La cáscara del crustáceo contiene quitosano, que puede transformarse en envases y bolsas biodegradables.
Investigadores del Harvards Wyss Institute for Biologically Inspired Engineering (Massachusetts) crearon un plástico totalmente biodegradable y que puede obtenerse de la cáscara del camarón.
Ese crustáceo -al igual que los insectos- tiene quitosano, que es el elemento que permite su fabricación. Su uso era común en las industrias farmacéuticas, cosméticas y de alimentos.
El reto que tienen ahora los investigadores de Harvards Wyss Institute for Biologically Inspired Engineering es lograr que el material sea resistente al agua. Ya se hacen experimentos para recubrir con una capa de cera de abeja.
El investigador Javier Fernández dijo a CBS News que los copépodos (pequeños crustáceos que están en el zooplancton) producen cerca de un billón de toneladas de quinina por año.
Fuente: El Comercio