Alertas, normatividad y exigencias de etiquetado

Aunque México presenta desafíos y circunstancias particulares, se espera que pueda aprender de la experiencia de otros países de Latinoamérica que han integrado con éxito estas disposiciones.

La Cámara de Diputados avaló en octubre pasado una modificación a la Norma Oficial Mexicana 051 para aprobar el etiquetado frontal, medida que obligará a las empresas de envases y alimentos a colocar leyendas y sellos de advertencia en sus envoltorios. La polémica medida forma parte de una serie de cambios propuestos a la Ley General de Salud que se integran en la estrategia del gobierno federal para reducir los altos índices de sobrepeso, obesidad y diabetes que se viven en el país. 

La modificación a la NOM-051 busca informar a la población sobre el estatus que tiene y cada uno de los alimentos preenvasados (que se fabrican sin la presencia del consumidor final) y ha generado múltiples discusiones al respecto desde que la idea fue presentada por los diputados mexicanos. La modificación de esta NOM busca establecer la información comercial y sanitaria que debe contener el etiquetado del producto, así como determinar las características de dicha información y establecer un sistema de etiquetado frontal.

La discusión sobre el etiquetado frontal en los alimentos inició en octubre pasado en el pleno de la Cámara de Diputados. Allí, la medida de modificación a la NOM se aprobó con 458 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones. La propuesta después pasó al Senado, donde finalmente también fue aprobada. 

Con este aval, México se suma a Chile, Perú y Uruguay como los únicos países de la región que utilizan este tipo de advertencias en las etiquetas como medida para prevenir la obesidad y la diabetes. En términos generales, la iniciativa aprobada por los diputados establece que:

1. Los alimentos o productos alimenticios que contengan en su composición nutricional calorías, sodio, azúcares o grasa saturada en cantidades superiores a las establecidas deberán contar con un etiquetado de advertencia en la superficie frontal de su envoltorio. Lo mismo aplica para productos que hayan sido adicionados con sodio, azúcares o grasas saturados y su contenido supere el valor establecido por la Secretaría de Salud. 
2. Dejarán de usarse las llamadas “pilas nutrimentales” (GDA) en favor de un símbolo octogonal de fondo en color negro y borde blanco. Un nuevo esquema de etiquetado frontal basado en nutrientes críticos y el concepto de perfiles nutricionales. La NOM establece límites para grasas saturadas, grasas, trans, calorías, azúcares y sodio. La disposición incluye la información nutrimental complementaria y leyendas precautorias. La información nutrimental complementaria debe realizarse utilizando sellos. La leyenda de este octágono será “alto en grasas saturadas”, sodio, azúcares o calorías, en uno o más símbolos independientes según corresponda. 
3. Las etiquetas o contra etiquetas de alimentos y bebidas no alcohólicas deben proporcionar información clara y de fácil comprensión sobre los ingredientes que contienen. 
4. Los elementos publicitarios de los alimentos y bebidas no se considerarán parte de la etiqueta. 
5. Este etiquetado frontal debe hacerse de forma separada e independiente a la tabla de ingredientes e información nutricional que se utiliza actualmente. También deberá indicar si se trata de alimentos genéticamente modificados. 

Si bien la modificación cumple con las tendencias globales de salud pública y etiquetado frontal, la propuesta ha sido recibida con reserva por parte de los principales protagonistas de la industria. “Existe preocupación en la industria alimentaria porque se espera la disminución en las ventas de productos que contemplen algún sello y, con esto, la pérdida de empleos”, comentó Lucas Ruiz, gerente técnico de U.V. Márquez y Moncada, en entrevista para FoodPack- Énfasis Alimentación. 

“Hoy en día, la legislación es contradictoria, existen incongruencias regulatorias, ya que por un lado está el Artículo 25 del Reglamento de Control Sanitario y Servicios (RCSPyS), que establece el etiquetado de productos con GDA, y la nueva modificación establece la presencia de pictogramas y leyendas de advertencia”. 

Estas circunstancias, afirman los expertos, podrían vislumbrar un marco jurídico contradictorio, lo que podría derivar en la presentación de amparos ante la nueva ley por parte de las empresas. Mientras se aclara este escenario, en la mesa de debate uno de los principales temas es el de los desafíos y retos a corto y mediano plazo que una ley como esta supone para el mercado alimentario en México. 

