Aceite de krill: la nueva generación de omega-3

El aceite de krill es una forma limpia y pura de obtener omega-3 sin la necesidad de agregar conservantes o aditivos, pues la astaxantina es un antioxidante natural que protege y mantiene el aceite fresco. Representa una valiosa fuente de PUFAs n-3, siendo la llamada tercera generación de omega-3. Los suplementos con este aceite son seguros y bien tolerados.
La asociación entre el consumo de pescados, mariscos y crustáceos con diversos efectos benéficos a la salud, desde nuestro corazón, hígado, cerebro, ojos e incluso la piel, han sido reportados en varios estudios epidemiológicos y ensayos clínicos. Estos efectos se atribuyen principalmente a los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena larga (PUFAs n-3) abundantes en los pescados, mariscos y crustáceos, y en particular por su contenido de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) (1).

Los informes sobre los beneficios de salud han llevado a una mayor demanda de los productos que contienen PUFAs n-3 marinos. Sin embargo, dado que el pescado es un recurso limitado y con sustentabilidad riesgosa, existe un creciente interés en la explotación de fuentes alternas de PUFAs n-3 marinos (3-4).

Casi del mismo tamaño que un clip de papel promedio, el krill es un pequeño crustáceo parecido a un camarón que pasa la mayor parte de su vida alimentándose de algas microscópicas. Desempeñan un papel clave en el ecosistema oceánico como parte integral de la supervivencia de muchas especies marinas.

El krill se encuentra en todos los océanos del mundo, sin embargo, la especie más grande, Euphausia Superba, se reúne en enormes enjambres en las aguas alrededor de la Antártida que pueden extenderse a más de 30 km de ancho y 10 km de profundidad (ver imagen 1 del documento relacionado). Estos enjambres son tan grandes que en realidad se pueden ver desde el espacio. El aceite de krill es una rica fuente de PUFAs n-3, incluyendo EPA y DHA, fosfolípidos, colina y astaxantina.

La recolección de krill en el océano antártico no es una tarea fácil, los mares agitados y las condiciones climáticas impredecibles presentan un entorno implacable en el que operar, y esto requiere una configuración logística extensa para poder realizar el trabajo, por lo que no todas las empresas puedan realizar dicho trabajo de manera sustentable (ver imagen 2 del documento relacionado).

Como los recursos del mundo se están agotando lentamente, nunca ha sido más importante asegurarse de que los productos que consumimos sean sustentables y buenos para el planeta. La pesquería de krill antártico está altamente regulada y clasificada como una de las pesquerías mejor administradas del mundo por la SFP (Asociación de Pesca Sostenible) (ver imagen 3 del documento relacionado).

En la selección de qué aceite de krill consumir, es crucial revisar que la sustentabilidad sea un factor en la ecuación a evaluar, ya sea que dicho parámetro sea el núcleo de operaciones de la empresa fabricante o que se cuenten con procesos, certificaciones o afiliaciones relacionadas a la sustentabilidad que garanticen que solo se capture krill de las áreas y volúmenes permitidos, así como también se aseguren que protegen otras especies marinas y aves.

Otro factor importante a considerar es la trazabilidad desde el océano hasta su lugar de comercialización, lo que significa que pueda rastrear cada cápsula hasta el lugar donde se recolectó mediante coordenadas GPS. La transparencia de las operaciones y la responsabilidad corporativa son vitales para crear productos confiables y valorados que garanticen la longevidad de la industria, los productos y la salud del planeta y sus ecosistemas.

A diferencia de la mayoría de otros aceites de origen marino o vegetal, la mayor parte de EPA y DHA en el aceite de krill se encuentra naturalmente conjugado a fosfolípidos (PL) y no en forma de triglicéridos (TG), como el aceite de pescado (5-6) (ver figura 1 del documento relacionado).

Esa configuración única, permite que no se tenga retrogusto o comúnmente llamados “eructos” tras la ingesta del producto, debido que los PL se mezclan con los jugos gástricos y se metabolizan por enzimas fosfolipasas hasta el intestino, lejos de la boca del estómago y evitando reflujo o malos olores.

