En la industria alimentaria moderna, los suplementos alimenticios se definen como productos destinados a complementar la dieta y aportar nutrimentos que pueden estar ausentes o ser insuficientes en la ingesta diaria.
Estos suplementos abarcan una amplia gama de presentaciones, desde vitaminas y minerales hasta extractos herbales, proteínas, aminoácidos, probióticos y otros compuestos bioactivos.
A diferencia de los medicamentos, su propósito es incrementar o suplir componentes de la alimentación para mantener un adecuado estado nutricional.
La importancia de los suplementos en la nutrición moderna radica en su capacidad para llenar brechas nutricionales en poblaciones cuyas dietas pueden ser deficitarias.
Cambios en los estilos de vida, dietas poco equilibradas y mayores demandas nutricionales (por actividad física o condiciones de salud) han impulsado una creciente demanda global de suplementos alimenticios.
Los suplementos se han convertido en un pilar complementario de la alimentación: apoyan al organismo al proporcionar nutrientes esenciales acorde a las necesidades individuales.
En efecto, la evidencia científica respalda el uso de suplementos como estrategia para optimizar la nutrición en personas sanas, siempre y cuando se utilicen de forma responsable y bajo recomendaciones profesionales.
En síntesis, los suplementos alimenticios son aliados que, en la nutrición contemporánea, contribuyen al bienestar general al asegurar que el cuerpo reciba suficientes vitaminas, minerales, proteínas u otros nutrimentos clave cuando la dieta por sí sola no lo logra.
Contexto regional
Centroamérica enfrenta en 2025 importantes desafíos nutricionales que contextualizan la creciente relevancia de los suplementos alimenticios.
Por un lado, persisten problemas de desnutrición y carencias alimentarias en sectores vulnerables; por el otro, coexiste un aumento de sobrepeso y obesidad, ilustrando la doble carga de malnutrición en la región.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor del 37% de la población centroamericana vive en inseguridad alimentaria moderada o grave, lo que equivale a decenas de millones de personas con dificultades para acceder a una dieta suficiente y nutritiva.
Aún más alarmante, aproximadamente 9,1 millones de centroamericanos pasaron hambre en 2022, reflejando que el 8-9% de la población sufre desnutrición crónica.
Esta situación se traduce en indicadores preocupantes: cerca del 13% de los niños menores de 5 años presentan desnutrición crónica, mientras que deficiencias específicas de micronutrientes continúan afectando a amplios segmentos, comprometiendo el desarrollo y la salud.
Paradójicamente, la malnutrición en Centroamérica también incluye un aumento del sobrepeso. Se estima que casi un millón de niños menores de cinco años tienen exceso de peso, y en la población escolar entre 20% y 40% presenta sobrepeso.
La transición nutricional caracterizada por dietas altas en calorías vacías pero pobres en micronutrientes contribuyen a esta tendencia. Este panorama dual (deficiencias nutricionales y exceso calórico) crea un “caldo de cultivo” propicio para problemas de salud.
De hecho, condiciones preexistentes de malnutrición, obesidad y carencias vitamínicas han amplificado el impacto de enfermedades como Covid-19 en la región, al debilitar la resiliencia inmunológica de la población.
Centroamérica presenta una brecha nutricional considerable, con poblaciones que no logran una alimentación plena, sana y justa. El costo elevado de dietas saludables dificulta el acceso a alimentos nutritivos, especialmente para familias de bajos ingresos.
Este contexto explica en parte la creciente atención hacia los suplementos alimenticios: son vistos como una herramienta para mejorar la ingesta de nutrientes esenciales en poblaciones donde la dieta diaria es subóptima. Sin embargo, también conlleva retos en educación nutricional para garantizar que su uso sea adecuado y basado en evidencia.

Panorama de consumo por país en 2025
Si bien las tendencias generales se comparten a nivel regional, cada país centroamericano muestra particularidades en los hábitos de consumo de suplementos alimenticios. A continuación, se destacan algunos hallazgos clave por país:
- Guatemala: Una proporción significativa de consumidores (27.8%) adquiere suplementos con la idea de prevenir enfermedades, reflejando una percepción extendida pero equivocada sobre su finalidad. Este dato sugiere que muchos guatemaltecos ven los suplementos casi como “medicina preventiva”, cuando en realidad su rol es suplementar la dieta, no inmunizar contra enfermedades. El mercado en Guatemala presenta tanto oportunidad (alto interés de compra) como necesidad de educación para alinear expectativas.
