Las emisiones de gases de efecto invernadero, conocidos como GEI, son aquellas que se acumulan en la atmósfera terrestre y son capaces de absorber la radiación infrarroja del sol, aumentando y reteniendo el calor en la atmósfera.
Los últimos avances tecnológicos apuntan a poder utilizar estas emisiones GEI como generadoras de energía, materiales o productos de alto valor. La valorización de estas corrientes gaseosas lleva años cobrando fuerza como parte de procesos biológicos sostenibles.
De acuerdo con Rocío Monsonís, especialista en biotecnología ambiental y colaboradora de AINIA, este nuevo proceso para generar energía podría ser una alternativa a las tecnologías tradicionales de eliminación de estos gases y se podrían llevar a cabo mediante las denominadas biorrefinerías de GEIs.
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Aprovechar las emisiones de gases de efecto invernadero
Para Monsonís, las biorrefinerías de GEIs son estructuras integradas donde tienen lugar procesos biotecnológicos de transformación de estos gases.
Esta transformación se logra mediante el uso de microorganismos, en una biomasa asociada a bioproductos de alto valor añadido.
Esta nueva forma de realizar tratamientos biológicos se ha convertido en una tendencia debido a su gran eficiencia y por su alineación con los objetivos de la economía circular. Sin embargo, estas nuevas tecnologías aún tienen muchos retos por delante:
- Profundizar el conocimiento de la microbiología de estos procesos.
- Escalar este sistema y poder maximizar la transferencia de gases para garantizar altos rendimientos.
Los microorganismos empleados en estos sistemas son, en su mayoría, capaces de trabajar a presión y temperatura ambiente y, por ende, con menores requerimientos energéticos que los tratamientos físico-químicos de eliminación de GEIs”, comentó Monsonís.
Los beneficios de estas nuevas biorrefinerías
En palabras de Rocío Monsonís, las industrias de la alimentos y bebidas podrían ser las que tengan los mayores beneficios, ya que podría resultar sencillo crear valor añadido a partir de la bioconversión directa de corrientes de metano (CH4) o CO2 en determinados bioproductos.
Algunos de los bioproductos que más se han estudiado en lo referente a biorrefinerías de CH4 son:
- Los biopolímeros o polihidroxialcanoatos (PHAs), una de las opciones de valorización de CH4 más estudiadas, principalmente, por tratarse de una alternativa más sostenible a los análogos petroquímicos convencionales (polietileno, polipropileno).
- La ectoína, aminoácido cíclico que estabiliza eficazmente a enzimas, ácidos nucleicos y complejos ADN-proteína. Comercialmente es un bioproducto de alto valor para la industria farmacéutica, siendo la industria cosmética su principal área de aplicación.
- Los compuestos antibacterianos producidos por algunos cultivos metanotróficos (como Methylocystis minimus y Methylobacter luteus), con un alto potencial para luchar frente a la resistencia a los antibióticos.
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