Este 30 de julio se celebra en todo el mundo el Día del Cheesecake, una fecha que busca rendir homenaje a este delicioso postre que ha conquistado paladares de todos los rincones.
Aunque se dice que su origen se remonta a la antigua Grecia, el cheesecake moderno es un invento estadounidense que ha evolucionado con el tiempo, se ha convertido en un clásico de la repostería internacional.
El cheesecake griego era el "plakous", un postre hecho con queso, harina y miel. Se cree que se servía a los atletas durante los primeros Juegos Olímpicos en el 776 antes de la era común.
Los griegos consideraban que era una buena fuente de energía. Más tarde, los romanos modificaron la receta al incluir huevos y nuevos métodos de cocción.
La receta que conocemos actualmente se creó en Nueva York, en el siglo XX, atribuida al restaurador William Lawrence.
En 1929, Lawrence creó el primer cheesecake moderno, utilizando una mezcla de queso crema, azúcar, huevos y galletas trituradas como base.
Diversidad de sabores y texturas
A lo largo de los años, los reposteros han experimentado con diferentes sabores y texturas, creando una amplia variedad de cheesecakes que satisfacen todos los gustos.
Desde el clásico cheesecake de queso crema y vainilla hasta versiones más innovadoras como el cheesecake de frutas, chocolate o incluso sabores salados, hay un cheesecake para cada paladar.
En los últimos años, ha aumentado la tendencia hacia opciones más saludables y dietéticas del cheesecake.
Opciones veganas, sin gluten y bajas en azúcar han ganado las preferencias, permitiendo que más personas disfruten de este rico postre.
Además, los sabores internacionales están influyendo en las nuevas creaciones de cheesecake.
Ingredientes como el matcha, el yuzu y el dulce de leche están apareciendo cada vez más en los menús, como muestra de la diversidad cultural de Estados Unidos y el mayor interés por sabores internacionales.
Con su origen en la antigua Grecia y su evolución en Estados Unidos, el cheesecake moderno es un invento que ha sabido adaptarse a los gustos y preferencias de cada región.
Un delicioso mercado que seguirá creciendo
Se espera que el mercado global de postres sin lactosa crezca a una tasa compuesta anual del 4% desde el 2024 hasta el 2030.
En los siguientes seis años se estima alcance un valor de 26 mil 640 millones de dólares, de acuerdo con Furion analytics Research & Consulting, una firma de consultoría de mercado.
Dicho crecimiento se mantendrá por la demanda al ser un postre popular para eventos de cena y fines de semana, especialmente entre los jóvenes que buscan algo dulce y cremoso después de las comidas.
También será sostenida la demanda por la celebración de ocasiones especiales, como:
- Cumpleaños
- Bodas
- Aniversarios de matrimonio
- Día de San Valentín
- Navidad
- Año Nuevo
- Aniversarios de trabajo
- Día de la Madre
- Día del Padre
- Día del Niño
Una tendencia notable en este mercado es la innovación constante en las variedades de sabores.
“Los fabricantes de pasteles de queso están introduciendo sabores únicos y exóticos, atendiendo a las diversas preferencias de los consumidores y tendencias culinarias”, expuso la consultoría de mercado.
Los cheesecake con sabor a fruta y combinaciones poco comunes, como el matcha, el caramelo salado y las variaciones con infusión de lavanda, están atrayendo a nuevos segmentos de consumidores.
“Con una mayor conciencia de las opciones dietéticas y las tendencias de bienestar, los fabricantes de pasteles de queso están introduciendo opciones bajas en grasa, sin azúcar y sin gluten, para satisfacer las demandas de los consumidores conscientes de la salud”, se lee en el estudio de Furion analytics Research & Consulting.
Las opciones más saludables tienen como objetivo ofrecer un postre basado en la indulgencia libre de culpa, sin comprometer el sabor y la calidad.
Además, ha aumentado el uso de ingredientes a base de plantas o sin lácteos, para adaptarse a varias restricciones y preferencias dietéticas.
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