Cada año aumentan las noticias falsas sobre productos que presentan fallas y deben ser retirados del mercado, lo que impacta sobre la imagen de la marca que produce las mercancías. Facebook, Twitter y Whatsapp son las principales plataformas donde circula dicha información.
Este problema impacta directamente a la industria alimentaria, dado que esta información falsa incide de forma directa en las imágenes frente a los consumidores, que pueden confundirse y alarmarse sin necesidad.
Además, las fake news relacionadas con los alimentos que tienen que ver con el cumplimiento de normas y sus efectos al consumirlo, pueden modificar los hábitos del consumidor.
Las noticias falsas o fake news se originan a partir de información que tiene algún organismo, partido o alguien interesado en tomar esta información y transformarla. Dichos datos se crean muchas veces a partir de noticias ya existentes o en otros casos se crea justamente con ciertos intereses para transformarla.
El efecto de las fake news puede ser muy grave, ya que pueden afectar la conducta de las personas y la toma de decisiones. Otro de los efectos de las fake news, ocurre en el ámbito emocional. El cúmulo de noticias falsas y desconcertantes, puede provocar mayor angustia y depresión.
“Hemos visto cómo a partir de que surgió la crisis por el coronavirus, la gente llegó a hacer compras de pánico, debido a la desinformación y las noticias falsas. A partir de eso, la gente toma acciones que generan conflictos, como puede ser, en este caso, el desabasto”, explica Rivero Pardo, académico de la Universidad del Valle de México (UVM).
Rivero Pardo detalla que la mejor manera de evitarlas es no compartir la información que llegue a través de redes sociales, por lo tanto, es importante revisar o visitar sitios de información con reputación confiable. Apunta que es necesario apoyar, por ejemplo, a los adultos mayores quienes no pueden verificar esta información, sugerir a que no la difundan, con esto de alguna manera se contrarresta la dispersión de noticias falsas.
“Afortunadamente, hay herramientas que nos permiten hacer la verificación de información, como ocurre con el proyecto de Verificado, y algunos medios están trabajando en estas plataformas para evitar que la desinformación abunde en nuestra sociedad”, declara el académico de la UVM.