Un informe del grupo de asesoramiento estratégico Systemiq puso de manifiesto las bajas tasas de circularidad de los envases de PET en Estados Unidos. Destacó que solo una pequeña fracción de los materiales utilizados en estos envases se recicla de manera efectiva, por lo que se requieren de nuevas formas de reciclaje para revertir este escenario.
Según el estudio, alrededor del 90 por ciento de las materias primas de PET/poliéster se destinan a la eliminación tras un único uso, mientras que solo el 10 por ciento se recicla mecánicamente.
El informe, financiado por Eastman y dirigido por Systemiq, ha utilizado modelos detallados para medir el impacto de la implementación de enfoques circulares, como la reducción, reutilización y reciclaje, en diferentes escenarios.
Las recomendaciones del estudio incluyen una serie de medidas para mejorar la eficiencia del ciclo de vida del PET, con un enfoque particular en la adopción de soluciones más sostenibles por parte tanto del gobierno como del sector privado.
El análisis de Systemiq subraya la necesidad de la colaboración más coordinada entre todos los actores involucrados en la cadena de valor del PET, con el objetivo de lograr un escenario más ambicioso y mejorar la huella ecológica de esta industria.
Urge modelo circular
Un reciente análisis revela que el embalaje y los materiales textiles representan aproximadamente un tercio de la huella anual de residuos materiales de un ciudadano promedio en Estados Unidos.
Dentro de esta estadística, el PET (polietileno tereftalato) y el poliéster, que constituyen el 30% de los envases plásticos y textiles, registran un aumento en su demanda, creciendo por arriba de otros materiales utilizados en estos sectores.
El PET es un material muy versátil, señalan los expertos, que al convertirse en poliéster cuando se hila en fibras, se utiliza en una variedad de productos de consumo diario, especialmente en envases y textiles.
Entre sus aplicaciones más comunes se encuentran las botellas de plástico para bebidas, productos de limpieza, bandejas para alimentos y empaques de productos electrónicos, entre otros.
Sin embargo, la producción y disposición de PET/poliéster tiene un costo ambiental relevante.
Para fabricar estos materiales se requieren de alrededor de 320 mil barriles de combustibles fósiles diarios, lo que equivale al 2% de la demanda total de energía en Estados Unidos, destaca el estudio.
Además, esta actividad es responsable de la emisión de 120 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero cada año, una cifra comparable a las emisiones totales de Carolina del Norte.
Además, cada año se envían al vertedero o se incineran 7.9 millones de toneladas métricas de envases y textiles de PET/poliéster.
Si estos materiales fueran reciclados, su valor económico podría alcanzar los 7 mil millones de dólares, lo que resalta el potencial de mejorar la gestión de estos residuos.
Camino hacia un futuro más sostenible
Los especialistas plantean como medidas para lograr una economía circular de los plásticos:
- Reducción del uso de materiales evitables
- Impulso de la reutilización de envases y textiles
- Ampliación de las capacidades de reciclaje (mecánico y de tecnologías emergentes como la despolimerización)
La despolimerización, una tecnología de reciclaje, promete un cambio en la manera en que se gestionan los envases de PET, material difícil de reciclar.
Esta técnica permite descomponer estos productos a nivel molecular para convertirlos en materiales reciclados muy similar a los vírgenes. Este avance podrá ayudar a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El estudio, realizado por Systemiq, proyecta que para 2040 la implementación de estas medidas podría generar beneficios ambientales representativos.
En comparación con las tendencias actuales, se espera un aumento en las tasas de reciclaje de PET y poliéster, alcanzando el 70% para los envases de PET (frente al 23% actual) y el 19% para los textiles de poliéster (frente al 1% actual).
Además, la adopción de estos enfoques permitiría reducir a la mitad el consumo de materiales vírgenes de PET/poliéster y disminuir los residuos enviados a los vertederos o incineradoras.
En términos de emisiones, el estudio de Systemiq proyecta que la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) en el sector del embalaje podría llegar a ser del 60 por ciento.
El estudio pone énfasis en la necesidad de generar una mayor colaboración entre el gobierno, la industria y los inversionistas para crear el entorno propicio, los flujos de inversión y la adopción de la industria para implementar tecnologías nuevas y probadas, como la clasificación de residuos basada en la inteligencia artificial y el reciclaje de despolimerización, a escala.
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