Las técnicas de serialización y Track & Trace han demostrado su gran eficacia en la lucha contra el fraude en la industria alimentaria y otras industrias como la farmacéutica.El fraude alimentario es el incumplimiento intencionado de la legislación alimentaria respecto de la oferta de productos en cuyo etiquetado se declara una calidad o cantidad inferior o diferente a la señalada en el envase.
De acuerdo con los expertos, la comida falsificada es un problema cada vez mayor a nivel global, impulsado en gran parte por la explosión del mercado digital, ha crecido la venta en línea de productos alimenticios sin apegarse a las normativas.
Los consumidores desean acceder a los ingredientes que aparecen en televisión, pero desconocen dónde comprarlos físicamente, por lo cual recurren a Internet para encontrar lo que buscan.
Un ejemplo es la venta de carne por correo, que están transfiriendo al mercado las empresas que se enfocan en la procedencia y la sostenibilidad, los proveedores legítimos obtienen márgenes del 40%, lo que hace de la falsificación un negocio más atractivo para los delincuentes.
Combatir el fraude alimentario debe empezar en la etapa de procesamiento y en la de empaquetado, antes del proceso de distribución.
En ese sentido, las técnicas de serialización y Track & Trace han sido eficaces en la lucha contra el fraude alimentario, aunque en la industria alimentaria, la inversión se ha limitado a alimentos de gran valor, como el caviar.
El crecimiento continuo del fraude alimentario está impulsando el aplicar las mismas técnicas de trazabilidad en especias, productos cárnicos, aceite de oliva y vino, para los que la falsificación constituye un gran problema y la seguridad resulta fundamental.
La implementación de la tecnología Track & Trace a lo largo de la cadena de distribución podría evitar la falsificación, impulsar la generación de comida sostenible y garantizar la seguridad de los consumidores.
Fuente: Interempresas