Los PLs que de manera natural contiene el aceite de krill, al ser molecularmente la misma estructura química con la que las membranas celulares de bicapa lipídica están formadas, su bio-disponibilidad para el cuerpo es mayor, permitiendo al omega-3 ser absorbido por los órganos objetivo como el corazón, el cerebro y el hígado, donde ejercen sus efectos benéficos (7).

La presencia de PLs en el aceite de krill podría ser de importancia no sólo como un vehículo para trasportar EPA y DHA a los tejidos, sino también para la reducción de colesterol sérico y del hígado y los niveles de TG, mientras que aumentan el HDL. Los PLs podrían ejercer estos beneficios al afectar la excreción biliar de colesterol, la absorción intestinal de colesterol y la expresión de genes para el metabolismo de lipoproteínas (8-11).
 
La mayoría de las personas no obtienen suficiente omega-3 de su dieta debido a diversas razones: no comer suficiente pescado graso, no gustar del pescado, el vegetarianismo y el veganismo. Esto significa que a menudo optan por tomar un suplemento dietético para ayudar a llenar este vacío. En distintos estudios se muestra que los PUFAs n-3 a partir de aceite de krill en forma de PL se absorben fácil y efectivamente después de la ingestión y son posteriormente mejor distribuidos en la sangre y en los órganos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
1.    Stine M. Ulven; Bente Kirkhus; Amandine Lamglait; Samar Basu; Elisabeth Elind; Trond Haider; Kjetil Berge; Hogne Vik; Jan I. Pedersen. (2011). Metabolic Effects of Krill Oil are Essentially Similar to Those of Fish Oil but at Lower Dose of EPA and DHA, in Healthy Volunteers. Lipids, DOI 10.1007/s11745-010-3490-4, 37–45.
2.    Tou JC, Jaczynski J, Chen YC (2007). Krill for human consumption: nutritional value and potential health benefits. Nutr Rev 65:63–77.
3.    Balk EM, Lichtenstein AH, Chung M, Kupelnick B, Chew P, Lau J (2006). Effects of omega-3 fatty acids on serum markers of cardiovascular disease risk: a systematic review. Atherosclerosis 189:19–30
4.    Harris WS (1997). n-3 fatty acids and serum lipoproteins: human studies. Am J Clin Nutr 65:1645S–1654S
5.    Araujo P, Zhu H, Breivik JF, Hjelle JI, Zeng Y. (2013). Determination and Structural Elucidation of Triacylglycerol in Krill Oil by Chromatographic Techniques. Lipids Nov 5 2013, E-pub ahead of print.
6.    Schuchardt JP, Schneider I, Meyer H, Neubronner J, Von Schacky C, Hahn A. Incorporation of EPA and DHA into plasma phospholipids in response to different omega-3 fatty acid formulations- a comparative bioavailability of fish oil vs. krill oil. Lipids Health Dis 2011;10:145
7.    Berge Kjetil, Musa-Veloso Kathy, Harwood Melody, Hoem Nils, Burri Lena (2014). Krill oil supplementation lowers serum triglycerides without increasing low-density lipoprotein cholesterol in adults with borderline high or high triglyceride levels. Nutrition Research 34:126-133.
8.    Winther B, Hoem N, Berge K, Reubsaet L. (2011). Elucidation of phosphatidylcholine composition in kirll oil extracted from Euphausia superba. Lipids 2011; 46:25-36.
9.    Sahebkar A. (2013). Fat Lowers Fat: Purified phospholipids as emerging therapies for dyslipidemia. Biochim Biophys Acta 1831;2013:887-93.
10.     Desgupta S, Bhattacharyya DK. (2007). Dietary effect of eicosapentaenoic acid (EPA) containing soyphospholipid. J Olea Sci 2007;56:563-8.
11.    Shirouchi B, Nagao K, Inoue N, Ohkubo T, Hibino H, Yanagita T. (2007). Effect of dietary omega-3 phosphatidylcholine on obesity-related disorders in obese Otsuka Long-Evans Tokushima fatty rats. J Agric Food Chem 2007; 55:7170-6.

(*) Autor: Isabel Romero, Business Manager NExtwelltive® de NaturaExtracta. México.
Crédito foto: NaturaExtracta