Desde principios del año, el continente europeo impulsa una norma de calidad de la miel que tiene como objetivo ofrecer más claridad en su etiquetado, con especial énfasis en el origen de la producción de la misma, la cual permitirá mayor competitividad de los productos de los Estados miembro frente a los de otros mercados como China, cuya miel es más barata, pero de menor calidad.
Estos
cambios se presentan después de numerosas solicitudes del sector apícola, por lo que el
Consejo de Ministros Europeos aprobó el
Real Decreto 1049/2003 que modifica la norma vigente sobre la calidad de la miel en cuanto al etiquetado.
Esta norma establece que cuando el producto se elabore de
otras mieles de distintas procedencias,
se especifique en el etiquetado el listado de los países de origen donde se haya recolectado el insumo. Sin embargo, aunque la miel provenga de un sólo destino, éste también deberá ser especificado para que se pueda identificar fácilmente.
Cuando la regulación entre en vigor, los operadores alimentarios deberán de incorporar Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (HACCP) los datos y evidencias necesarios para probar el origen concreto de las mieles que se empleen las mezclas de tal forma que puedan responder a los requerimientos de información por parte de las autoridades competentes.
Con lo anterior se puede declarar que los productores deberán atender dos elementos principales con el nuevo etiquetado:
• Etiquetado e información para que quede perfectamente identificado el origen de la miel.
• HACCP, que incorporará todos los datos relativos al origen de los productos para dar respuesta a posibles requerimientos por parte de las autoridades competentes.
Esta norma supone una ventaja a los apicultores locales frente a los chinos, cuyo producto impacta el precio mayorista de la miel a la baja debido a su menor costo en el mercado, situación que afecta al sector apícola europeo, del que dependen 28 mil 700 productores.
Cabe mencionar que el volumen de producción global de miel alcanzó su punto máximo en 2015 con aproximadamente 1.83 millones de toneladas métricas y desde entonces ha disminuido aproximadamente a 1.78 millones de toneladas métricas.
El mercado mundial de la miel se valoró alrededor de siete mil millones de dólares estadounidenses en 2016, de acuerdo con la consultora alemana Statista.