En los últimos años, la industria de las cafeterías en México y Latinoamérica ha experimentado una transformación significativa, impulsada por cambios en las preferencias de consumo, la competencia con otras categorías de bebidas y la necesidad de adaptarse a distintos momentos del día y estaciones del año.
Si bien el café sigue siendo el eje central del modelo de negocio, cada vez más establecimientos han incorporado bebidas frías, tés, infusiones, smoothies, chamoyadas y preparaciones híbridas que combinan lo tradicional con lo popular, buscando atraer a un público más diverso y ampliar su ticket promedio.
Esta evolución ha permitido a las cafeterías posicionarse como espacios multifuncionales: lugares para socializar, trabajar o refrescarse, independientemente de la hora o el clima.
Las chamoyadas, por ejemplo, han sido resignificadas como una oferta gourmet o de temporada dentro de estos locales, mientras que los tés fríos, frappés y bebidas con ingredientes como matcha o cúrcuma responden al creciente interés por opciones personalizables y saludables.
Bajo este contexto, el café convive con bebidas frescas, coloridas y llamativas, adaptadas al estilo de vida contemporáneo y al paladar de las nuevas generaciones, especialmente millennials y Gen Z, que valoran la variedad, la estética y la posibilidad de compartir su experiencia en redes sociales.

Una cafetería con bebidas que saben a “cielito”
Cielito Querido Café, la icónica cadena de cafeterías, presenta su nueva campaña de posicionamiento bajo el concepto “ Sabe a Cielito ”, una declaración que va más allá del sabor: es una forma de ver la vida, tan auténtica y única como lo somos los mexicanos.
Con esta campaña, la marca se reinventa sin perder su esencia: una celebración de la manera en que se enfrentan los retos diarios con un café en mano.
El concepto central gira en torno a esos momentos complicados del día a día y justo por eso, merecen una gratificación: una pausa, un gustito, un momento que “Sabe a Cielito”.
Esta campaña también una propuesta de mensajes y experiencias con un tono soñador y pop, que abrirá paso a múltiples ejecuciones publicitarias, activaciones y experiencias de marca.
Además, busca reconectar con sus consumidores habituales y conquistar a nuevas audiencias que viven con la cabeza en las nubes y siempre ven el vaso medio lleno, apelando a quienes buscan autenticidad y cercanía en cada taza.
Finalmente, la marca reafirma su propósito de ser un espacio para tomarse la vida como un mexicano auténtico: con humor, sabor, imaginación y corazón.
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