El desayuno es uno de los momentos del día más importante de consumo para todas las edades y en los niños juega un papel muy importante. Ellos están acostumbrados a desayunar más tarde que el resto de la población, para ser exactos, después de las 10 de la mañana, según el más reciente análisis de hábitos dentro de casa realizado por Kantar.
El estudio señala que los más pequeños del hogar, entre 0 a 6 años, son quienes más permanecieron en casa y los que más ocasiones de consumo tienen. Para los niños la alimentación entre comidas es saludable porque en la mayoría de las ocasiones comieron yogur y botanas, principalmente frutas como: manzana, plátano, naranja, melón y mandarina.
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En cuanto a las razones de consumo en el último año fueron tres las que evolucionaron positivamente en los niños: la disponibilidad del producto dentro de la despensa del hogar (9.9%); el favorito de la familia es otro que destacó (5.0%) y finalmente porque querían hacer un cambio en los que estaba comiendo (3.5%).
Considerando lo anterior, los niños pequeños que estuvieron en casa se les procuró una alimentación balanceada. Integrando frutas y verduras en su dieta diaria, así como una que otra indulgencia en el día”, señala Adrián Ávalos de Kantar México.
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La importancia del desayuno
El desayuno es considerado la comida más importante del día debido a que los alimentos que se ingieren son los primeros después de un largo periodo de ayuno derivado de las horas en las que se está dormido. Además, precede las horas del día en las que se lleva mayor actividad y por lo tanto, mayor gasto de energía.
Los niños y adolescentes que desayunan adecuadamente tienen un mayor rendimiento tanto físico como intelectual. Un desayuno óptimo es aquel que aporta el 20 al 25% del requerimiento de calórico diario. Y también contribuye a que se logre una ingesta de nutrimentos adecuada (vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas).
Un desayuno óptimo debe incluir:
- Pan y cereales de preferencia integrales que le brinden al cuerpo fibra y carbohidratos que aportan energía, vitaminas y minerales.
- Lácteos bajos en grasa que aportan proteínas, calcio y vitaminas.
- Frutas que proporcionan agua, vitaminas, minerales y fibra.
- Alimentos proteínicos que proporcionan proteínas, grasa, vitaminas y minerales.
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