¿Cuál es la información que verá el consumidor plasmada en los envases de alimentos y cuál su impacto a corto plazo? “Los retos están, principalmente, en la elaboración de productos mucho más enfocados a los requerimientos gubernamentales”, comentó Hiram Cruz Cortés, Director General de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE). 

“El impacto se relaciona también con el diseño del envase, definitivamente. Lo que establece la norma es un cambio de información de contenido de grasa, sodio, azúcares (pilas nutrimentales). Esto se hacía con el porcentaje de cada uno de estos elementos en el producto. Cambiar esas pilas a hexágonos es lo que norma establece, así como sus dimensiones”. 

En la opinión del directivo de AMEE, la norma también establece que estos hexágonos deben estar al frente de la etiqueta, en la superficie frontal de exhibición. Esto resta valor agregado a la presentación de los productos. 

“Se trata de un tema fundamental en términos de diseño y publicidad. En las nuevas regulaciones se propone eliminar el uso de algunos personajes o elementos gráficos que anulan una de las principales funciones del envase: poder distinguir entre productos similares o análogos a través de estrategias de mercadotecnia”. 

Ante el panorama complejo, como era de esperarse, la reacción de la industria no ha estado libre de reservas. 

“Sin duda, el tema está dividido. Se tiene la percepción de que la norma castiga la competitividad en cuanto a lo que se ofrece en diseño del envase. Se estandariza, además de que parece enfocado de forma agresiva a los aspectos negativos que pueda tener un alimento más que a sus bondades”, abundó Hiram Cruz. 

“La industria no se opone a las medidas de envase frontal, pero sí busca disminuir la impresión negativa que parece tener la propuesta de la norma y lograr un diseño mucho más amigable. Los industriales entendemos y estamos conscientes de la importancia del tema de la información. El consumidor tiene que estar cada vez más informado, debe tener conocimiento de causa de lo que está adquiriendo. Sobre todo cumpliendo con el objetivo del gobierno de tener una población mucho más sana, pero a través de elementos que permitan incrementar y no limitar la competitividad”. 

“El objetivo de la AMEE es poder llegar a un punto intermedio en el que se cumpla lo establecido y que los fabricantes puedan promover sus productos, pero no de una manera que el consumidor se sea agresivo”.

Aunque México presenta desafíos y circunstancias particulares, se espera que pueda aprender de la experiencia de otros países de Latinoamérica que han integrado con éxito estas disposiciones. En Chile, por ejemplo, la Ley 20.606. Sobre la composición nutrimental de los alimentos y publicidad, entró en vigor el 27 de junio de 2016. 

La normativa incluye el uso de un nuevo etiquetado frontal y, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud del gobierno chileno, ya ha obtenido resultados positivos. Con la legislación se logró que la industria reformulará 17.7% de sus productos para evitar que les coloquen sellos en los empaques cuando superan los límites establecidos de azúcares, grasas saturadas, sodio y calorías. 

También se redujo, en promedio, 25% de azúcares y entre 5 y 10% de sodio en productos preenvasados. De igual forma, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) concluyó que la medida no afectó el empleo, ni los salarios en el sector, especialmente porque las políticas chilenas incentivan el cambio en la industria alimentaria.

No todo está dicho sobre la modificación a la NOM-051, se espera que la industria exija precisiones en la redacción del proyecto, así como la eliminación de lo que muchos consideran lagunas para su cumplimiento regulatorio. En la etiqueta, por ejemplo, los alimentos y las bebidas no alcohólicas que cumplan con información nutrimental complementaria no deben incluir en forma escrita, gráfica o descriptiva, que su uso, sus ingredientes o cualquier otra característica están recomendados o respaldados por organizaciones profesionales. 

“¿Se imaginan un Bimbo sin su osito o un Chocomilk sin Pancho Pantera? La regulación prohíbe el uso de personajes, dibujos, celebridades, regalos, ofertas, juguetes o concursos, ofertas con el precio o contenido del producto, juegos visualesespaciales o anuncios en redes sociales que fomenten el consumo de aquellos productos que incluyan algún sello de advertencia”, advirtió Lucas Ruiz.