La descentralización de las cadenas de suministro agrícolas en Latinoamérica y la incorporación de pequeños productores a las cadenas globales de suministro es la respuesta a una gran contradicción en la región, pues:
- Es la principal exportadora neta de alimentos a nivel mundial, que representa un tercio de los recursos hídricos utilizables.
- Cuenta con más de una cuarta parte de la tierra disponible con potencial agrícola medio-alto.
- Sin embargo, cuenta tasas de pobreza rural del 53%, niveles de productividad significativamente por debajo que el de países desarrollados (BID, 2019).
- Tiene altos costos de transporte que pueden representar hasta 60% del costo total de los alimentos y reducir significativamente la competitividad del sector en el mercado global (The Next Global Breadbasket How Latin America Can Feed the World, 2014).
Pero, ¿cómo puede la región materializar su gran potencial agrícola y garantizar la seguridad alimentaria de su población que, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aumentará en un 20% para 2050, y fomentar su crecimiento económico?
Programas agrícolas para alcanzar la descentralización de las cadenas de suministro
El desarrollo de programas agrícolas a través de la descentralización ofrece la oportunidad de aumentar la productividad agrícola de los pequeños productores, quienes en América Latina representan:
- El 80% de la actividad de la región.
- Ocupan el 35% de la tierra cultivable.
- Contribuyen con el 40% de la producción total, y, a su vez, ayudan a acrecentar la calidad de la producción y su trazabilidad.
La trazabilidad permite:
- Identificar lotes de productos a través de códigos específicos.
- Facilita a los consumidores saber exactamente dónde y en qué circusntancias se produjeron los alimentos que consumen.
- Tiene el potencial de posicionar al subcontinente como el principal productor de alimentos sostenibles a nivel mundial.
Para que los pequeños productores puedan implementar la codificación de sus lotes y vender sus productos en mercados globales con altos niveles de demanda de alimentos sustentables y con crecientes requerimientos de calidad y certificación, América Latina necesita resolver sus problemas de infraestructura y logística.
Para ello requiere:
- La digitalización del campo y el acceso a una red de telecomunicaciones eficiente en las zonas alejadas de los centros urbanos.
- Inversión en infraestructura de caminos que conecte las granjas familiares con los principales puertos y centros logísticos.
- Asegurar que el producto llegue a su destino en el tiempo requerido y de la forma más eficiente posible.
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Transporte y financiamiento: principales problemas en América Latina
La falta de una infraestructura de transporte adecuada representa un costo excesivo para los pequeños productores latinoamericanos. Por ejemplo, en el caso de la soya brasileña, transportar una tonelada de soya a China es 99 dólares más alto que el de sus competidores norteamericanos (BID, 2014).
De acuerdo con el estudio de The Next Global Breadbasket How Latin America Can Feed the World (2014), en la relación entre una mayor inversión en infraestructura rural y una mayor productividad, se encontró un efecto multiplicador de 1.57, lo que resultó en un aumento de los niveles de empleo y los ingresos.
El rol de los gobiernos de la región es esencial para la aplicación de una legislación que apoye eficazmente a los pequeños productores y asegure el acceso a programas de financiamiento para:
- Modernizar equipos.
- Implementar programas de capacitación en mejora de sistemas de producción y agricultura sustentable y en inversión en infraestructura de caminos y telecomunicaciones.
La presencia de fondos de capital y de deuda ambiental, social y de gobernanza (ESG) y fondos de capital social/ impacto pueden ser una excelente fuente de capital accesible y de menor costo para proyectos alimentarios y agrícolas en la región.
Además, las instituciones financieras para el desarrollo (DFI’s, por sus siglas en inglés) han financiado proyectos alimentarios y agrícolas en muchos mercados emergentes.
Esas posibles opciones de financiamiento deben explorarse como parte de una solución programática para los pequeños productores y para incrementar la competitividad general de la región a nivel global.
Cadenas de suministro para la agricultura: retos y oportunidades
Las oportunidades de expansión de la agricultura Latinoamericana hacia nuevos mercados son enormes y ofrecen una solución sustentable al problema histórico de la pobreza rural y a retos como el cambio climático, el aumento poblacional y la seguridad alimentaria.
Un aumento en la calidad y los controles de la producción agrícola latinoamericana facilitarían su acceso al mercado alimentario Halal, el cual representa un total de 1.9 billones de consumidores a nivel mundial y un gasto total en alimentos de USD 1.17 trillones (State of Global Islamic Economy, 2020).
El momento para actuar y mejorar la infraestructura logística de la región, así como la conectividad del campo hacia los mercados globales para que alcance su verdadero potencial agrícola, es hoy.
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