El patrón de consumo de edulcorantes en el mercado mexicano se concentra principalmente en el azúcar, y más recientemente en el jarabe de maíz de alta fructosa (JMRF) y los productos No Calóricos (NC).
En general, el consumo de edulcorantes artificiales es complicado precisarlo, ya que se utilizan en combinaciones no explícitas en los productos de consumo. En el caso del azúcar, está se constituye como un producto básico y esencial para la alimentación de la población mexicana de bajos ingresos por su alto contenido energético.
La importancia de la caña de azúcar en el sector agrícola durante el periodo 2000-2011, fue de 18 mil 550 millones de pesos, y en 2011 su valor máximo es de 29 mil 051 millones de pesos. La superficie cosechada ascendió a 673 mil hectáreas en la zafra 2010/11, participando con el 3.3% del total nacional en el año agrícola 2010. En ese periodo se produjeron 44 millones 131 mil 570 toneladas que fueron transformadas en azúcar y alcohol (CONADESUCA, 2011).
La industria azucarera nacional está conformada actualmente por 57 ingenios, de los cuáles 54 permanecen en operación, ingenios pertenecientes a 15 entidades de la República mexicana, asentados en 227 municipios con una población total que asciende a 12 millones de habitantes.
El estado de Veracruz, concentra el mayor número con 22 ingenios, y es el principal productor de azúcar del país con 1.8 millones de toneladas (36.7% del total nacional) producidas en el ciclo 2010/11.
Conforme a la Cámara Nacional de las Industrias Azucareras y Alcoholera, esta agroindustria proporciona alrededor de 930 mil empleos directos y aproximadamente 2.2 millones de empleos indirectos, y es considerada una actividad importante no sólo por el alto impacto social que representa, sino por su importante impacto económico con un estimado de producción de 27 mil millones de pesos anuales, y una derrama económica al campo que asciende alrededor de 19 mil millones de pesos.8 Según el INEGI, representa el 0.4% del PIB nacional, el 11.6% del PIB primario, y 2.5% del PIB manufacturero.
Sin embargo, los bajos índices de competitividad y altos niveles de costos asociados a la industria azucarera han propiciado que la producción de azúcar sea una actividad tradicionalmente protegida, y que entre otras cosas, fomente la subsistencia de ingenios azucareros rezagados tecnológicamente, con altos costos de transformación, y deficiencias en su escala de producción. Por su parte, los campos cañeros dedicados a esta actividad se caracterizan por su gran fragmentación, baja productividad y altos costos de cultivo.
Esto último, ha conducido a la industria azucarera a enfrentar problemas estructurales como la pérdida en la capacidad para aprovechar sus recursos, articular sus eslabones de transformación, y con ello potenciar su desarrollo. Asimismo, la falta de un adecuado marco normativo y la falta de mejores acciones de política para impulsar su crecimiento han deprimido la actividad azucarera en el país.
Como resultado, el mercado de azúcar ha perdido participación con respecto al JMAF. El nivel de consumo del JMAF es de 29.7%, mientras que el azúcar representa el restante 70.7% para el ciclo 2010/11.
Producción de edulcorantes
La producción nacional de JMAF ha experimentado un crecimiento promedio anual de 15.6% durante los ciclos de 2002/03 a 2010/11, lo que representa un acumulado de 3,186.7 mil toneladas en el periodo. La penetración de este edulcorante no sólo se denota en su crecimiento, sino en su participación en la producción a nivel nacional, ya que ha pasado de 3.3% en 2002/03 a 8.3% en 2010/11. Por su parte, la producción de azúcar ha crecido a una tasa de 0.6% en promedio anual en el periodo de 2002/03 y 2010/11, para situarse en un nivel de 5,184 toneladas para este último ciclo.
El crecimiento histórico de la producción de azúcar se puede explicar por diversos factores, entre los que destacan:
- Las variaciones en la escala de producción (medida por la superficie industrializada).
- La productividad en campo (cantidad de caña por hectárea y contenido de sacarosa en caña).
- La eficiencia en Ingenio, la cual se mide como la cantidad de sacarosa recibida por el ingenio y transformada en azúcar.
En el último ciclo comercial, el crecimiento de 7.4% se explica principalmente por el incremento en la escala de producción y en campo. En promedio, el crecimiento de la producción de azúcar ha sido de 0.02% durante el periodo de 2000/01-2009/10, y es explicado principalmente por el incremento sostenido en la escala de producción, lo que determina la mayor parte del crecimiento de la producción de azúcar.
En cambio, el crecimiento sostenido del contenido de sacarosa en caña ha sido nulificado por una menor cantidad de caña por hectárea, y por último, la eficiencia en fábrica aporta una contribución marginal en el crecimiento de la producción.
Por lo tanto, el mayor crecimiento de la producción es explicada en su mayoría por movimientos en su escala, y no como se esperaría, por mejoras en los procesos productivos del campo o de la fábrica.
Consumo de azúcares
El consumo de azúcar disminuyó en los últimos años como resultado de las variaciones en los precios nacionales e internacionales, en la oferta y demanda del azúcar; los cambios en los hábitos de consumo de las personas e insumos para la industria alimentaria; y la presencia de productos sustitutos como el JMAF y los edulcorantes no calóricos.
Para precisar lo anterior, el consumo de azúcar ha caído en 2.7% en promedio anual para 2002/03-2010/11. En cambio, el consumo del JMAF se ha incrementado a un ritmo de 40% en promedio anual para el mismo periodo. Comparativamente, el consumo de azúcar pasó de cuatro mil 934.9 mil toneladas en 2002/03 a tres mil 950 mil toneladas para 2010/11.
Para el 2002/03 el azúcar representaba el 93.3% y el JMAF un 2.9%. Sin embargo, dicha proporción en el tiempo se ha modificado, y hasta la fecha el JMAF alcanza el 27.3%. Lo anterior, indica la penetración que el JMAF ha tenido en el mercado de edulcorantes en el país, creciendo a un ritmo superior incluso con respecto a su nivel de producción.
Asimismo, destaca la presencia de los endulzantes no calóricos, que pueden cobrar relevancia en el mercado nacional de edulcorantes si los patrones de consumo se acentúan hacia productos alimenticios con bajos niveles de calorías. Además de lo anterior, esta clase de productos pueden consolidarse en el mercado debido a su “poder edulcorante”. Por ejemplo, la Sucralosa es 600 veces más potente que la Sacarosa (azúcar) o el Aspartame con 200 veces más potente en relación a la Sacarosa.
El consumo de productos no calóricos en México, entre ellos los edulcorantes, ha crecido a una tasa anual promedio de 10.7%, y en promedio ocupan el 5.5%, y su nivel de consumo es de dos mol 898 miles de toneladas en el periodo de referencia.
El consumo de JMAF y otros productos como los NC se han incrementado en los últimos años a una tasa mayor que el consumo de azúcar, logrando consolidarse en más de un cuarto del mercado de edulcorantes en México.
Lo anterior, también resulta apegado al comportamiento internacional del mercado de edulcorantes, es decir, una gradual penetración y consolidación del JMAF en el mercado que antes ocupada el azúcar. Lo anterior, se caracteriza como un proceso prácticamente irreversible, dado que los niveles de consumo de azúcar no han logrado volver a ocupar su participación en el mercado de edulcorantes.