Tras un proceso regulatorio que se extendió por más de ocho años, la Comisión Europea autorizó de forma oficial el uso de la naringenina como modificador del sabor en productos alimentarios.
Esta decisión, publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea el 26 de junio de 2025 mediante el Reglamento (UE) 2025/1238, representa un hito tanto para la industria alimentaria como para los desarrolladores de ingredientes bioactivos.
La naringenina, un flavonoide naturalmente presente en frutas cítricas como el pomelo, ha captado el interés científico y tecnológico por sus propiedades organolépticas y su potencial como herramienta para reformular bebidas reducidas en azúcar.
El camino de ocho años hacia la aprobación
La naringenina fue inicialmente evaluada en 2017 por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), como parte de una solicitud de una empresa alimentaria. En 2019, la EFSA concluyó que la sustancia no representaba riesgos para la salud en las dosis propuestas.
Pero su inclusión como “modificador del sabor” exigía una categorización precisa y una evaluación adicional bajo el Reglamento (CE) 1334/2008 sobre aromas alimentarios.
La reciente aprobación establece la naringenina como una sustancia aromatizante funcional en la categoría "modificadores del sabor" con el código FL No. 16.133.
Esta categoría no actúa aportando un aroma propio, sino que modula la percepción de otros sabores presentes en los productos, mejorando su perfil sensorial global.
Regulación relevante:
- Reglamento (CE) 1334/2008 (aromas alimentarios)
- Reglamento de Ejecución (UE) 2025/1238 (inclusión oficial del ingrediente)

Propiedades de la naringenina como modificador del sabor
La naringenina es una flavanona, un subtipo de flavonoide ampliamente distribuido en la naturaleza. Su estructura química (4′,5,7-trihidroxiflavona) le permite interactuar con receptores gustativos, particularmente aquellos relacionados con la percepción de dulzor, amargor y acidez.
A diferencia de un edulcorante, la naringenina no aporta sabor dulce directamente. Su función como modificador del sabor reside en la amplificación de notas dulces existentes y en la supresión del amargor y la astringencia en matrices complejas, como jugos naturales, aguas saborizadas o bebidas con edulcorantes de alto poder.
Estudios in vitro y de análisis sensorial han demostrado que la naringenina:
- Potencia la percepción de dulzor hasta en un 20% sin aumentar el contenido de azúcar
- Atenúa la amargura en combinaciones con cafeína, polifenoles o edulcorantes como estevia.
- Mejora la persistencia del sabor en productos de bajo contenido calórico.
Naringenina y sus aplicaciones industriales en bebidas
Reformulación de bebidas reducidas en azúcar
Uno de los principales desafíos para la industria de bebidas es mantener el perfil sensorial atractivo en productos reformulados con menos azúcares añadidos, debido tanto a exigencias normativas como a la creciente presión del consumidor. La naringenina permite:
- Reducir el umbral necesario de azúcar o edulcorantes artificiales.
- Disminuir notas metálicas o amargas propias de la sucralosa, acesulfame K o esteviósidos.
- Conservar la redondez del sabor sin recurrir a ingredientes funcionales controversiales.
Bebidas funcionales con extractos botánicos
La incorporación de extractos de plantas con propiedades bioactivas como ashwagandha, té verde, cúrcuma en bebidas saludables suele generar perfiles amargos, terrosos o demasiado complejos para el consumidor promedio.
La naringenina actúa como agente de “redondeo” sensorial, facilitando el masking de esos compuestos.
Aguas saborizadas y hard seltzers
En bebidas con bajo aporte calórico y perfiles cítricos o florales, como las aguas saborizadas y hard seltzers, la naringenina permite:
- Reforzar las notas frutales sin añadir saborizantes artificiales.
- Suavizar el amargor del etanol en formulaciones con bajo volumen alcohólico (<5%).
- Crear un retrogusto más limpio y persistente.

Evaluación toxicológica y seguridad
La EFSA evaluó que la ingesta diaria admisible (IDA) de la naringenina es considerablemente alta en comparación con los niveles de uso propuestos. Estudios en animales y ensayos clínicos en humanos no mostraron efectos adversos a niveles de consumo esperados en bebidas (10-50 ppm), lo que refuerza su viabilidad industrial.
Sin embargo, se han establecido límites de pureza estrictos y debe garantizarse que la naringenina utilizada provenga de fuentes controladas, como cítricos (extracto natural) o síntesis bioenzimática, con ausencia de residuos de disolventes o contaminantes.
La inclusión de la naringenina en la lista oficial de modificadores del sabor en la UE representa una oportunidad estratégica para los formuladores de bebidas:
- Etiquetado limpio: La naringenina puede respaldar estrategias de clean label al permitir la reducción de aditivos artificiales, potenciando ingredientes naturales.
- Sustitución de ingredientes controvertidos: Puede reemplazar agentes como maltodextrinas, potenciadores de sabor y algunos edulcorantes sintéticos.
- Diseño de experiencias sensoriales diferenciadas: Gracias a su versatilidad, es posible desarrollar productos con una percepción más redonda, suave y placentera al paladar.
Además, su estatus regulatorio abre la puerta a desarrollos en mercados internacionales con regulaciones armonizadas, como Latinoamérica, que adoptan criterios similares a los europeos.

Desafíos técnicos y recomendaciones
La naringenina presenta una solubilidad limitada en agua, por lo que es recomendable su uso en forma de microemulsiones o formulaciones solubilizadas para bebidas listas para beber (RTD). También puede ser incorporada en mezclas en polvo, aunque requiere agentes solubilizantes.
Además, debe considerarse la interacción con polifenoles, proteínas vegetales o minerales, que pueden afectar su eficacia como modificador del sabor. Ensayos de compatibilidad son esenciales en fases de desarrollo.
El uso eficaz depende del tipo de matriz. Las dosis deben ajustarse mediante pruebas sensoriales, ya que dosis elevadas pueden generar efectos no deseados (como notas metálicas o fenólicas).
La aprobación de la naringenina como modificador del sabor en la Unión Europea consolida el interés por los flavonoides como herramientas para una reformulación sensorial más saludable. Su aplicación en la industria de bebidas representa una vía innovadora para enfrentar el reto del equilibrio entre sabor, funcionalidad y salud.
Con beneficios demostrados en la amplificación del dulzor y la reducción del amargor, la naringenina se proyecta como un ingrediente estratégico para el desarrollo de nuevas generaciones de bebidas funcionales, reducidas en azúcar y orientadas al bienestar, sin comprometer la experiencia del consumidor.
Por último, su implementación técnica, sin embargo, requiere un enfoque integral que combine ciencia sensorial, formulación y cumplimiento regulatorio.
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