La industria del packaging está marcada por cambios importantes en sus dinámicas de producción, regulación y relación con el consumidor. Y, para hacerle frente a los constantes retos, Esko comparte las tendencias clave del sector que al cierre del primer trimestre del año están definiendo el panorama de la industria para este año.
Estas tendencias están sustentadas en una encuesta que realizó la compañía a nivel global a más de 485 profesionales del packaging, quienes aportaron sus puntos de vista sobre las tendencias futuras del sector del packaging, los retos asociados y espacios para la reflexión.
En el webinar Tendencias en empaque 2025: lo que viene y cómo prepararte, Arthur Seraphim, Consultor de soluciones preventa y Victoria Vargas, Ejecutiva de cuentas LATAM de Esko, compartieron el panorama de lo que ya se está viendo en la industria del packaging.
Cuatro tendencias en empaque que protagonizan 2025
1. Sostenibilidad en acción
De acuerdo con Seraphim, la sustentabilidad ya no es solo una tendencia, es un valor agregado y una necesidad para todas las empresas. Es una conversación que ha ido cobrando más fuerza con los años, pero hoy en día no es opcional, es una prioridad estratégica.
“De hecho, en nuestra encuesta, 80% de los participantes afirmó que la sustentabilidad ambiental en el packaging será un factor clave para los negocios en 2025. Y esto nos dice que la industria está cambiando, que las empresas están poniendo el foco en soluciones más responsables y más que nunca la sustentabilidad está en el centro de la transformación del empaque”, explica el especialista.
Las normativas sobre sostenibilidad y packaging están en continua evolución. A medida que van apareciendo nuevas normativas, las actuales se van actualizando continuamente. Las normativas sobre sostenibilidad tienen muchos matices y su cumplimiento no es tarea fácil.
El Reglamento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos sostenibles (ESPR), la Directiva sobre gestión de envases y residuos (PPWR) y la Directiva sobre informes de sostenibilidad corporativa (CSRD) son solo algunos ejemplos de este tipo de normativas.
El camino hacia el packaging sostenible consiste en adoptar estos avances y esforzarse continuamente por mejorar. Con el uso de tecnología, datos y materiales innovadores, las empresas no solo cumplirán los requisitos normativos, sino que también obtendrán una ventaja competitiva en el mercado.

2. Garantizar la ciberseguridad en el packaging
La ciberseguridad se ha convertido en un tema fundamental a nivel ejecutivo que va mucho más allá de cualquier cosa que pudiera imaginar el sector del empaque. A medida que la tecnología sigue avanzando, los procesos de packaging se han vuelto más sofisticados al integrar diversos sistemas informáticos y soluciones inteligentes para mejorar la eficacia y la productividad.
Sin embargo, estos avances tecnológicos vienen acompañados de un panorama de amenazas cada vez mayor, lo que hace que las medidas de seguridad adicionales sean esenciales para proteger todos los datos garantizar la integridad y disponibilidad de las operaciones de packaging de acuerdo con las expectativas de la dirección, el personal y los clientes.
El control del acceso a los datos es fundamental. Por ejemplo, un ataque de ransomware a una empresa dedicada al packaging puede detener la producción, lo que a su vez provocará retrasos en las entregas y un aumento de los costos.
Además, el robo y la publicación de propiedad intelectual e información sujeta a derechos de propiedad pueden socavar la ventaja competitiva y la reputación global de una empresa.
Entre las estrategias de gestión de riesgos están:
- Prevención de riesgos: cambiar los procesos o las prácticas empresariales o dejar de utilizar determinados productos para eliminar los riesgos relacionados.
- Transferencia de riesgos: utilizar seguros, acuerdos contractuales o terceros externos para transferir algunos riesgos de la empresa a otros.
- Reducción de riesgos: implementar proyectos específicos para reducir la probabilidad o el impacto de los riesgos identificados hasta un nivel aceptable.
- Aceptación del riesgo: la dirección ejecutiva puede aceptar formalmente el riesgo residual, pero este riesgo estará sujeto a una revisión anual para cuestionar si sigue siendo normal aceptarlo tal como está.

3. Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial (IA) está arrasando en todo el mundo, y el sector del packaging no es una excepción. Ya no es algo teórico, sino que su potencial práctico no solo está resolviendo problemas que antes se consideraban irresolubles, sino que está generando mejoras patentes en la eficacia, la creatividad y la optimización del flujo de trabajo.
De hecho, el 73 % de los que respondieron a la encuesta indicaron que la automatización, la Inteligencia Artificial y el aprendizaje automático serán los factores de mayor impacto en el sector del packaging en 2025.
La IA está lejos de sustituir a los trabajadores humanos. De hecho, está diseñada para mejorar las capacidades humanas, ya que puede hacerse cargo de tareas repetitivas y monótonas.
Esto permite a los empleados centrarse en aspectos más complejos y creativos de sus funciones, lo que redunda en una mayor productividad y satisfacción laboral.
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La IA será parte fundamental del proceso de packaging, desde el primer paso del diseño hasta la impresión final y la inspección, lo que la convertirá en una herramienta indispensable para garantizar la eficacia y el control de calidad.
Los especialistas enfatizan que la IA es una aliada para optimizar y ser productivos e incluso para impulsar la creatividad para mejorar en el trabajo, tener una mejor calidad de vida y el optimizar el desempeño.
A medida que la industria siga evolucionando, las empresas que adopten la IA de forma meditada y estratégica estarán bien posicionadas para liderar la próxima era de la innovación en el packaging.

4. Automatización y digitalización
De acuerdo con la encuesta, Antes de poder hablar de automatización, debemos abordar la cuestión de la estandarización.
La estandarización es un requisito previo esencial para la automatización y, por lo tanto, la estandarización del flujo de trabajo en todos los departamentos y en la producción es un gran impulsor de la eficiencia y una estrategia para evitar costos.
La automatización permite a las compañías ampliar sus operaciones sin necesidad de aumentar significativamente la mano de obra, lo que mejora la eficacia y permite que las empresas más pequeñas compitan y crezcan. Esto también aborda el creciente déficit de cualificaciones dentro de la industria.
La actual demanda de tiradas de impresión más cortas es un ejemplo de valor añadido de la automatización. Las marcas ya no quieren mantener grandes inventarios de packaging o etiquetas, por lo que se ven obligadas a realizar pedidos más pequeños con más frecuencia.
Para los convertidores, que las tiradas de impresión sean ahora más cortas implica que ahora deben procesar más trabajos que nunca, con lo que la automatización se convierte en un factor clave para gestionar este aumento de la carga de trabajo.
Finalmente, la digitalización mejora la trazabilidad en toda la cadena de suministro. Con las herramientas digitales, las empresas pueden seguir y supervisar cada paso del proceso de producción para así garantizar el control de la calidad y el cumplimiento normativo.
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