En los últimos años, el bisfenol A (BPA) ha sido objeto de un intenso escrutinio debido a su potencial impacto en la salud humana y su presencia en materiales que entran en contacto con alimentos y bebidas.
La preocupación por esta sustancia incrementó a medida que diversos estudios científicos han demostrado sus efectos como disruptor endocrino, lo que ha llevado a diversas regulaciones que restringen o prohíben su uso en ciertos productos.
Uno de los aspectos clave en la regulación del BPA es su detección en el agua potable y en los envases utilizados en la industria alimentaria.
Propiedades y presencia del bisfenol A
El bisfenol A es un compuesto orgánico utilizado principalmente en la fabricación de policarbonatos y resinas epoxi, materiales empleados en la producción de:
- envases plásticos
- latas de alimentos
- recubrimientos internos en envases metálicos
Su capacidad para migrar a los alimentos y bebidas bajo ciertas condiciones, como temperaturas elevadas o contacto prolongado, ha generado preocupación en el sector regulador y la industria alimentaria.
Dado que el BPA puede filtrarse al agua potable a través de tuberías, sistemas de almacenamiento o el contacto con envases plásticos, su detección y regulación son fundamentales para garantizar la seguridad de los consumidores.
En este contexto, los organismos regulatorios han desarrollado metodologías analíticas precisas para cuantificar su presencia y establecer límites seguros de exposición.
![](https://thefoodtech.com/wp-content/uploads/2025/02/3d-rendered-coffee-cup-cafe-table-inviting-food-concept.webp)
Metodologías para la determinación del BPA en el agua potable
La detección del BPA en el agua potable requiere técnicas analíticas avanzadas que permitan cuantificar concentraciones en niveles de partes por billón (ppb) o incluso partes por trillón (ppt).
Las metodologías más utilizadas incluyen la cromatografía líquida de alta eficacia acoplada a:
- Cromatografía líquida de alta eficacia con espectrometría de masas en téndem (HPLC-MS/MS): Esta técnica permite una detección altamente sensible y específica del BPA en matrices complejas como el agua potable. La combinación con la espectrometría de masas proporciona la capacidad de diferenciar el BPA de otros compuestos presentes en la muestra.
- Cromatografía de gases con espectrometría de masas (GC-MS): Se utiliza principalmente cuando el BPA se encuentra en matrices lipofílicas o requiere derivatización para mejorar su volatilidad. Aunque ofrece alta sensibilidad, su aplicación en agua potable puede requerir procedimientos de extracción más complejos.
- Técnicas de espectrofotometría y biosensores: Aunque menos comunes, algunos estudios han propuesto el uso de biosensores basados en nanotecnología para la detección rápida de BPA en concentraciones traza.
Los laboratorios especializados siguen procedimientos estandarizados, como los definidos por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), para garantizar resultados confiables y comparables.
![](https://thefoodtech.com/wp-content/uploads/2025/02/gloved-scientist-holds-flask-water-drops-purple-liquid-from-pipette-into-it-chemical.webp)
Regulaciones y prohibiciones del bisfenol A en materiales en contacto con alimentos
La preocupación por los efectos del BPA en la salud ha impulsado restricciones regulatorias a nivel global.
La Unión Europea es una de las regiones más estrictas en este sentido, con la prohibición total del BPA en biberones desde 2011 y la aplicación de límites más severos en materiales en contacto con alimentos.
En 2023, la EFSA redujo drásticamente la ingesta diaria tolerable (TDI) de BPA a 0.2 ng/kg de peso corporal, una disminución significativa en comparación con valores anteriores.
En Estados Unidos, la FDA restringió el uso del bisfenol A en ciertos productos, aunque su prohibición no es total.
Sin embargo, muchas empresas han optado por eliminar voluntariamente el BPA de sus productos en respuesta a la demanda de los consumidores y la preocupación de los científicos.
En Latinoamérica, países como Brasil, Argentina y México han implementado normativas que limitan la presencia de BPA en materiales plásticos utilizados en la industria alimentaria, alineándose con las tendencias internacionales.
Alternativas al BPA en la industria del packaging alimentario
Ante las restricciones regulatorias, la industria del packaging ha desarrollado alternativas al BPA, como:
- Policarbonatos sin bisfenol A: Nuevos materiales plásticos con estructuras poliméricas alternativas que eliminan el uso de BPA sin comprometer la resistencia y transparencia.
- Polietilentereftalato (PET): Ampliamente utilizado en envases de bebidas, el PET es una opción segura y libre de BPA.
- Recubrimientos sin BPA en latas: Innovaciones en recubrimientos internos de latas basadas en resinas de poliéster o acrílicas han permitido reducir la exposición al BPA sin afectar la calidad y seguridad de los alimentos.
- Bioplásticos: Materiales derivados de fuentes renovables, como el ácido poliláctico (PLA), están ganando popularidad en la industria alimentaria como alternativa sustentable.
Por último, el futuro del sector dependerá de la capacidad de adaptación a las regulaciones emergentes y la investigación de nuevos materiales que minimicen los riesgos asociados a los disruptores endocrinos. La transición hacia envases libres de bisfenol A es un paso crucial en la evolución de la industria alimentaria hacia opciones más seguras y sostenibles.
Te recomendamos: Países de la UE apoyan prohibir el bisfenol A en materiales en contacto con alimentos