Los prebióticos juegan un papel fundamental para la absorción de calcio, de ahí que la industria alimentaria enfocada en el desarrollo de productos saludables les preste especial atención.
En el intestino grueso existe un complejo ecosistema donde conviven aproximadamente entre 1011 – 1012 bacterias por gramo de contenido. Es un ambiente altamente activo y competitivo, donde las bacterias colónicas, a través de procesos de fermentación, producen una amplia gama de metabolitos que afectan de diversas maneras la fisiología del intestino y sus funciones.
Existen cada vez más estudios donde se evidencia que la composición de la microflora intestinal posee importantes implicancias fisiológicas sobre nuestro organismo en general.
En dicho microsistema conviven bacterias nocivas, bacterias neutras y bacterias benéficas para la salud. Las primeras (clostridias y estafilococos, entre otras) producen toxinas, sustancias de putrefacción y carcinógenos potenciales.
Las segundas, bacterias neutras, que no afectan ni positiva ni negativamente nuestra salud. Y por último, las bacterias benéficas, tales como las bifidobacterias y los lactobacilos, que poseen actividad antitumoral, producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y aumentan la resistencia a la colonización.
La composición de la flora intestinal puede verse afectada a causa de algunos medicamentos (ej: antibióticos), diversas enfermedades, el stress y la alimentación.
El concepto prebiótico
En nuestra dieta existen compuestos que pueden mejorar la composición de la flora, estimulando el crecimiento de las propias bacterias benéficas que se encuentran en el intestino. A dichos compuestos se los denomina “prebióticos”.
El 1995 los profesores Glenn Gibson y Marcel Robertfroid, introdujeron el concepto de prebiótico. Definieron a un prebiótico como “un ingrediente alimentario no digerible que afecta benéficamente al huésped estimulando selectivamente el crecimiento y/o la actividad de un número limitado de bacterias en el colon, y que por lo tanto mejora la salud.”
Los tres requisitos básicos para que un ingrediente pueda ser considerado un prebiótico son:
1- Ser no digerible: debe resistir a la acidez del estómago y a la acción de las enzimas digestivas, llegando intacto al colon.
2- Ser fermentado por las bacterias colónicas.
3- Estimular selectivamente el crecimiento y/o la actividad metabólica de las buenas bacterias naturalmente presentes en el colon.
La lactulosa, los galacto oligosacáridos (GOS), la inulina y la oligofructosa (FOS) son los únicos ingredientes que hasta el momento son considerados como prebióticos, por cumplir con estos tres requisitos.
La relación entre los prebióticos y la absorción de calcio
Cuando los prebióticos llegan al intestino grueso, modifican la composición de la flora intestinal observándose una mejora en el funcionamiento del intestino, la inhibición del crecimiento de bacterias patógenas, disminución de amonio en sangre, inmunomodulación y aumento a la resistencia, producción de vitaminas del grupo B y un incremento de la biodisponibilidad de ciertos minerales, tales como el calcio y el magnesio.
El motivo por el cual los prebióticos aumentan la absorción del calcio, es debido a que cuando son fermentados por las bifidobacterias, éstas producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC) que disminuyen la acidez del medio intestinal.
Es así como el calcio en estado más soluble, además de absorberse en intestino delgado por transporte activo mediado por calcitriol, se absorbe también en el intestino grueso.
Los prebióticos más estudiados en relación al aumento de la absorción del calcio, son la inulina y la oligofructosa. Además de existir estudios en animales, existen estudios en humanos donde se verifican aumentos en la biodisponibilidad del calcio, como también un incremento en la densidad ósea.
Casos prácticos
Coudray et al. (1997) realizó un estudio con nueve voluntarios sanos, a quienes se les dio 40 gr de inulina por un período de 26 días (2 días de control, seguidos por 14 días de un aumento progresivo de inulina, y luego 12 días de máximo consumo). Al grupo control se le administró fibra de remolacha azucarera. Los resultados fueron un aumento relativo de absorción del calcio de un 58%, de 21,3 % (placebo) a un 33,7% (inulina).
Van den Heuvel et al. (1999) ejecutó un estudio con 12 voluntarios adolescentes. La selección de adolescentes se debió a que a esa edad la tasa de absorción de calcio debiera ser mayor. Consumieron 15 gr/ día de oligofructosa o un placebo (sacarosa) durante 9 días. Se observó un significativo aumento de la absorción de calcio (+26%; p<0.05) de 47.8% (placebo) a 60.1% (oligofructosa). Esto indica que la oligorfructosa puede ayudar a maximizar el pico de masa ósea en adolescentes.
En 2002 Griffin et al. realizó un estudio con 29 adolescentes mujeres, donde se les administró por tres semanas dos porciones diarias de 4 gr de un producto de inulina enriquecida con oligofructosa*, y luego dos porciones diarias de 4 gr de un placebo (sacarosa) con un intervalo de dos semanas entre cada administración. Los 8 gr diarios de inulina enriquecida con oligofructosa, dio como resultado un aumento relativo de la absorción de calcio de un 18%, aproximadamente un aumento absoluto de 90 mg diarios.
Abrams et al (2005) realizó un trabajo de investigación a lo largo de un año con 100 adolescentes (50 varones y 50 mujeres) de entre 9 y 13 años de edad, donde recibieron 8 gr de inulina enriquecida con oligofructosa por día. Se les midió el contenido mineral y la densidad ósea antes y después del año de recibir el prebiótico. La absorción del calcio se midió a las 8 semanas y luego de un año. Los resultados fueron un aumento significativo en la absorción del calcio en comparación al grupo control que recibió maltodextrina. Además, el grupo suplementado tuvo un incremento tanto en el contenido mineral óseo corporal (+17%; p=0.03), como en la densidad mineral ósea (+47%; p=0.01).
Por otro lado, Halloway et al. (2007) realizó un estudio con inulina enriquecida con oligofructosa, pero en este caso con 15 mujeres posmenopáusicas. La ingesta de 10 gramos diarios por seis semanas dio como resultado un aumento significativo de la absorción del calcio y del magnesio, comparándolo con el grupo control que experimentó una disminución en la absorción de estos minerales. También se les midió la hormona paratohormona y la calcitonina, indicando un aumento en la absorción del calcio y de la formación ósea.
Conclusiones
Los estudios con resultados más prometedores fueron realizados con un producto formulado con inulina enriquecida con oligofructosa. Se cree que el motivo es debido a que, al llegar al intestino, comienza una rápida fermentación de las cadenas cortas de oligofructosa en la parte proximal, mientras que las cadenas largas de inulina se fermentan en la parte distal del mismo.
De esta forma se logra una disminución del ph a lo largo de todo el intestino grueso.
Como conclusión podemos expresar que los prebióticos son una opción más que interesante para incluir en la alimentación, porque una flora intestinal balanceada ayuda al sistema digestivo a que funcione mejor y a absorber más nutrientes esenciales, tales como el calcio de la dieta.
Siendo el calcio fundamental para la salud de los huesos, especialmente en niños y adolescentes, que se encuentran en etapa de crecimiento y desarrollo, y en el momento de pico de formación de masa ósea, así como también en las mujeres embarazadas y posmenopáusicas donde los requerimientos de calcio aumentan.