Una alimentación adecuada es la que satisface las necesidades nutricionales de una persona, lo que supone un correcto aporte de energía y nutrientes para el buen funcionamiento del cuerpo humano.
Tener una alimentación balanceada permite obtener nutrientes clave para el desarrollo de:
- Huesos
- Sistema inmune
- Salud digestiva
- Función muscular
No obstante, muchas veces las niñas y niños pueden tener deficiencias en el consumo de ciertos nutrimentos.
Durante la pandemia, los padres han enfrentado retos de diversas índoles, sin embargo, lo padres siguen esforzándose por brindarle a los niños una alimentación correcta.
Sin embargo, a veces parece no ser suficiente, ya que siguen teniendo patrones de alimentación que en la mayoría de los casos no son los correctos y comprometen la ingesta adecuada de alimentos saludables.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana (NOM-043), los niños deben consumir alimentos identificados en tres grupos: verduras y frutas, cereales, leguminosas y alimentos de origen animal.
4 nutrientes para una alimentación saludable
Los nutrientes son los encargados de proporcionar calor y energía, regular los procesos corporales y aportar sustratos para el crecimiento del organismo. Cada nutriente tiene sus propias funciones, de tal forma que la alimentación debe ser completa.
Estos son los nutrientes claves en la alimentación diaria de los niños:
- Calcio.Tiene un papel fundamental en el desarrollo de huesos y dientes en edades tempranas. Este mineral también es necesario para la contracción muscular, conducción nerviosa y coagulación de la sangre.
Los productos lácteos como la leche, yogur y queso son las principales fuentes de calcio. Los niños que siguen una dieta libre en lactosa pueden obtener una gran cantidad de calcio de las verduras verdes como el brócoli, kale o almendras
Además, algunos alimentos y bebidas usualmente están fortificados con calcio como el jugo de naranja, la leche de soya, tofu y cereal
- Vitamina D. Es el único nutriente que puede producir el cuerpo a partir de la luz solar. La falta de exposición al sol genera una deficiencia subclínica. Además de trabajar mano a mano con el calcio para lograr huesos fuertes y saludables, la vitamina D tiene un rol importante para el funcionamiento del sistema inmune de los niños.
Los pescados grasos como el salmón, el atún, la trucha arcoíris y las sardinas son excelentes fuentes de este nutriente de apoyo inmune. En caso de que el niño tenga aversión por este alimento, puede sustituirlo por bebidas fortificadas en vitamina D como leche de vaca o jugo de naranja
- Potasio. Este mineral es vital para mantener los músculos y nervios saludables. El potasio también es fundamental para mantener el equilibrio adecuado de líquidos en todo el cuerpo, lo que promueve la presión arterial óptima y permite a los riñones eliminar eficientemente los desechos y toxinas.
Datos recientes muestran que menos del 10% de niñas y niños en edades de 1 a 5 años consumen la cantidad recomendada de este mineral, aun cuando sea un nutriente esencial. Las mejores fuentes de potasio son: aguacate, sandía, papa, plátano, espinaca y frutos secos.
- Fibra. Es un nutriente de alta importancia para la integridad digestiva. Es un hidrato de carbono no absorbible por el intestino que se encuentra en su mayoría en frutas, verduras, cereales y leguminosas.
Aunque suena como un solo nutriente, la fibra viene en diferentes formas que contiene varios beneficios para todas las edades. Se encuentra en dos formas:
- Fibra soluble: Se disuelve fácilmente en el cuerpo y forma un gel que ayuda a alimentar bacterias buenas en el colon. Son importantes para lograr el equilibro de los lípidos en la sangre y la glucosa, así como ayudar a mantener el corazón saludable.
- Fibra insoluble: No se disuelve y en gran parte quedan intactas, lo que ayuda a evitar el estreñimiento y mantener el proceso de digestión de los alimentos y la excreción de desechos.
La fuente principal de fibra soluble incluye avena, granos, frutos secos, cítricos, frutas, manzanas, fresas y chícharos; los granos enteros y verduras. Mientras que la fibra insoluble se encuentra en el salvado de trigo, coliflor, ejotes, leguminosas como el frijol y las lentejas.