El hambre y la desnutrición siguen siendo desafíos globales que requieren de acciones urgentes: experto

A pesar de los avances en diversas áreas, el hambre y la desnutrición continúan siendo problemas graves que requieren acciones urgentes y coordinadas a nivel mundial. Solo en 2023, aproximadamente 733 millones de personas en todo el mundo se enfrentaron a la inseguridad alimentaria, advirtió Shenggen Fan.

El catedrático y decano de la Academia de Economía y Política Alimentaria Global de la Universidad Agrícola de China lamentó que, en la actualidad, "mucha gente padece de hambre" y sufre diversas formas de desnutrición. En 2022, más de 2 mil 800 millones de personas en todo el mundo no podían permitirse una dieta adecuada, y en los países de bajos ingresos, el 71.5% de la población se encontraba en esta situación.

Fan también habló del impacto económico que impide a millones de personas acceder a dietas saludables.

Los desafíos para la seguridad alimentaria son diversos y requieren una acción urgente y coordinada a nivel global, destacó Fan durante una ponencia en un reciente foro agroalimentario.

Cómo las crisis globales están impactando la seguridad alimentaria en Latinoamérica: perspectivas antes del Día Mundial de la Alimentación

Acceso a alimentos nutritivos

Agregó que no solo debemos enfocarnos en la cantidad de alimentos, sino también en la calidad de la dieta y en garantizar que todas las personas, independientemente de su nivel de ingresos, puedan acceder a alimentos nutritivos. 

De hecho, señaló que la falta de acceso a alimentos nutritivos ha generado lo que se conoce como "hambre oculta", un problema de malnutrición que afecta a muchas personas, no solo por la carencia de alimentos, sino por la baja calidad de los mismos. 

Aunque esta condición no es evidente, tiene consecuencias graves para la salud, especialmente en los niños, ya que está relacionada con la deficiencia de micronutrientes esenciales que impactan en su desarrollo físico y cognitivo.

De hecho, citó que la malnutrición y el retraso en el crecimiento infantil siguen siendo también graves problemas. En 2022, alrededor de 148 millones de niños menores de 5 años sufrían retraso en el crecimiento, lo que equivale al 22.3% de la población infantil de esta edad. Además, 45 millones de niños padecían desnutrición severa.

Impacto económico, social y ambiental 

Shenggen Fan resaltó que el hambre es un desafío global y complejo que involucra factores económicos, sociales y ambientales. Esto se debe a que el cambio climático, las crisis económicas y las desigualdades en la distribución de recursos continúan siendo barreras para lograr un sistema alimentario equitativo y sostenible.

Por estos factores, destacó, cerca de 3 mil 100 millones de personas en todo el mundo no pudieron permitirse una dieta saludable en 2021, lo que pone de manifiesto las profundas desigualdades en el acceso a alimentos nutritivos.

En este sentido, se han observado disparidades en los hábitos alimenticios y la ingesta de nutrientes entre las diversas regiones del mundo, particularmente en China, lo que refleja las desigualdades económicas y sociales, explicó Fan.

Por ejemplo, las zonas rurales enfrentan un acceso más limitado a alimentos frescos y saludables, lo que contribuye a una mayor prevalencia de malnutrición y enfermedades asociadas con dietas deficientes.

“El acceso a alimentos nutritivos sigue siendo un desafío para millones de personas en todo el mundo, especialmente en regiones donde las desigualdades económicas son mayores”, recalcó el catedrático en la Universidad Agrícola de China durante su intervención.

Incluso, añadió, las dietas desequilibradas —caracterizadas por el consumo excesivo de carnes y grasas y la deficiente ingesta de cereales integrales, verduras y frutas— son una de las principales causas de la malnutrición, así como de diversos padecimientos, tales enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes e incluso obesidad.

El rol de la tecnología en la seguridad alimentaria: claves para el futuro según la FAO

Riesgos climáticos

Shenggen Fan también explicó cómo el cambio climático amenaza la seguridad alimentaria global al alterar los sistemas agroalimentarios, al contribuir a la pérdida de biodiversidad y al aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Destacó que las emisiones del sistema alimentario alcanzan las 18 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono (CO₂) equivalente al año a nivel mundial, lo que agrava el calentamiento global. Este fenómeno impacta negativamente en la producción de alimentos y en la resiliencia de los sistemas agrícolas.

En cuanto a los suelos cultivables, Fan explicó que la pérdida de nutrientes es uno de los principales desafíos. 

El 50% de los suelos cultivables a nivel mundial presentan deficiencias de boro, lo que impacta directamente en la productividad agrícola. Además, la salinización del suelo afecta a más de 424 millones de hectáreas de tierra cultivable en todo el mundo, reduciendo la cantidad de tierras aptas para la agricultura.

La sequía, añadió Fan, es otro factor que ha provocado la degradación de los recursos naturales. 

Citó que la agricultura absorbe más del 80% de las pérdidas económicas globales causadas por la sequía, con un impacto considerable en la producción de cultivos (42%) y la ganadería (36%). 

Ante esta situación, se estima que para el año 2050 entre 2 mil 700 y 3 mil 200 millones de personas vivirán en zonas con una grave escasez de agua.

“Creo que la agricultura puede reestructurarse para mejorar la calidad de nuestras dietas, así que veo la urgencia de que trabajemos juntos para abordar los desafíos comunes que todos enfrentamos”, anotó el catedrático.

Te recomendamos: Inseguridad alimentaria: "El desafío está en las comunidades más aisladas", Fundación CMR