El ají amarillo, un pimiento originario de Sudamérica con notas frutales y tropicales con un picante moderado, es reconocido como el sabor del año 2025, de acuerdo con la edición 25 del Flavor Forecast de McCormick.
Este vibrante chile posee notas afrutadas y tropicales que recuerdan al maracuyá y al mango, con un picante moderado que oscila entre 30 mil y 50 mil Unidades Scoville (SHU).
A pesar de su nombre, el ají amarillo se torna naranja al madurar por completo. Hoy en día, es tendencia más allá de la gastronomía peruana, convirtiéndose en un ingrediente clave en:
- bocadillos
- bebidas
- platos fuertes
Según los expertos, la elección del ají peruano es un reconocimiento al impacto de la gastronomía peruana en el mundo y refuerza su proyección internacional en el paladar global; ya que consideran que no hay otro ají que tenga sabor y aroma similar.

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Características del ají amarillo
El ají amarillo (Capsicum baccatum) es una variedad de chile originaria de América del Sur, particularmente de Perú, donde constituye uno de los pilares de la cocina nacional.
Se distingue por su color amarillo intenso en la madurez, un perfil aromático que combina notas frutales con un picante moderado y una textura carnosa que facilita diversas aplicaciones industriales.
Desde el punto de vista compositivo, el ají amarillo es rico en:
- Capsaicina, responsable del picor y vinculada a efectos funcionales como la termogénesis y la estimulación metabólica (Luo et al., 2022).
- Carotenoides, principalmente β-caroteno y luteína, que le confieren su color vibrante y propiedades antioxidantes.
- Vitaminas A y C, fundamentales en formulaciones que buscan apelar a consumidores orientados a la salud.
Estas propiedades hacen del ají amarillo un ingrediente versátil tanto para:
- aplicaciones saladas (salsas, aderezos, platos preparados)
- aplicaciones dulces (chocolatería picante, confituras)
- desarrollo de productos plant-based y snacks funcionales

¿Cuáles son las tendencias de sabor?
La edición 25 del Flavor Forecast destaca tres importantes tendencias del sabor de este año:
- Vibras tropicales: En esta tendencia, las papilas gustativas viajan a través de sabores y cocinas de clima cálido para degustar frutas tropicales, mariscos y cocinas isleñas y playeras.
- Carbonizado y ahumado: Estas técnicas culinarias realzan las características naturales de un plato o ingrediente. Las notas ahumadas, carbonizadas, tostadas y ultracaramelizadas se manifiestan de forma única y en diversas aplicaciones.
- Deliciosamente Inesperado: Esta tendencia se centra en ingredientes familiares reinventados y combinaciones deliciosamente inesperadas, que despiertan curiosidad y antojos. Una prueba de ello es la tendencia de la ensalada de pepino y chile, que ha acumulado casi 23 millones de visualizaciones en la red social TikTok.
En un comunicado de prensa, Tabata Gomez, directora de Marketing de McCormick, señala que la versatilidad del ají amarillo versatilidad se presta a diversas aplicaciones, realzando sabores dulces y ácidos, y añadiendo dimensión a productos ahumados o carbonizados.
Y para hacer eco de estas tendencias, y como ya es tradición, la marca lanzó un condimento cuyo sabor central es el ají amarillo.
“El sazonador de ají Amarillo es una deliciosa mezcla dulce y picante que realza cualquier plato, incluyendo mariscos, aves, salsas y más", indica la directiva.

Retos en la industrialización del ají amarillo
Pese a su potencial, la adopción masiva del ají amarillo presenta desafíos técnicos y logísticos para la industria alimentaria:
- Estandarización del perfil sensorial: Existen variaciones significativas en picor, dulzura y color según el origen y el lote de cultivo, lo que complica la formulación consistente de productos industrializados.
- Procesamiento y conservación: Debido a su alto contenido de agua, el ají amarillo es susceptible a la degradación postcosecha. Soluciones como la liofilización, la pasteurización de pulpas o los concentrados estabilizados son clave para asegurar su viabilidad industrial.
- Adaptación cultural: Aunque el picante moderado del ají amarillo es aceptable para muchos paladares, algunas regiones aún presentan resistencia al consumo de alimentos picantes, requiriendo estrategias de educación sensorial.
Superar estos retos implica inversiones en investigación y desarrollo, alianzas estratégicas con productores locales y campañas de marketing basadas en storytelling sobre el origen, los beneficios y el perfil sensorial del ají amarillo.
Para capitalizar este fenómeno, las compañías deberán invertir en desarrollo tecnológico, educación del consumidor y relaciones comerciales sostenibles con los productores originarios.
Finalmente, será posible transformar la popularidad del ají amarillo en un crecimiento sólido y en una contribución positiva al desarrollo de la industria alimentaria mundial.
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