En la constante búsqueda de alternativas naturales para la conservación de alimentos, la industria alimentaria ha dirigido su atención hacia las bacterias ácido-lácticas (BAL), que no solo ofrecen una solución eficaz para prolongar la vida útil de los productos alimenticios, sino que también aseguran su calidad y seguridad.
- Las BAL son un grupo heterogéneo de bacterias Gram positivas que fermentan azúcares, principalmente a ácido láctico, y su actividad metabólica genera un ambiente ácido que limita el crecimiento de patógenos y microorganismos indeseables, convirtiéndolas en biopreservantes naturales.
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Beneficios de las BAL:
Este tipo de bacterias, no solo responden a la demanda creciente de los consumidores por productos más naturales y menos procesados, sino que también se alinea con las prácticas sostenibles y responsables dentro de la industria, algunos de los beneficios más notables son:
- Seguridad alimentaria: Inhiben el crecimiento de bacterias patógenas como Listeria, Salmonella y E. coli, mejorando la seguridad y vida útil de los productos.
- Etiqueta limpia: Son una alternativa natural a los conservadores químicos, satisfaciendo la creciente demanda por productos con ingredientes naturales y saludables.
- Funcionalidad: Además de la acción biopreservante, pueden mejorar la textura, sabor y aroma de los alimentos, así como su valor nutricional.
Aplicaciones de las bacterias ácido-lácticas en la industria:
Se utilizan en una amplia gama de productos:
- Productos cárnicos: Fermentación de embutidos, control de patógenos en carnes frescas.
- Productos lácteos: Yogur, queso, crema agria, kéfir.
- Frutas y vegetales: Fermentación de vegetales, control de pudriciones en frutas.
- Bebidas: Cerveza, vino, vinagre.
- Otros: Panificación, salsas, conservas.
A pesar de los beneficios evidentes, la implementación de las BAL como biopreservantes enfrenta desafíos, principalmente relacionados con la estabilidad y actividad de estas bacterias bajo diferentes condiciones de almacenamiento y procesamiento.
Es en este punto, donde la investigación y el desarrollo continuo son cruciales para superar estos obstáculos. Incluso, ya se están viendo avances significativos en este ámbito, como la encapsulación de bacterias para mejorar su viabilidad.