- El Salvador: Alrededor del 50% de los consumidores salvadoreños compran suplementos mensualmente, pero “sin una razón clara y predominante”. Es decir, no hay un hábito definido o motivo principal homogéneo; algunos los toman por recomendación, otros por moda o por imitación. Este mercado muestra un consumo frecuente pero disperso en motivaciones, indicando potencial para que las empresas orienten al consumidor sobre beneficios concretos y así fidelizarlo.
- Costa Rica: En hogares de nivel socioeconómico bajo prácticamente no hay consumo de suplementos alimenticios. Aunque enfrentan mayores riesgos nutricionales, las familias con ingresos limitados en Costa Rica priorizan otros gastos básicos sobre la suplementación. El consumo se concentra en clases medias y altas, que pueden costear vitaminas, minerales u otros productos para bienestar. Esto evidencia un desafío de equidad: quienes más podrían beneficiarse de suplementar su dieta (por déficit alimentario) son quienes menos acceden actualmente.
- Nicaragua: Presenta una alta adopción en su base de consumidores encuestados: el 50% reportó consumir suplementos (principalmente vitaminas y minerales) y, notablemente, un 78% indicó tomarlos a diario. Las motivaciones principales en Nicaragua están relacionadas con el cuidado general de la salud y la mejora del bienestar físico. Esto denota un uso más rutinario e integrado al estilo de vida, donde el suplemento se asume como parte de la dieta cotidiana para sentirse bien.
- Honduras: A diferencia de otras naciones, en Honduras el comercio electrónico aún no despega en este rubro: ningún participante de un estudio indicó adquirir sus suplementos por vía online, apoyándose en cambio en canales tradicionales como farmacias, tiendas o supermercados. Esto indica que la principal vía de compra sigue siendo presencial y que existe una gran oportunidad para desarrollar el mercado de e-commerce de suplementos en el país. El hábito de compra en Honduras todavía depende de la recomendación en mostrador y de la disponibilidad local, más que de explorar catálogos en línea.
- Panamá: Se distingue por un canal preferente claro: cerca del 50% de los consumidores panameños adquiere los suplementos en farmacias, consolidando este canal como el principal punto de venta. Aunque las compras en línea están creciendo en la región, en Panamá el consumo permanece fuertemente ligado a la compra presencial, lo que demuestra la importancia continua de las farmacias y tal vez la confianza depositada en los farmacéuticos para recomendar productos. El mercado panameño muestra una alta penetración de suplementos en la población urbana y una preferencia por canales formales.
- Belice: La información pública sobre Belice es limitada debido a su menor tamaño de mercado y escasa presencia en estudios regionales. No obstante, las tendencias globales también se vislumbran en este país. Por ejemplo, se estima que el segmento de suplementos proteicos en polvo generará en Belice alrededor de 1.81 millones de dólares en ingresos en 2025, con un crecimiento anual proyectado de 1.34% en los siguientes años. Esto sugiere que incluso en un mercado pequeño, existe una base de consumidores – particularmente aquellos enfocados en fitness o nutrición deportiva – que impulsan la venta de proteínas y similares. Belice probablemente comparte características con otros países caribeños: consumo concentrado en zonas urbanas/turísticas y productos importados desde EE.UU. o países vecinos.
En conjunto, la región centroamericana muestra un aumento generalizado en la adopción de suplementos alimenticios para 2025, aunque con variaciones locales en motivaciones y canales preferidos.
Guatemala y El Salvador evidencian la necesidad de educar al consumidor sobre el uso correcto; Costa Rica y Honduras resaltan brechas (ya sea económicas o digitales) por cerrar; Nicaragua y Panamá demuestran una asimilación notable de los suplementos en la vida diaria.
