patrón local de consumo y calidad de dieta.
Fuente: UCA/ CEPEA
