Alimentos deslactosados y su oportunidad para seguir innovando con productos más saludables

Los productos deslactosados son una opción consolidada en el mercado, principalmente entre los consumidores que buscan alternativas lácteas más digeribles y por sus beneficios para la salud.

Estos productos libres de lactosa o el azúcar contenida en la leche ofrecen beneficios para personas intolerantes a la lactosa, una condición que afecta a un 80 por ciento de la población mundial, según un artículo publicado en la revista Española de Enfermedades Digestivas.

“La causa de la intolerancia a la lactosa es la incapacidad del intestino para digerir y transformar sus constituyentes (glucosa y galactosa). Esta incapacidad resulta de la escasez de la enzima (proteína) denominada lactasa, que se produce en el intestino delgado”, añade.

Por lo que el principal beneficio de los productos deslactosados es mejorar la digestión para quienes son intolerantes a la lactosa.

Al eliminar este azúcar, se previenen síntomas como hinchazón, diarrea y gases. También es buscada por las empresas que sufren alergias alimentarias.

Además, estos productos ofrecen los nutrientes presentes en los lácteos convencionales, como el calcio, la vitamina D y proteínas esenciales. 

Entre los principales beneficios de los productos deslactosados están:

1. Mayor facilidad para digerir los lácteos entre personas con intolerancia a la lactosa

2. Aporte de calcio y otros nutrientes presentes en la leche

3. Sabor similar al de los productos lácteos convencionales

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En comparación con otros alimentos ricos en calcio (como verduras y agua mineral), los productos lácteos sin lactosa son una fuente dietética de calcio para pacientes intolerantes a la lactosa. Estos están reconocidos como alimentos funcionales en la Unión Europea. 

Los productos lácteos tradicionales son altos en colesterol, lo que los estudios muestran que puede contribuir a las enfermedades cardíacas y otros desequilibrios de salud. 

La mayoría de las alternativas lácteas no contienen colesterol, lo que las convierte en una excelente opción para aquellos que buscan reducir su consumo de colesterol.

Oportunidades para seguir innovando

Como en toda industria, ante los cambios de hábitos y demandas de los consumidores, hay espacio para la innovación.

Dentro de este segmento de alimentos lácteos, conseguir el sabor correcto y los nutrientes esenciales de los productos tradicionales están entre los principales desafíos para los productores de leche y productos lácteos deslactosados.

“Garantizar la calidad y el sabor de estos productos es fundamental, ya que al eliminar la lactosa se pueden alterar características organolépticas como el dulzor natural y la textura cremosa. Esto obliga a los fabricantes a buscar soluciones tecnológicas, como el uso de enzimas lactasa o procesos de ultrafiltración”, puntualiza la firma de mercado.

Otro reto importante es mantener los niveles de nutrientes esenciales, especialmente el calcio y las proteínas, ya que algunas presentaciones de productos deslactosados pueden ver reducida la cantidad de estos nutrientes debido al proceso de elaboración. 

La industria ha respondido con fortificación de productos y mejoras en las técnicas de producción, pero sigue siendo un desafío garantizar que estos productos proporcionen los mismos beneficios nutricionales que los lácteos tradicionales.

"El producto lácteo sin lactosa se enfrenta a una fuerte competencia de otros productos alimenticios de origen vegetal, lo que ha ralentizado el potencial de crecimiento del mercado", dice Nandini Roy Choudhury.

Los altos costos de producción de esta gama de productos es otro campo que atender a diferencia de los lácteos tradicionales. 

Ante ello, “los fabricantes están optando por posicionar sus productos como opciones premium, dirigidas a consumidores dispuestos a pagar por calidad superior”, expone Nandini Roy Choudhury, socio de Future Market Insights.

A pesar de los avances en tecnologías y soluciones de procesamiento de última generación para producir alimentos deslactosados de alta calidad, aún es necesario perfeccionarlas para que superen a los productos lácteos tradicionales en cuanto a nutrición, sabor y calidad.

Innovación en el mercado ya consolidado 

Para atender las necesidades de este mercado, los fabricantes continúan innovando y lanzando productos lácteos con un mayor valor nutricional.

Además, las oportunidades de inversión en el sector se amplían, ya que las marcas buscan atraer a consumidores más jóvenes, como los millennials y la Generación Z, según Future Market Insights.

Una estrategia para atraer a este segmento más joven, las empresas han lanzado productos libres de lactosa con una mezcla de sabores, como la leche de avellana, de nuez de la india o de almendras. 

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A nivel general, se han desarrollado productos fermentados deslactosados, como el kéfir y el yogurt, que no solo son más fáciles de digerir sino que además aportan beneficios probióticos. 

Otros fabricantes de productos lácteos han lanzado leche fresca sin lactosa, con la ventaja de mantener el sabor fresco, gracias al procesamiento de alta temperatura de corto tiempo. Además, contiene menos grasa que la leche fresca tradicional.

La industria láctea ahora produce alternativas de leches sin lactosa, polvos nutricionales a base de lácteos, queso, yogures, mantequilla, cremas y helados, adicionados con vitaminas y minerales.

Creciente demanda de la población

La oferta de productos deslactosados, que va desde la leche, yogurt, quesos hasta crema y yogurt, mantiene un crecimiento sostenido.

Las estimaciones apuntan a que el mercado mundial de productos lácteos sin lactosa alcance un valor de más de 13,874 billones de dólares para el cierre del 2024, señala un estudio de mercado de Future Market Insights.

Para los siguientes 10 años se prevén tasas de crecimiento de 5.6 por ciento, en promedio anual. Este aumento se ve impulsado, principalmente, por la demanda de las personas intolerantes a la lactosa.

También es una alternativa para la población adulta que, por lo general, son más intolerantes a la lactosa, ya que a cierta edad el cuerpo empieza a producir menos lactasa.

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