Este mosaico subraya que, si bien las tendencias macro son regionales, las estrategias comerciales deben afinarse país por país para atender las dinámicas propias de cada mercado.

Consumo de suplementos en Centroamérica
Centroamérica se posiciona como una región de creciente interés para la industria de los suplementos alimenticios, de acuerdo con un reciente estudio de la Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable (ALANUR).
La investigación reveló que hasta el 50% de los hogares en América Latina cuenta con al menos un consumidor de suplementos, reflejando un cambio significativo en los hábitos de nutrición y bienestar de la población.
El estudio, de carácter descriptivo, analizó las motivaciones, hábitos de consumo y percepciones sobre los suplementos en la región.
Entre los hallazgos más destacados, se evidenció que tres de cada cuatro consumidores encuestados son mujeres y que el consumo predomina en los niveles socioeconómicos medio (38%) y alto (43%).
Según distintas organizaciones, la región centroamericana enfrenta una brecha nutricional considerable que debe ser atendida en conjunto por industrias, autoridades y la población.
Por ejemplo, la FAO señaló que más del 37 % de la población centroamericana vive en inseguridad alimentaria, mientras que la OPS indicó que 9.1 millones de personas en la región vivieron con hambre durante 2022.
De acuerdo con Elizabeth Díaz, directora ejecutiva de ALANUR, el reto que tiene la industria es muy grande, porque hay mitos que combatir en cuanto a qué son y qué hacen los suplementos alimenticios en la región.
“Sin embargo, estamos seguros que, trabajando de la mano de autoridades y teniendo una mejor regulación, estaremos más cerca de alcanzar una nutrición sin fronteras”, señala.

Percepción de los suplementos por país
Según el estudio de ANALUR, el 41% de los participantes en Centroamérica tiene alguna percepción errónea sobre los suplementos alimenticios.
En Panamá, el 50% de los suplementos se adquieren en farmacias, lo que posiciona este canal como el principal punto de venta.
A pesar del crecimiento del comercio electrónico en la región, en este país el consumo sigue estando fuertemente vinculado a la compra presencial, lo que refuerza la importancia de los canales tradicionales en la decisión de compra.
En Guatemala, el 27,8% de los participantes mencionó la prevención de enfermedades como motivo para consumir suplementos alimenticios.
Este dato refleja una percepción extendida pero equivocada sobre su finalidad. Es importante recordar que los suplementos no están diseñados para prevenir ni tratar enfermedades, sino para complementar la dieta.
En El Salvador, el 50% de los participantes consume suplementos mensualmente, pero sin una razón clara y predominante. La diversidad en los canales de compra refuerza la idea de un mercado sin hábitos definidos, lo que representa un área de oportunidad para orientar y educar al consumidor.
En Costa Rica, el estudio evidenció que en hogares de nivel socioeconómico bajo no se reportó consumo de suplementos alimenticios.
Este hallazgo puede reflejar que, ante limitaciones económicas, los suplementos quedan fuera de las prioridades de compra, una situación preocupante considerando que este segmento poblacional enfrenta mayores riesgos de inseguridad alimentaria y nutricional.
En Honduras, ningún participante señaló la adquisición de suplementos por vía online, lo que indica que los canales tradicionales de venta, como farmacias, supermercados y tiendas especializadas siguen estando muy presentes, además de representar un área de oportunidad importante para el crecimiento del e-commerce.
En Nicaragua, se observa una clara preferencia por los suplementos de vitaminas y minerales, consumidos por el 50% de los participantes. Las principales motivaciones de uso están relacionadas con el cuidado general de la salud y la mejora del bienestar físico, ambas mencionadas por el 44.4% de los consumidores.
Además, el 78% de los participantes indicó consumirlos diariamente, lo que refleja un fuerte compromiso con el uso regular de estos productos como parte de un estilo de vida enfocado en el bienestar.
El consumo de suplementos es predominante en sectores de ingresos medios y altos, donde hay mayor acceso a opciones complementarias de nutrición.
En cambio, las poblaciones con menos recursos podrían no solo enfrentar limitaciones en su alimentación, sino también en el acceso a suplementos, lo que podría contribuir a mantener o agravar brechas nutricionales en la región.

