Un emulsificante es una molécula con una parte hidrófila (amante del agua) y otra hidrofóbica (que repela el agua) y esta dualidad permite que se sitúe en la interfaz entre el aceite y el agua, estabilizando la mezcla y evitando que se separen.
Desde tiempos antiguos, el ser humano ha buscado maneras de mezclar sustancias que naturalmente no se combinan, el aceite y el agua son un ejemplo clásico.
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En tal sentido, se utilizan en una amplia variedad de productos alimentarios, como:
- Margarina
- Mayonesa
- Helado
- Aderezos para ensaladas
- Salsas
- Productos horneados
- Productos lácteos.
También se utilizan en algunos alimentos procesados, como las carnes procesadas y las comidas preparadas.
Principales tipos de emulsificantes en la industria alimentaria
Estos compuestos garantizan que los productos mantengan una consistencia agradable al paladar, aumenten su vida útil y eviten la separación de sus componentes, sin ellos, muchos de los alimentos que conocemos y disfrutamos tendrían una apariencia y textura menos apetecibles.
Existen numerosos de estos compuestos utilizados en la industria alimentaria, cada uno con propiedades y aplicaciones específicas, algunos de los más comunes incluyen:
- Lecitina: Proveniente principalmente de la soja o el girasol.
- Monoglicéridos y diglicéridos: Derivados de ácidos grasos.
- Estearoil lactilatos: Salts de ácidos grasos y ácido láctico.
Aplicaciones prácticas de los emulsificantes en alimentos
Su uso no es simplemente mezclar componentes al azar, requiere un conocimiento profundo de la química y la física, y un entendimiento de cómo interactúan diferentes sustancias a nivel molecular.
Ya que cada emulsificante tiene propiedades específicas que lo hacen adecuado para ciertos productos y no para otros, por eso, la selección del emulsificante correcto es esencial para lograr el producto desead
Los emulsificantes desempeñan funciones diversas en los alimentos:
- Mejora de la textura: Ayudan en la obtención de texturas suaves en productos como helados o mayonesas.
- Aumento de la vida útil: Previenen la separación de fases en productos como las vinagretas.
- Optimización de procesos de producción: Permiten la homogeneización rápida de ingredientes.
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