Los aceites vegetales son un ingrediente esencial en la industria alimentaria. Sin embargo, no todos los cultivos para su producción tienen el mismo rendimiento, en cuanto al uso de la tierra.
Ciertas variedades de semillas necesitan de una mayor extensión de tierra para producir una tonelada de aceite, siendo el sésamo el más intensivo, mientras que la palma requiere apenas una superficie de 0.33 hectáreas.
De acuerdo con un reporte de Statista, basado en datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) recopilados por Our World in Data, el cultivo de sésamo requiere de 12.7 hectáreas.
Esta es la mayor extensión de tierra entre una muestra de ocho variedades de frutos, semillas, plantas y vegetales. El segundo cultivo con mayor demanda de suelo es el algodón, necesita 7.58 hectáreas para producir una tonelada de su aceite.
“Aunque el algodón es mayormente conocido por ser una fibra textil, también se extrae aceite de sus semillas, que se utiliza tanto en alimentación como en la producción industrial”, expone el reporte.
Mientras que el aceite de coco y oliva, este último característico de la dieta mediterránea, demandan menos superficie de tierra, con 4.11 y 3.08 hectáreas por tonelada, respectivamente.
Los menos intensivos
La soja, uno de los cultivos más extendidos a nivel global, requiere 2.12 hectáreas de terreno para obtener una tonelada de aceite.
Aunque la demanda de tierra es menor comparada con otros cultivos, su producción a gran escala, sobre todo en América del Sur, ha sido señalada como una causa de la deforestación de bosques tropicales, asegura el análisis.
El girasol y la canola son más eficientes en el uso del suelo, con 1.59 y 1.36 hectáreas requeridas para producir una tonelada de aceite, respectivamente.
La canola, en particular, ha tomado importancia en Europa por ser un ingrediente base para fabricar aceite vegetal comestible, así como biodiésel.
Aunque la palma tiene una mayor eficiencia, destaca como una de las plantaciones responsables de la deforestación y de destrucción de hábitats naturales, como bosques tropicales.
Además, el aceite de palma también ha sido señalado como opción menos saludable para la alimentación por su alto contenido en ácidos grasos saturados.
El aceite más consumido en el mundo
La producción global de aceites vegetales para el periodo 2024/25 llegará a los 228.3 millones de toneladas. Esta cantidad representaría un incremento de 4.5 millones de toneladas respecto a la campaña 2023/24, según proyecciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
Con una estimación de producción global de 80 millones de toneladas, equivalente a más de 715 mil toneladas respecto al periodo 2023/24, el aceite de palma seguirá siendo el aceite vegetal más producido y consumido en el mundo, muestra un informe de Agrarmarkt Informations-Gesellschaft (mbH).
En términos de participación global, el aceite de palma abarca más del 35 por ciento de toda la producción de aceites vegetales. Indonesia es el mayor productor, con 47.5 millones de toneladas; seguida de Malasia, con 19 millones y Tailandia, con cerca de 3.4 millones de toneladas.
Para el aceite de soja, la proyección apunta a un alza de casi tres millones de toneladas, a 65.4 millones para el próximo ciclo agrícola. China continúa como el mayor productor, con 18.5 millones de toneladas, aunque gran parte de esta producción depende de importaciones de semillas de soja.
Estados Unidos se encuentra en segundo lugar, con una producción de 12.9 millones de toneladas, de acuerdo con un comunicado de la Asociación alemana de Promoción de Cultivos Oleaginosos y Proteaginosos (UFOP)
En cuanto al aceite de canola, se espera que su producción llegue a los 34 millones de toneladas para el ciclo agrícola 2024/25. En tanto, la producción de aceite de semilla de girasol se anticipa una disminución en unas 103 mil toneladas, a 21.7 millones de toneladas para el mismo periodo. Esta baja se explica por la baja producción en Argentina y Ucrania.
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