Los suplementos más populares
El mercado de suplementos alimenticios se diversifica cada vez más, pero en Centroamérica para 2025 destacan varias categorías líderes de productos. A continuación, se describen los tipos de suplementos más populares y sus características:
- Vitaminas y minerales: Continúan siendo el pilar fundamental de la suplementación, dados los déficits nutricionales presentes en la población. Suplementos multivitamínicos, vitamina C, vitamina D, complejo B, hierro, calcio, zinc, entre otros, son ampliamente consumidos para prevenir o corregir deficiencias. La demanda de vitaminas y minerales mantiene un crecimiento sostenido impulsado en parte por campañas de salud pública. En Nicaragua y otros países, las vitaminas encabezan las preferencias debido a su papel en el cuidado general de la salud. Este segmento tradicional se ha expandido con presentaciones atractivas gomitas multivitamínicas, comprimidos efervescentes que buscan mejorar la adherencia. Es común que estos suplementos sean utilizados por diversos grupos: niños, adultos que buscan reforzar su inmunidad, y adultos mayores que necesitan dosis adicionales de ciertos micronutrientes.
- Proteínas y aminoácidos: Esta categoría engloba polvos de proteína aminoácidos como BCAA, creatina, glutamina, y suplementos para deporte. Tradicionalmente asociados al mundo del fitness y gimnasios, en Centroamérica su popularidad ha crecido más allá de los atletas de alto rendimiento. Cada vez más jóvenes y adultos activos consumen proteínas en polvo para complementar dietas hiperproteicas, ganar masa muscular o recuperarse tras el ejercicio. Además, algunos adultos mayores comienzan a usar suplementos proteicos para contrarrestar la pérdida muscular con la edad.
- Productos botánicos y adaptógenos: Los suplementos de origen botánico (plantas medicinales, hierbas, extractos naturales) cobraron relevancia, alineados con la preferencia del consumidor por lo “natural”. En particular, los adaptógenos son tendencia en 2025. Ingredientes como ashwagandha, maca, ginseng, cúrcuma, jengibre y moringa se encuentran en cápsulas o polvos y son promocionados para mejorar la energía, reducir el estrés, apoyar la función inmune o cognitiva. En Centroamérica, rica en biodiversidad, algunos suplementos incorporan ingredientes locales tanto para consumo interno como para exportación. Esta categoría se beneficia del respaldo científico creciente hacia ciertos compuestos vegetales y de la percepción de que “natural es mejor”. No obstante, también enfrenta retos regulatorios.
- Probióticos y prebióticos: La salud intestinal ha emergido como un pilar del bienestar integral, vinculándose con la inmunidad, el metabolismo e incluso la salud mental. Por ello, los probióticos y los prebióticos están entre los suplementos de mayor crecimiento global. Cerca del 70% de los consumidores a nivel mundial reconoce la relación entre salud digestiva y bienestar a largo plazo, impulsando la demanda de productos “bióticos”. En Centroamérica, aunque es una categoría relativamente nueva para el consumidor promedio, cada vez más se encuentran cápsulas de probióticos para reponer la flora intestinal y polvos con fibra prebiótica (como inulina) para mejorar la digestión. Postbióticos y enzimas digestivas también se abren camino. Algunos yogures fortificados y bebidas fermentadas compiten en este segmento desde la góndola de alimentos funcionales, pero los suplementos concentrados ofrecen dosis más altas. La tendencia de “gut health” o salud intestinal como base de la salud total está ganando adeptos, y se espera que esta categoría crezca a medida que aumente la conciencia sobre el eje intestino-cerebro y la importancia de la microbiota.
- Otros suplementos emergentes: Además de las categorías anteriores, existen productos emergentes que marcan tendencia como el colágeno, ácidos grasos esenciales, suplementos para el bienestar mental y deportivo, productos botánicos especializados.
El abanico de suplementos populares en Centroamérica abarca desde lo básico hasta lo innovador. La industria está introduciendo nuevas tendencias prácticamente al mismo ritmo que en mercados más desarrollados, mostrando que Centroamérica se mantiene al día con las preferencias globales de bienestar.
