La fermentación, un proceso biotecnológico ancestral, se ha convertido en una herramienta fundamental para la industria alimentaria moderna.
Más allá de su papel en la conservación de alimentos, la fermentación ofrece un sinfín de posibilidades para la creación de productos:
- Innovadores
- Nutritivos
- Con perfil sensorial único
Innovación y funcionalidad en fermentación
Las investigaciones en torno a la fermentación no se detienen, por la búsqueda de nuevas cepas de microorganismos y la aplicación de técnicas innovadoras como la fermentación enzimática o la modulación de la microbiota intestinal, abren nuevas posibilidades para la creación de alimentos funcionales con propiedades prebióticas, probióticas e inmunomoduladoras. En la industria alimentaria su aplicación está en:
- Desarrollo de nuevos sabores y aromas: Fermentación con bacterias lácticas y levaduras permite crear una amplia gama de sabores y aromas naturales, desde notas ácidas y acéticas hasta sabores complejos y espaciados.
- Mejora de la textura: Puede mejorar la textura de los alimentos, otorgándoles mayor firmeza, cremosidad o untabilidad.
- Aumento del valor nutricional: Puede generar vitaminas, minerales y otros compuestos bioactivos que enriquecen el valor nutricional de los alimentos.
- Prolongación de la vida útil: La producción de ácido láctico y otros compuestos durante la fermentación contribuye a la conservación de los alimentos, reduciendo el riesgo de deterioro y descomposición.
La fermentación, con su rica historia y adaptabilidad, continúa siendo una fuerza transformadora en la industria alimentaria, a medida que enfrentamos desafíos globales de sostenibilidad, seguridad alimentaria y demanda de productos innovadores, su papel se vuelve cada vez más crítico.