Brasil se transformó en el mayor productor mundial de biopolímeros, base de un plástico de carácter vegetal, cuya producción emite menos gases de efecto invernadero.
Los llamados plásticos verdes son obtenidos de la caña de azúcar. La fábrica de este polietileno, funciona desde el año 2010 en el Polo Petroquímico do Sul, ubicado en Triunfo, en el estado de Río Grande do Sul, con una capacidad anual de 200.000 toneladas. El plástico verde es una resina termoplástica, fabricada a partir del etanol común.
"El plástico verde captura y fija hasta 2,5 toneladas de gas carbónico de la atmósfera por cada tonelada producida", señaló a la agencia ambiental Tierramerica, el director de químicos renovables de la empresa Braskem, Marcelo Nunes. Además, este material tiene gran versatilidad para aplicaciones en productos de higiene y limpieza.
Para Braskem, con la producción de este polietileno y de otros productos de la misma línea sustentable, contribuye a reducir más de 750.000 toneladas anuales de dióxido de carbono, lo que equivaldría a plantar y mantener más de cinco millones de árboles cada año. El próximo paso de la empresa es construir y poner a andar en 2013 su primera fábrica de polipropileno verde, que también emplea etanol.
Fuente: UPI Español