El desarrollo incorpora nanopartículas de selenio en su composición que ayudan a prolongar la vida útil del producto. Este envase, que puede emplearse para líneas de envasado convencionales, fue desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad de Zaragoza y de la Universidad de Complutense de Madrid, además de las empresas Magapor y Samtack.
Este envase alimentario se caracteriza por incorporar propiedades antioxidantes al utilizarse en su composición nanopartículas de selenio, que ayudan a alargar la vida útil del producto y de los alimentos, habiendo sido ya probado exitosamente con productos que son fácilmente oxidables como es el caso de las avellanas, nueces y patatas fritas en aceite de oliva. Unos productos en los que con este envase se ha conseguido alargar su vida útil.
El sistema se basa en que las nanopartículas absorben los radicales libres, que son capaces de atravesar la capa polimétrica de polietileno que es la que está en la parte interior del envase en el que se encuentra el alimento.
Esa absorción es de los radicales libres derivados del oxígeno, que se forman espontáneamente a partir del oxígeno, la humedad y la radiación UV y que son los que inician todas las reacciones de oxidación. De esta manera, a medida que se van formando, van siendo atraídos por las nanopartículas de selenio que están detrás de la capa de polímero.
Las nanopartículas se han incorporado al material adhesivo empleado en sistema multicapas que conforman un envase flexible, ya que la legislación europea prohíbe que las partículas estén en contacto directo con el alimento envasado.
La presencia de estas nanopartículas no migra el contenido, ya que en todos los casos en los que se ha probado se comporta como un buen antioxidante. De hecho, aunque la aplicabilidad de estas nanopartículas está poco explorada, puede presentar un menor riesgo para el consumidor que las nanopartículas de plata que se emplean en algunos países para la preparación de envases activos en la industria alimentaria.
El envase, que está a punto de comercializarse, puede ser utilizado por líneas de envasado convencionales, teniendo la ventaja añadida de que es estable durante más de un mes en almacén.
Este desarrollo ha sido realizado en el marco de los proyectos de investigación Nanoflexipack (subvencionado por el Ministerio de Economía y Competitividad) y Avansecal (financiado por la Comunidad de Madrid y el Programa Europeo FEDER).
Fuente: El Economista España