La industria láctea es uno de los sectores más importantes y versátiles de la industria alimentaria, brindando una amplia variedad de productos que van desde la leche fresca hasta los derivados más sofisticados como quesos, yogures y otros.
Además, cada uno de estos derivados tiene sus propias características nutricionales y organolépticas.
Los lácteos se pueden clasificar en tres categorías principales:
- Lácteos frescos: Son los lácteos que no han sido sometidos a ningún proceso de elaboración. Incluyen la leche, la nata, la mantequilla y el yogur.
- Lácteos fermentados: Son los que han sido sometidos a un proceso de fermentación. Incluyen el queso, el kéfir y el kumis.
- Lácteos procesados: Son los que han sido sometidos a un proceso de elaboración para aumentar su vida útil o para mejorar su sabor. Incluyen la leche condensada, la leche evaporada y la leche en polvo.
Tipos de leche y sus propiedades
- Leche entera: Es aquella que no ha sido sometida a ningún proceso de eliminación de grasa. Contiene alrededor de un 3.5% de grasa, y es una excelente fuente de calcio, vitamina D y otros nutrientes esenciales.
- Leche desnatada: Es aquella a la que se le ha eliminado la grasa a través de procesos de centrifugación. Suele tener un contenido de grasa inferior al 0.5%.
- Leche semidesnatada: Tiene un contenido de grasa intermedio entre la leche entera y la desnatada, generalmente alrededor del 1.5%. Es una buena opción para quienes buscan reducir la ingesta de grasas sin sacrificar el sabor.
- Leche fermentada: Es aquella que ha sido sometida a procesos de fermentación con bacterias lácticas, que transforman la lactosa en ácido láctico. Esto da lugar a productos como el yogur y el kéfir, con propiedades probióticas beneficiosas para la salud digestiva.
Derivados lácteos y su proceso de elaboración
Los lácteos se pueden procesar para obtener diferentes derivados, como:
Queso
Se obtiene a partir de la coagulación de la leche, este proceso se inicia añadiendo cuajo y ácido láctico a la leche, lo que da lugar a la formación de una masa sólida, que luego se corta, se calienta y se prensa para obtener el queso.
Los quesos madurados:
Son aquellos que han sido sometidos a un proceso de envejecimiento, que permite desarrollar sabores y texturas más complejas. La maduración se realiza en condiciones controladas de temperatura y humedad, y puede durar desde semanas hasta varios años, dependiendo del tipo de queso.
Yogur
Se obtiene fermentando la leche con bacterias específicas (Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus). El proceso de fermentación transforma la lactosa en ácido láctico, dando al yogur su característico sabor ácido.
Mantequilla
Se elabora a partir de la nata de la leche, que se bate hasta que se separa en una fase sólida (mantequilla) y una fase líquida (suero). La mantequilla resultante se amasa y se lava para eliminar el suero residual.
Crema
Es el producto que se obtiene al separar la grasa de la leche. Su contenido de grasa varía según el tipo de crema, desde un 10% en la crema ligera hasta un 40% o más en la crema espesa.
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