10 principios fundamentales para una buena innovación alimentaria 

La conferencia magistral “Reinventando el modelo de innovación en la industria Alimentaria”, en el marco de FI Europa Connect 2020, estuvo a cargo de Gil Horsky, Director de Innovación para SnackFutures en Mondelez International. Brindó pautas y 10 principios fundamentales para una buena innovación alimentaria.

Actualmente, Gil crea productos y snacks innovadores que son buenos para la gente y compartió el modelo de innovación que usan y que reinventaron recientemente en la compañía.

Los expertos de la industria son conscientes de que hay un énfasis cada vez mayor en los consumidores hacia el bienestar. Tal vez la primera generación de consumidores se orientó al comercio natural, orgánico y justo. Y ahora buscan alimentos y bocadillos que sean más funcionales y que realmente puedan brindarles beneficios, como energía y sueño. Otro de los puntos importantes es la revolución digital. A partir del Covid 19 se vio un gran aumento del comercio electrónico y de la capacidad de pasar de las tiendas físicas a comprar en línea.

Antes de la pandemia mucha gente estaba muy ocupada conduciendo a su trabajo, llevando a sus hijos a la escuela, yendo desde diferentes partes metropolitanas de la ciudad. Y dejar esa rutina ha creado un cambio muy grande en la forma en que consumimos, pasando de tres comidas al día a muchas comidas.

Otra de las características es la de los segmentos con ingresos cambiantes. Pero también estamos viendo otra tendencia que estaba ocurriendo en los últimos años, y es que son muchas las empresas de alimentos y bebidas que están invirtiendo menos en innovación y en I + D. Entre 2012 y 2013 la industria solo se centró en la eficiencia y la reducción de costos. Pero, por otro lado, en la industria de alimentos y bebidas, el gasto en marketing fue muy significativo.

Hay un viejo modelo de innovación creado por el profesor Robert Cooper, quien expuso la metodología Stage-Gate. Es un proceso para el desarrollo de nuevos productos (NPD) por medio del cual se crea valor partiendo de las mejores ideas de una organización y transformándolas en productos. Por alguna razón no todos hemos sido lo suficientemente innovadores y estamos usando este modelo bastante anticuado.

“Tenemos que repensar el modelo de innovación y pensar en un proceso mucho más ágil y rápido, con el buen ejercicio del brainstorming”, opinó Horsky. Y todas estas cosas (menos inversión en innovación, en I + D y procesos de innovación que no han cambiado), en realidad crearon algo interesante. Permitieron a las marcas más pequeñas y a los emprendedores ganar cuota de mercado entre los jugadores más grandes y convertirse en empresas más grandes por sí mismos. Hay varias razones para ello:

1. Costos de marketing más baratos: en el pasado, la empresa tenía que ir a hacer publicidad en televisión y tenía que tener un gran presupuesto. Hoy ya no es necesario. El marketing puede ser muy barato, desde redes sociales o incluso YouTube.
2. Las grandes empresas estuvieron muy ocupadas consolidando e impulsando la eficiencia, lo cual permitió que las marcas más pequeñas crecieran.
3. Surgió la noción de buscar costos de distribución a través de Amazon, directamente al consumidor o incluso trabajar con los minoristas que son muy amigables con las empresas emergentes. Podría ser un pequeño emprendedor y puede vender en línea a través de Amazon o de su propio sitio web. O incluso hay muchos retails como Whole Foods, Costco y Tesco, a los que les encanta trabajar con marcas más pequeñas.
4. El cambio hacia el bienestar. Hay una demanda cada vez más fuerte de ser auténticos.

Las marcas más pequeñas que comenzaron de abajo hacia arriba abordaron estos puntos. Y lo realmente interesante es que hoy pueden subcontratar todo: la fabricación, la distribución e incluso algunas partes del marketing.

¿Podemos realmente darle la vuelta al modelo de innovación?

Como ejemplo, el caso de SnackFutures de Mondelez tiene un enfoque diferente a como funcionaba el modelo de innovación tradicional en las grandes empresas de alimentos:

• Son ágiles, rápidos y experimentales.
• En lugar de tener procesos largos, son curiosos y colaborativos. Constantemente hacen preguntas y trabajan con socios externos.
• Valoran y celebran el progreso sobre la perfección.

“El gran modelo de innovación alimentaria tiene que ver con la perfección. Y lo he hecho durante años. Es una investigación tras otra investigación y realmente se necesita que todo sea 100% perfecto hasta el lanzamiento. El único problema es que al momento del lanzamiento, se necesitan tres años para que todo sea perfecto. Nosotros nos enfocamos en el progreso. No lo conseguiremos a la perfección, pero es muy valioso llegar al mercado, obtener los aprendizajes y optimizar sobre la marcha”, explicó el experto.

Es importante crear un equipo que tenga la mentalidad adecuada culturalmente para impulsar este cambio. “Una de las cosas en la que nos enfocamos mucho es que las personas que tenemos en el equipo tengan muchas habilidades en torno al espíritu empresarial. Todo el equipo quiere ser emprendedor”. Es fundamental saber cómo obtener los recursos, tomar las decisiones correctas, pero también ser muy emprendedor, rápido, empujando los límites de la organización para resolver problemas. De eso se trata, de ser emprendedor. Y eso es lo que pretendemos hacer en nuestro equipo”, enfatizó Gil Horsky.

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10 principios fundamentales para una buena innovación alimentaria 

• Traspasar los límites.
• Hacerse preguntas y tener una perspectiva diferente sobre cómo mirar las cosas.
• Estar preparado para correr riesgos.
• Usted y su equipo deben asegurarse de ser los mejores. Y si no están traspasando los límites lo suficiente, significa que en realidad no están cumpliendo con su papel de innovador.
• Buscar inspiración externa de otras organizaciones, otras disciplinas, otras categorías y ver cómo es el impacto. “Tengo una regla para mí: intento, un día al mes, asistir a una conferencia como esta o similar, para inspirarme y obtener algunas ideas para mi trabajo”, comentó Horsky.
• Velocidad, impaciencia y tener algunas victorias tempranas al final del día, siempre desafiándote.
• Hacer una investigación de consumidores a través de un aprendizaje transaccional. Intentar llegar a ellos, a sus entornos. Puede ser en una tienda. Aún no estamos listos para el lanzamiento, pero hablaremos con ellos. No les estamos pidiendo en una encuesta en línea que hagan clic si lo comprarían. Es muy importante ver el interés del consumidor en un entorno de la vida real.
• Recibir esa retroalimentación en vivo uno a uno con el consumidor durante varios días cuando el producto está integrado en su vida, realmente ayuda mucho en el desarrollo.
• Colocar anuncios reales en las redes sociales y ver con cuáles interactúan los consumidores.
• Invertir en start-ups. No solo darles el dinero y obtener el capital, sino brindarles el valor agregado. Se puede hacer asociándose con ellos y dándoles acceso a nuestros recursos. Es una asociación a largo plazo.