Los investigadores del Instituto Fraunhofer para la Investigación Aplicada de Polímeros (IAP) en el Parque Científico de Potsdam están utilizando hongos para desarrollar una amplia gama de productos reciclables, desde carteras y materiales aislantes hasta envases.
Los especialistas consideran que los hongos tienen mucho más que ofrecer de lo que parece, pues sus células filiformes, que crecen extensamente y de forma oculta bajo tierra como una red de raíces, ofrecen un enorme potencial para producir materiales sostenibles y biodegradables.
En un comunicado, el equipo de investigación de IAP, señala que, ante el cambio climático y la disminución de las materias primas fósiles, existe una necesidad urgente de materiales biodegradables que puedan producirse con un menor consumo de energía.
El micelio tiene propiedades que se pueden utilizar para producir materiales respetuosos con el medio ambiente y energéticamente eficientes, ya que el crecimiento de los hongos tiene lugar en condiciones ambientales y el CO2 permanece almacenado en los residuos.
Cuando la celulosa y otros residuos orgánicos se descomponen, se forma una red compacta y tridimensional, lo que permite el desarrollo de una estructura autosuficiente, señala el comunicado.
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Envases a base de hongos
En colaboración con el Instituto de Investigación Alimentaria y Ambiental y Agro Saarmund, los investigadores están desarrollando bandejas para embalaje hechas de materiales compuestos. Estas bandejas ofrecen una alternativa a los envases convencionales de plástico de origen fósil.
La versatilidad de la red de hongos también permite que se manipule en formas, incluidos productos aislantes y alternativas sin animales a los artículos de cuero.
Las numerosas propiedades positivas del material, aislante térmico, aislante eléctrico, regulador de la humedad y resistente al fuego, permiten un paso importante hacia una construcción circular y positiva para el clima.
De acuerdo con los expertos, el proceso de crecimiento es energéticamente eficiente y adaptable. Variables como la temperatura, la humedad y el tipo de hongo utilizado se pueden ajustar para producir materiales con propiedades personalizadas, ya sean resistentes, elásticos o resistentes al desgarro.
“Una vez que se han determinado los niveles de humedad y el tamaño de las partículas, y se ha completado el tratamiento térmico posterior para matar los gérmenes competidores, el sustrato está listo. Proporciona alimento a los hongos y se mezcla con el micelio", explican los investigadores.
Desarrollo de procesos industriales
En Europa, solo unas pocas empresas desarrollan actualmente materiales a base de micelio para su uso comercial.
Los retos en este ámbito incluyen el acceso a residuos biogénicos, la capacidad de garantizar una calidad constante del producto y los medios para ampliar las actividades de forma eficiente.
Para abordar estos retos, los investigadores están utilizando un nuevo método de producción de rollo a rollo, para el que ya han creado un prototipo.
Este método ofrece importantes ventajas frente a los procesos de fabricación estándar con cajas y estanterías: mediante el uso de un método de producción continuo y estandarizado en condiciones de proceso controladas (como temperatura y humedad).
En ese sentido, los investigadores pueden garantizar que los productos a base de hongos tengan propiedades de material constantes.
Además, se pueden utilizar los recursos de forma más eficiente y se puede escalar la producción a nivel industrial.
"Esto es fundamental para satisfacer la creciente demanda de la industria de materiales sostenibles y para depender menos del petróleo a largo plazo. La producción también se puede mejorar aún más utilizando tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial para optimizar la combinación de residuos y tipos de hongos", concluyen los investigadores.
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