De acuerdo con la encuesta "Desarrollo Sostenible en México 2018" de KPMG en México, en la última década la sostenibilidad ha ido cobrando relevancia, pues 47% afirma que su organización emite un reporte de sostenibilidad.
Por quinta ocasión, KPMG en México desarrolla este estudio para monitorear el nivel de comprensión y evolución del concepto de sustentabilidad para el fortalecimiento de la economía y de la sociedad en general, el cual abarca tres aspectos: balance económico, ambiental y social a largo plazo, y no solo verde y altruista. En esta ocasión se incluyó la opinión de 143 altos directivos en el país de empresas, 74% de ellas de capital mexicano, de diversos sectores económicos.
En ese sentido, Jesús González, Socio Líder de Asesoría en Sostenibilidad de KPMG en México, señaló: Desde hace ya una década, la sustentabilidad o sostenibilidad es un paradigma que ha experimentado cambios importantes: pasó de estar vinculado exclusivamente a los aspectos ambientales y de Responsabilidad Social Corporativa para convertirse en un fenómeno enriquecido por factores internos y externos que pueden comprometer la supervivencia de las organizaciones en el largo plazo.
Entre los resultados que arrojó el estudio destacan:
Al calificar el nivel de madurez de la sostenibilidad en las empresas, 70% de la muestra se percibe en un nivel alto o medio (24% madurez alta y 46% madurez mediana), porcentaje superior a la edición anterior.
El tema comienza a ser reconocido en el ámbito de la gestión de riesgos, al respecto 50% de los directivos declara que esta materia se gestiona en los consejos de administración y comités especializados (39% en 2016), aunque es de destacar que 45% lo aborda a veces y, además, no de manera formal ni como parte de la agenda, mientras que solo 5% no lo conversa.
Tener información no es suficiente: esta se debe analizar para lograr un balance en temas ambientales y sociales, pero a la vez con retorno económico y manejo del riesgo. De hecho, cuando se consideran los riesgos que pueden poner en entredicho la sostenibilidad de una empresa o gobierno, uno de los factores más importantes -y no siempre considerado de manera integral- son los stakeholders. Según la encuesta, 54% de los encuestados tiene identificados claramente a estos grupos, y 31% los tiene categorizados por su relevancia y, en consecuencia, tiene mayor capacidad de coordinación y gestión de los mismos.
Por otro lado, los riesgos y posibles impactos deben ser pro activamente controlados. Los resultados muestran que 18% de las organizaciones aún no identifica los temas más críticos en lo ambiental y social. Aunque 41% hace un esfuerzo al respecto, este es aún parcial y no estratégico. El porcentaje de quienes sí lo hacen de manera integral ha incrementado significativamente a 41% (en comparación con 23% de 2016).
Se observa un crecimiento en medición y gestión en los últimos años, lo cual es positivo, aunque limitado a temas ambientales y económicos; lo social no debe ser relegado, comentó Jesús González. Al respecto, ante la pregunta En su planeación estratégica e indicadores del tablero de control Balanced Scored Card (BSC), ¿incluye el concepto de sostenibilidad?, 39% de los encuestados sí lo incluye, mientras que 23% indica que no; cabe señalar que 20% indica que lo hace parcialmente, aunque solo en aspectos económicos y ambientales.
En México los temas sociales relacionados con comunidades y grupos de interés se han vuelto oportunidades y riesgos para muchas empresas, puntualizó Jesús González.
Al preguntarle a las empresas si emiten un reporte de sostenibilidad o tienen algún tipo de comunicación formal con sus stakeholders, casi 5 de cada 10 mencionan que utilizan medios formales. Existen diferentes estándares de reporte y operación que utilizan las organizaciones, entre las que se encuentran los Objetivos de Desarrollo Sostenible, visión 2030 (32%); 10 Principios del Pacto Mundial (28%); Global Reporting Initiative (20%); ISO26000 (18%); AS8000 (2%); y AA1000 (2%).
Ley General de Cambio Climático (LGCC) y CO2
En línea con la situación global, México se ha impuesto el compromiso de reducir en 30% sus emisiones de CO2 y Gases de Efecto Invernadero (GEI) para 2020, y en 50% para 2050. Sin embargo, ante la Ley General de Cambio Climático (LGCC), solo 28% de los encuestados comprende su responsabilidad y situación, y solo 30% cuenta con un inventario de CO2.
En este sentido, el Registro Nacional de Emisiones (RENE) fue establecido por la LGCC y su Reglamento. El propósito es compilar la información en materia de emisión de compuestos y gases de GEI de diferentes sectores productivos. A partir de 2018, el reporte será obligatorio para todas las compañías que emitan más de 25,000 toneladas de CO2e por año. De acuerdo con la encuesta, se visualiza que algunos grupos sí están considerando generar inventarios a futuro (36%); sin embargo, pareciera que todavía existe camino recorrer para las empresas mexicanas en este ámbito, ya que casi 5 de cada 10 empresas no se sienten preparadas para reportar su información al RENE.
La sostenibilidad no debe ser entendida como algo complejo o solo para empresas grandes. La sostenibilidad es que las organizaciones permanezcan en el largo plazo e implica gestión reputacional, ahorro a través de energía y reducción de riesgos regulatorios. La sostenibilidad es una estrategia que contiene preocupaciones transversales. Una empresa no será sostenible solo por su reporte de emisiones o por una práctica inclusiva: lo será cuando pueda entender que forma parte de un todo complejo en el que convergen factores como los recursos naturales, el comercio internacional, los flujos migratorios y los avances tecnológicos, acotó Jesús González, Socio Líder de Asesoría en Sostenibilidad de KPMG en México.
"Para el caso específico de la industria de alimentos, el término sustentable impacta de tal manera que en todos los eslabones de la cadena de producción se están incluyendo procesos y metodologías para cuidar la energía y ahorrar el agua, como dos puntos ambientales importantes. Cabe destacar que hoy en el tema alimentos hay una transformación total, quizá en dos partes: la producción, donde hay, por ejemplo, una critica en el tema de cárnicos, porque cada vez que se come un filete se traduce en gran cantidad de agua, y cuando se ve todo ese consumo de recursos, entonces hay un caos en el tema económico", refiere González.
"El segundo tema es el agro, donde también el tema agua es fundamental, así como el uso de fertilizantes, tratamientos, los cuales generan un estrés en cuanto al cambio climático y social, que economicamente tiene un impacto, por el aumento de costos de productos e incremento de los commodities. Por lo que la producción y el agro tiene un reto fuerte y la sustentabilidad juega un papel relevante para encontrar soluciones a estas problemáticas", finaliza.
Fuente: KPMG México