La reciente reimposición de aranceles por parte del expresidente Donald Trump a productos importados desde México ha encendido las alarmas en la industria alimentaria y de bebidas en Estados Unidos y América Latina.
Con tarifas de hasta el 25%, esta medida se presenta como una de las más disruptivas para el comercio bilateral en los últimos años, afectando desde productores agrícolas hasta grandes cadenas de distribución.
- México es el principal proveedor de frutas, verduras, cárnicos y bebidas alcohólicas para el mercado estadounidense. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), más del 60% de los aguacates, el 50% de los tomates y el 40% de las cervezas consumidas en Estados Unidos, provienen de México.
Este nuevo régimen arancelario tiene el potencial de encarecer significativamente estos productos y generar alteraciones en la cadena de suministro agroalimentaria.
Principales productos afectados y sus implicaciones en la industria alimentaria
1. Frutas y hortalizas frescas: aguacates, tomates y chiles en riesgo
México es el mayor proveedor de frutas y hortalizas frescas para Estados Unidos. Entre los productos más afectados se encuentran:
- Aguacates: Con una participación de más del 80% en el mercado estadounidense, cualquier incremento en su costo de importación impactará tanto a los consumidores como a la industria de restaurantes y alimentos procesados.
- Tomates: México abastece el 50% de los tomates frescos en Estados Unidos. La aplicación de aranceles podría disparar los precios en el sector de salsas, conservas y productos procesados.
- Chiles y pimientos: Insumos clave en la gastronomía mexicana y en la industria de alimentos procesados, su encarecimiento podría afectar desde la producción de salsas hasta las líneas de alimentos congelados.
La industria restaurantera y de procesamiento de alimentos en Estados Unidos, ya está evaluando estrategias para lidiar con el aumento de precios, desde la compra a proveedores alternativos hasta la reformulación de productos para reducir su dependencia de estos insumos.
2. Cerveza y bebidas alcohólicas: una industria millonaria en riesgo
La cerveza mexicana se ha consolidado como una de las favoritas en el mercado estadounidense, con marcas como Corona, Modelo y Pacífico dominando la categoría de importados.
Según datos de la Beer Institute, las exportaciones mexicanas de cerveza a EE.UU. alcanzaron los 4.600 millones de dólares en 2023.
El aumento en los aranceles podría generar:
- Un incremento en los precios al consumidor final.
- Reducción en la competitividad de la cerveza mexicana frente a marcas locales y europeas.
- Afectación en distribuidores y minoristas que dependen de la importación de estas marcas.
Las empresas cerveceras, tanto en México como en Estados Unidos, ya están evaluando estrategias para mitigar estos efectos, incluyendo la producción en suelo estadounidense o el ajuste en los costos de distribución.
No dejes de leer: Las cervezas mexicanas Corona y Modelo Especial, las marcas más valiosas de Latinoamérica
3. Industria cárnica y de procesados: impacto en el suministro de proteínas
México es un proveedor clave de carne de res, cerdo y pollo para Estados Unidos. Con la imposición de aranceles, se espera un aumento en los costos de importación, lo que podría impactar en:
- El precio de productos procesados como embutidos, salchichas y carnes reestructuradas.
- La rentabilidad de restaurantes y cadenas de comida rápida que dependen de estas importaciones.
- La viabilidad de acuerdos comerciales en el sector cárnico entre ambos países.
Las empresas cárnicas estadounidenses podrían buscar reemplazar estas importaciones con producción local o con otros proveedores en América del Sur, aunque esto podría tomar tiempo y generar disrupciones en la oferta.
Estrategias de mitigación en la industria
Frente a este nuevo escenario, los actores del sector agroalimentario están evaluando diversas estrategias para reducir el impacto de los aranceles en sus costos y operaciones:
- Diversificación de proveedores: Empresas en Estados Unidos, exploran opciones en otros mercados como Sudamérica para reducir su dependencia de productos mexicanos.
- Reconfiguración logística: La reubicación de centros de distribución o el nearshoring pueden ser estrategias clave para minimizar costos adicionales.
- Absorción parcial de costos: Algunas compañías podrían asumir parte del impacto en sus márgenes para evitar trasladar el aumento de precios a los consumidores.
- Optimización de insumos: Reformulación de productos para reducir la dependencia de ingredientes afectados por los aranceles.
- Negociaciones comerciales: Tanto México como Estados Unidos podrían reabrir discusiones sobre acuerdos comerciales para evitar una escalada arancelaria.
La nueva política arancelaria impuesta por Trump reconfigura la dinámica del comercio agroalimentario entre México y Estados Unidos, con efectos que podrían extenderse a lo largo de toda la cadena de valor.
Según se ha acordado entre ambos gobiernos, estas imposiciones se postergarán un mes mientras se esperan resultados de negociaciones que implican otros intereses para ambas naciones.
Para empresas del sector alimentario, es fundamental monitorear estos cambios y ajustar sus estrategias de aprovisionamiento, precios y producción para mitigar los efectos negativos y garantizar la continuidad del negocio.