En la actualidad, las tendencias de consumo en el sector de alimentos y bebidas están fuertemente influenciadas por las características y preferencias de las generaciones más jóvenes: la generación Alfa y la generación Z. Quienes están marcando la pauta de la innovación en el mercado global.
Aunque las diferencias entre ambas generaciones se difuminan en algunos aspectos, sus patrones de comportamiento y expectativas presentan puntos claves que la industria de alimentos y bebidas debe tomar en cuenta para satisfacer las demandas futuras.
Tendencias en alimentos y bebidas para la generación Alfa y generación Z
A continuación, se presentan las principales tendencias de consumo proyectadas para 2025, respaldadas por fuentes y estudios que analizan el comportamiento de estos consumidores emergentes.
1. Búsqueda de alimentos saludables y funcionales
De acuerdo con un estudio de Mintel, para la generación Alfa y la generación Z, la salud es un tema primordial. Los consumidores jóvenes demuestran un mayor interés en alimentos que contribuyen a su bienestar físico y mental, tales como alimentos funcionales, suplementos nutricionales y bebidas enriquecidas con vitaminas, proteínas o probióticos.
Este énfasis en la salud y la nutrición se debe en gran medida a la creciente conciencia sobre la importancia de hábitos alimenticios balanceados y la popularidad de influencers digitales que promueven estilos de vida saludables.
Dentro de esta tendencia, se espera que el mercado de alimentos naturales y orgánicos experimente un crecimiento constante.
Según datos de Nielsen, aproximadamente el 65% de los integrantes de la generación Z encuestados en América Latina expresaron su preferencia por productos con ingredientes naturales y etiquetados de manera transparente.
Para 2025, se prevé que este porcentaje aumente conforme las marcas ofrezcan productos que satisfagan demandas específicas de salud, al tiempo que comuniquen con claridad sus beneficios.
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2. Compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social
Otra de las tendencias más destacadas es la creciente conciencia ambiental y el deseo de apoyar marcas socialmente responsables.
La generación Z, en particular, ha sido reconocida por su interés en cuestiones como el cambio climático, la reducción de residuos plásticos y la adopción de modelos de producción más sostenibles.
La generación Alfa, influenciada en gran medida por el activismo y los contenidos en redes sociales, está creciendo con valores similares e incluso más arraigados en la sostenibilidad.
Este compromiso con la protección del medio ambiente se traduce en una demanda de empaques ecológicos, ingredientes con trazabilidad certificada y prácticas de comercio justo.
Por ejemplo, un estudio de McKinsey & Company destaca que el 78% de los jóvenes entre 14 y 22 años consideran “muy importante” la responsabilidad social de las marcas de alimentos y bebidas al momento de tomar decisiones de compra.
Como resultado, las empresas que busquen atender a estos segmentos deberán priorizar la reducción de huella de carbono, la adopción de fuentes de energía renovable y la certificación de buenas prácticas agrícolas.
3. Preferencia por dietas basadas en plantas y alternativas proteicas
La inclinación hacia opciones más sostenibles, unida a la búsqueda de bienestar personal, ha impulsado un notable aumento en las dietas basadas en plantas.
Además, la demanda de productos veganos y vegetarianos se ha visto reforzada por la gran exposición mediática de atletas, artistas y creadores de contenido que promueven este tipo de alimentación.
En este escenario, las proteínas alternativas y los sustitutos de lácteos y carne se presentan como un mercado en crecimiento.
De acuerdo con un informe de Euromonitor International se proyecta que el sector de proteínas vegetales se expanda a un ritmo anual cercano al 8% entre 2023 y 2027, especialmente en regiones como América del Norte y Europa Occidental, pero con creciente penetración en mercados emergentes de América Latina y Asia.
Este crecimiento se basa en la demanda de productos que no solo sean saludables y bajos en impacto medioambiental, sino que ofrecerán un sabor y una textura similar a los productos de origen animal.
4. Digitalización de la experiencia alimentaria
Las generaciones Alfa y Z han crecido en un entorno digitalizado y están acostumbradas a acceder a la información y los productos de forma inmediata.
Statista prevé que para 2025 el comercio electrónico sea un canal fundamental de compra de alimentos y bebidas, potenciado por aplicaciones móviles, plataformas de entrega a domicilio y experiencias de realidad aumentada que permiten personalizar los pedidos.
De igual forma, estas generaciones muestran interés por las tecnologías que facilitan el control de la salud y la nutrición, como aplicaciones que realizan un seguimiento de calorías y macronutrientes o dispositivos portátiles que registran la actividad física y las constantes vitales.
Este panorama abre oportunidades para que las marcas desarrollen productos y servicios digitales que proporcionen información detallada sobre la cadena de suministro, recomendaciones nutricionales y asesoría personalizada.
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5. Personalización y conveniencia
La preferencia por productos adaptados a las necesidades individuales es especialmente relevante entre los consumidores jóvenes. Tanto la generación Alfa como la generación Z buscan soluciones que se ajustan a sus ritmos de vida y preferencias únicas, valorando la conveniencia y la flexibilidad, según Nielsen.
Por ejemplo, hay un auge en la oferta de kits de comida, suscripciones de snacks saludables y listas de bebidas para consumir que facilitan el día a día de los consumidores sin descuidar su salud.
Asimismo, las plataformas de entrega y las aplicaciones de comida rápida continúan en expansión, lo que refleja la necesidad de inmediatez y comodidad en la experiencia de compra.
Según un estudio de Deloitte (2023), el 70% de los consumidores jóvenes prefiere comprar online al menos una vez a la semana, y se espera que esta cifra aumente a medida que las soluciones tecnológicas se integran de manera más orgánica en la vida diaria.
Ante estas tendencias, la industria de alimentos y bebidas enfrenta el reto de adaptarse a un nuevo perfil de consumidor que exige transparencia, sostenibilidad, salud y flexibilidad en cada punto de la cadena de valor. Para 2025, las marcas que logren diferenciarse serán aquellas que:
- Integren criterios de responsabilidad social y sostenibilidad como parte de su estrategia corporativa.
- Ofrezcan alimentos saludables y funcionales que responden a las necesidades físicas y emocionales de los consumidores jóvenes.
- Amplíen su portafolio de proteínas alternativas y opciones basadas en plantas.
- Fomenten la personalización y conveniencia mediante la adopción de herramientas digitales y plataformas de comercio electrónico.
- Garanticen una experiencia de marca coherente, auténtica y atractiva en los entornos digitales, donde la narrativa y la comunicación transparente juegan un papel esencial en la fidelidad de los consumidores.
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