Crecimiento del mercado
El mercado de suplementos alimenticios en Centroamérica atraviesa un periodo de crecimiento dinámico en 2025, alimentado por las tendencias de consumo previamente descritas y factores macroeconómicos favorables.
Valor del mercado en 2025
Aunque las estimaciones específicas para Centroamérica varían, se puede dimensionar el mercado utilizando datos de Latinoamérica como referencia. En 2024, el mercado latinoamericano de suplementos alimenticios se valoró en aproximadamente USD 6.500 millones (6.5 mil millones de dólares).
Centroamérica, representando una fracción significativa de la población latinoamericana (alrededor del 10%), contribuye de manera importante a ese total.
De hecho, la región centroamericana ha duplicado su participación en las ventas mundiales de suplementos en las últimas dos décadas (pasando del 3% al 7% del mercado global), alcanzando un valor aproximado de 8 mil millones de dólares en ventas anuales a nivel latinoamericano hacia mediados de la década de 2020.
Extrapolando estos datos y considerando su dinamismo, el mercado centroamericano de suplementos para 2025 podría estimarse en varios cientos de millones de dólares anuales, con los países más grandes liderando en tamaño de mercado dentro de la región.
Mayor interés en la salud y bienestar
Como se discutió, el consumidor postpandemia está más consciente de la importancia de mantener un buen estado de salud. Esta mentalidad preventiva y de autocuidado impulsa las ventas de productos asociados al bienestar.
El suplemento alimenticio se convierte en una inversión en salud, una forma de “seguro” nutricional. Encuestas de ALANUR corroboran que los hogares consideran prioritario destinar parte de su presupuesto a productos que mejoren su salud, incluso por encima de otros gastos discrecionales. Este cambio cultural hacia el wellness eleva la demanda base.
Innovación continua en productos
La industria de suplementos está lanzando continuamente nuevos productos o mejorando los existentes, generando interés constante en el mercado. La introducción de productos funcionales con beneficios específicos, fórmulas científicamente mejoradas, sabores más atractivos y presentaciones convenientes expande la base de consumidores.
En lo que va del 2025, el mercado centroamericano de suplementos alimenticios muestra un notable dinamismo, con un crecimiento anual de alrededor del 10% que supera el promedio global.
Este crecimiento está respaldado por la combinación de un consumidor más consciente y pro-salud la innovación constante de la industria, la ampliación de canales de venta y un entorno regulatorio-comercial cada vez más propicio.
Las proyecciones indican que esta tendencia continuará en el mediano plazo, contribuyendo a que Latinoamérica alcance los 10 mil millones de dólares en los próximos años y consolidando a los suplementos como un componente importante del sector salud y alimentación en la región.

Retos y oportunidades de cara al futuro
Los desafíos clave como la desinformación, el acceso inequitativo, la necesidad de un marco regulatorio robusto, requieren acciones concertadas, pero son superables con esfuerzos de educación, colaboración y autorregulación responsable.
Al mismo tiempo, entre las oportunidades en Centroamérica destaca un mercado en expansión que puede ampliarse aún más innovando en productos, llegando a nuevos consumidores y alineándose con tendencias globales (personalización, digitalización, sustentabilidad).
La industria de suplementos alimenticios se encuentra en una coyuntura donde, si logra sortear los retos, podrá consolidarse como un aliado fundamental para mejorar la nutrición y la salud de la población, a la vez que desarrolla un sector económico próspero.
En 2025, el panorama de los suplementos alimenticios en Centroamérica se caracteriza por un crecimiento notable y tendencias de consumo definidas que señalan un cambio en la manera en que la población aborda su nutrición y bienestar.
Hemos observado que la región, enfrentada a significativos desafíos nutricionales (desde inseguridad alimentaria hasta obesidad emergente), está incorporando aceleradamente los suplementos como parte de la solución para cerrar brechas nutricionales.
Finalmente, la industria responde con una oferta cada vez más variada con vitaminas, proteínas, adaptógenos, probióticos, etcétera, y con innovaciones que sintonizan con las demandas actuales de salud y conveniencia.
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