Atlas Tecnológico desarrolló el proyecto “Desafíos 4.0”, en el que se incluyó a más de 120 empresas del sector con el objetivo de conocer estas limitaciones que impiden que la industria alimentaria española equipararse a la de nuestros socios europeos.
Los objetivos del proyecto ‘Desafíos 4.0’ entre organizaciones como cooperativas, explotaciones avícolas y porcinas, bodegas y fabricantes de quesos, galletas y transformados de cereales fue identificar el nivel tecnológico de las empresas y del sector agroalimentario, las barreras para resolver problemas técnicos y los desafíos tecnológicos actuales y futuros.
Respecto al nivel tecnológico general del sector, consideraron que se sitúa de media 2/3 puntos por debajo del de sus empresas, debido a que muchas organizaciones no conocen todas las tecnologías disponibles y no tienen experiencia en la integración o desarrollo de proyectos tecnológicos. A ello se suma la falta de la financiación necesaria para desarrollar este tipo de proyectos.
La tecnología como impulso en la industria alimentaria
Entre las compañías con menos de 50 trabajadores, algunas cuentan con departamentos que se encargan de resolver los problemas tecnológicos y aplicar la hoja de ruta. En otras, organizan estas cuestiones desde la dirección. Por su parte, en las de mayor tamaño existe un departamento específico para desarrollar los proyectos tecnológicos.
Dependiendo del tamaño, el volumen de facturación y del tipo de producto que elaboren, las empresas con mucho trabajo manual tienen mucho personal, pero poco tecnificado. En las empresas pequeñas, pero con sus procesos bastante automatizados, el nivel de tecnificación en sus trabajadores sube.
Así, podemos decir que en las empresas que tienen de 1 a 10 trabajadores, no hay ningún experto tecnológico; de 10 a 25 trabajadores, la mayoría son técnicos externos; de 25 a 50 ya se puede hablar de especialistas IT; y en las empresas de procesos más automatizados suelen subcontratar los servicios o bien hay un informático en el equipo multitarea.
La digitalización y sus barreras de crecimiento
Entre las barreras a la digitalización, los participantes destacaron la dificultad para encontrar soluciones viables. En este sentido, señalaron la escasez de proveedores tecnológicos ad hoc y su bajo nivel técnico, ya que a menudo están centrados sólo en lo que desarrollan y venden y no son capaces de adaptarse a las necesidades reales.
En cuanto a la selección, depende las características y tamaño del proyecto. Si es grande, se sienten más seguras con grandes empresas. En el caso de proyectos disruptivos o pruebas piloto, prefieren apoyarse en startups, por su atención a los detalles, agilidad, flexibilidad e inmediatez.
En cuanto a la colaboración con universidades, consideraron que es muy costa respecto a los resultados, decantándose más por la colaboración con centros tecnológicos, por su capacidad, volumen de recursos destinados y experiencia. En todos los casos, la proximidad del proveedor es relevante.
Te puede interesar: Retos de la industria 4.0 en las cadenas de suministro de alimentos