Un informe reciente del Observatorio del Consumidor de EIT Food sobre los ingredientes reciclados examina las principales brechas entre las expectativas de los consumidores y las acciones de la industria en cuatro categorías: precio, calidad, salud y sabor.
Sin embargo, a pesar de los avances en el reciclaje de alimentos, los consumidores siguen siendo cautelosos con el sabor y el cumplimiento de la normativa de seguridad alimentaria.
El estudio ofrece información para que las empresas de alimentos y bebidas puedan comprender las percepciones de los consumidores y posicionar los ingredientes reciclados (ingredientes que de otro modo no habrían llegado al consumo humano) de manera eficiente.
También destaca que los supermercados y los minoristas desempeñan un papel clave a la hora de dar forma a las percepciones de los consumidores sobre los alimentos reciclados, en particular en lo que respecta a los precios y la accesibilidad.
Una conclusión clave del análisis de precios es que los consumidores valoran los productos reciclados asequibles y de alta calidad. Sin embargo, se muestran escépticos ante los productos costosos elaborados con ingredientes reciclados, ya que los asocian con insumos de bajo costo.

Asequibilidad y sostenibilidad, clave en los ingredientes reciclados
El organismo de la Unión Europea señala que es crucial evitar vincular los productos reciclados con altos costos o exclusividad, y centrarse en comunicar la accesibilidad y los aspectos prácticos de la reducción del desperdicio de alimentos.
En este sentido, los supermercados y minoristas pueden contribuir a impulsar la aceptación del consumidor.
Una forma de reducir el desperdicio innecesario es reducir los estándares estéticos de las frutas y verduras, garantizando así que lleguen más productos a los estantes.
Sin embargo, el enfoque de las "verduras imperfectas" ha reforzado la idea de que los productos imperfectos tienen menor valor.
De acuerdo con los especialistas, los minoristas pueden cambiar el discurso de "perfección igual a calidad" a "imperfección igual a natural igual a calidad", ayudando a los consumidores a percibir los productos visualmente variados como igualmente frescos y nutritivos.
Si bien este cambio no impulsaría directamente el consumo de alimentos reutilizados, redefiniría el estándar si se vendieran más productos “imperfectos”.
Varios consumidores participantes en el estudio manifestaron tener dudas sobre si los ingredientes reciclados ofrecen las propiedades nutricionales que afirman.
EIT Food sugiere que la comunicación y la transparencia son cruciales para impulsar la adopción en medio de tanta reticencia, por lo que las marcas no deberían exagerar las afirmaciones sobre la salud.
Estrategias que benefician a las empresas
En cambio, las empresas del sector del reciclaje podrían beneficiarse más fácilmente si comunicaran propiedades “naturales” o “mínimamente procesadas” para minimizar la preocupación de los consumidores.
Una estrategia eficaz es que las marcas enfaticen el aspecto natural y sostenible del supraciclaje, presentándolo como una forma inteligente y responsable de aprovechar al máximo ingredientes de alta calidad que, de otro modo, se desperdiciarían.
Mediante narrativas transparentes sobre el abastecimiento y mensajes de marca atractivos se puede humanizar aún más el proceso, dejando claro que el supraciclaje se trata de maximizar el valor, no de comprometer la calidad, subraya el informe.
El estudio enfatiza que normalizar la práctica de utilizar todos los ingredientes refuerza el mensaje de que se trata de una idea natural y no novedosa. Considerar el upcycling como una continuación de tradiciones culinarias de larga data, en lugar de una innovación moderna, ayuda a generar confianza y familiaridad.

¿Qué pasa con la seguridad alimentaria?
Muchos consumidores también asocian riesgos de seguridad alimentaria con los productos supra-reciclados, especialmente si los ingredientes son nuevos. Según el informe, las ofertas innovadoras parecen exacerbar sus temores neofóbicos.
El problema más amplio tiene que ver con las connotaciones negativas en torno al “desperdicio”, ya que los consumidores tienden a percibir los productos como en mal estado, por ejemplo.
“Pero cuando hablamos de rescatar alimentos en perfecto estado y usamos términos como 'excedente', podemos desviar la narrativa y dejar de etiquetar los ingredientes como productos de desecho”.
Una estrategia eficaz sería la certificación por parte de terceros para generar confianza en el producto y comunicar claramente a los consumidores la seguridad y la calidad de los ingredientes reciclados mediante el etiquetado.

El sabor en los ingredientes reciclados: la prioridad
El sabor continúa siendo prioridad para los consumidores, ya que persisten las dudas sobre si los ingredientes reutilizados pueden tener el mismo sabor que los convencionales.
Si bien los datos de EIT Food indican reticencias hacia los productos novedosos, esta podría ser una oportunidad para que chefs y desarrolladores de productos innoven y hagan atractivos los ingredientes reciclados sin alienar a los consumidores.
Para que los ingredientes reciclados resulten atractivos sin desanimar a los consumidores, los chefs y desarrolladores de productos deben partir de sabores familiares, añadiendo solo toques sutiles en lugar de cambios drásticos.
En lugar de enfatizar la novedad, las marcas deberían destacar las similitudes con sabores y texturas conocidos, asegurando a los consumidores que estos ingredientes se adaptan naturalmente a sus preferencias diarias.
Una comunicación eficaz debe centrarse en los aspectos reconocibles del producto, transmitiendo al mismo tiempo los beneficios del supraciclaje sin que parezca demasiado experimental.
El informe concluye que existe un énfasis creciente por parte de los consumidores en la reducción del desperdicio de alimentos, con la expectativa de que los fabricantes y minoristas lideren los esfuerzos.
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