La creciente preocupación por el bienestar y la salud ha colocado a la industria alimentaria en el punto de mira. Especialmente en lo que respecta al contenido de azúcar en los alimentos y bebidas, la reducción del consumo de azúcar se ha convertido no solo en una demanda social sino también en un imperativo de salud pública global.
- El consumo excesivo de azúcar está asociado a una serie de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
Según la OMS, el consumo de azúcares libres no debe superar el 10% de las calorías diarias, pero en México se estima que el consumo per cápita es de 38 kilogramos al año, casi el doble de lo recomendado.
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La industria alimentaria toma acción por la reducción del consumo de azúcar
Compañías líderes han invertido significativamente en investigación y desarrollo para sustituir el azúcar por alternativas naturales como stevia o eritritol, sin comprometer el sabor ni la calidad del producto. Un ejemplo destacado que están adoptando son:
- Reformulación de recetas: Sustitución del azúcar por edulcorantes naturales o artificiales, reducción del tamaño de las porciones y uso de ingredientes con menor contenido de azúcar.
- Desarrollo de nuevos productos: Creación de alternativas más saludables como snacks sin azúcar, bebidas con bajo contenido calórico y productos con mayor contenido de fibra.
- Etiquetado claro e informativo: Implementación de sistemas de etiquetado frontal que permitan a los consumidores identificar fácilmente el contenido de azúcar en los productos.
- Promoción de hábitos saludables: Concientización sobre los riesgos del consumo excesivo de azúcar a través de campañas publicitarias y programas educativos.
Además, la aplicación de tecnologías avanzadas en los procesos de producción también ha sido fundamental como, la nanotecnología, por ejemplo, ha permitido la creación de encapsulados que liberan dulzor de manera más eficiente, reduciendo la cantidad de edulcorantes necesarios.
Esto no solo contribuye a la reducción del consumo de azúcar, sino que también optimiza los costos de producción, ofreciendo un doble beneficio para las empresas del sector.